Afeitado


 El afeitado es una necesidad para muchos hombres y mujeres, ya que socialmente es muy valorada una piel de apariencia limpia y libre de vellos. A pesar que existen muchas técnicas de depilación, el uso de cuchillas sigue siendo el método más popular especialmente en hombres. Aunque para muchas personas rasurarse no implica ningún tipo de complicaciones, en otras pueden presentarse afecciones, especialmente foliculitis, que se inicia con el incrustamiento del pelo y la consecuente reacción inflamatoria que en algunos casos puede progresar a infección.

La foliculitis o “pelo encarnado” podemos observarla con frecuencia, en bigote y barba en hombres, axilas, área del bikini y piernas en mujeres. Últimamente se ha venido popularizando el afeitado corporal en hombres con el argumento que permite una mayor higiene y prevención de olores en algunas áreas, así que en algunos hombres podemos encontrarla en cualquier área pilosa La foliculitis también puede presentarse aunque menos frecuentemente al usar técnicas diferentes al rasurado, como cremas depilatorias y cera.

La técnica de afeitado influye de manera definitiva para evitar complicaciones. La primera recomendación es asegurarse que la piel tenga una adecuada hidratación y para esto, lo mejor es rasurarse inmediatamente después de bañarse o lavarse el rostro. Nunca debe afeitarse la piel “en seco” ni con cremas hidratantes, es indispensable usar espumas de afeitado las cuales básicamente no tienen muchas diferencias entre las de uso masculino y las que se promueven para uso femenino.

El afeitado es casos de un pelo grueso y abundante puede iniciarse con máquina eléctrica para recortar parte del pelo, y así hacer que sea menos traumático continuar con hojas de afeitar. En los productos recomendados para después de la afeitada, más que fragancia y textura, es importante usar aquellos que contengan ingredientes antiinflamatorios y antibacteriales. Cuando el pelo está definitivamente encarnado hay que extraerlo para que no siga actuando como cuerpo extraño, lo mejor es usar microlancetas estériles, fáciles de conseguir en farmacias y luego de la extracción aplicar antisépticos o lociones con peróxido de benzoilo a bajas concentraciones. En casos más severos, con supuración, puede requerirse el uso de antibióticos aplicados localmente, en algunas ocasiones vía oral y en los casos más complicados drenaje del absceso que puede formarse.

En las personas con tendencia a la foliculitis, conviene el uso de gránulos exfoliantes 1 o 2 veces a la semana para evitar la acumulación de células alrededor del orificio de salida del pelo y permitir que crezca con la orientación normal. Cuando el proceso es repetitivo, severo y con otras complicaciones como manchas y abscesos, hay que considerar la opción de depilación definitiva con láser. La depilación con cera, no está exenta de complicaciones, algunas personas desarrollan foliculitis, dolor, sangrado y quemaduras al momento de realizársela. La depilación con láser puede causar enrojecimiento, quemaduras de leves a severas y pigmentación residual. Todas estas situaciones son eventuales y no son motivo para excluirlas. Con algunas excepciones, observando una técnica apropiada al afeitarse, no se presentan complicaciones


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