Maquillaje terapéutico


 

Sin lugar a dudas, el maquillaje  para muchas personas,  es una manera de mejorar la apariencia personal, y en algunos casos, reforzar la seguridad y autoestima.  En la historia de la humanidad,  el maquillaje ha sido usado con diversos objetivos, desde rituales, hasta para imponer o seguir tendencias de la moda. En la práctica médica, ocasionalmente, es necesario recomendar el maquillaje  como parte de las pautas de tratamiento. Incluir esta estrategia, es una manera  que el médico se ponga en lugar del paciente y entienda el malestar psicológico que éste experimenta. En la mayoría de estos casos, el objetivo del maquillaje, es camuflar de manera temporal afecciones que no tienen solución con tratamientos médicos disponibles en el momento.  En otros casos se intenta mejorar la apariencia  de enfermedades u otras lesiones que probablemente desaparezcan con el tiempo.

Una de las principales afecciones en las cuales el maquillaje puede atenuar la apariencia de las lesiones,  es el vitíligo, caracterizado por la pérdida de la coloración de la piel, en algunas ocasiones irreversible. Usualmente es aplicado en las áreas visibles, las que más se encuentran sometidas al juicio social, como el rostro, brazos y  dorso de las manos. En muchas ocasiones por razones culturales o prejuicios personales, esta alternativa,  es rechazada por personas de sexo masculino. La técnica de aplicación, preocupación inicial, ha ido desapareciendo, ya que las empresas farmacéuticas que producen estos maquillajes, disponen de personas que en el mismo lugar donde se adquieren, brindan entrenamiento en la forma como aplicarlo. Las secuelas cutáneas de quimio y radioterapia, manchas en el rostro propias del lupus cutáneo o sistémico, se benefician igualmente.

Otras afecciones  en las cuales el maquillaje cumple funciones momentáneamente correctivas, son las cicatrices, rojeces intensas de la cara propias de rosácea, manchas oscuras en melasma, lunares que cubren todo el rostro y muchas otras condiciones.  En todos los casos, lo que se pretende es obtener un color lo más parecido al tono de la piel no afectada. Algunos centros de atención dermatológica, han empezado a interesarse en el asunto, y es así como existen instituciones como el Hospital Ramón y Cajal en Madrid, donde los pacientes reciben asesoría estética y psicológica, para que asuman su vida social y laboral sin sentimientos de baja autoestima y en ocasiones minusvalía

 


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