Joe Arroyo: el ídolo, la leyenda


Suena el golpe de cencerro, luego se escucha una voz melodiosa y tropical que dice: “Adela, el Joe nunca te olvida”, y de pronto irrumpe el piano de Hernán Gutiérrez (q.e.p.d.) con bravura, liderando la sección rítmica, la cual invita a bailar a ritmo de salsa colombiana.
Es el comienzo del tema el “Ausente”, del compositor Isaac Villanueva, el primer éxito del gran Joe Arroyo, quien le manifiesta allí a su primera esposa, Adela, su amor de juventud cuando apenas tenía 17 años.
El arranque prodigioso de esa canción, interpretada por la orquesta de “Fruko y sus tesos”, grabada en 1973 en el álbum “Fruko El Bueno-Ayunando”, fue el inicio de una historia que hoy se ha convertido en leyenda.
Es por eso que hay una gran expectativa en Colombia por la telenovela de R.C.N. “El Joe, la Leyen-da”, que estrenó el lunes este canal con bombos y platillos.
Todos los colombianos amantes de la música tropical estamos ansiosos por conocer las historias vividas del Joe a lo largo de sus 55 años de vida.
Me acordé cuando vi la película “Ray”, dedicada al cantante norteamericano de gospel y blues Ray Charles, la cual obtuvo dos Oscar de la Academia: Mejor actor (Jamie Foxx) y mejor banda sonora, además de ser nominada a la mejor película. En esa cinta se describieron en forma magistral los aspectos de la vida musical de Ray Charles, sus comienzos en la música, lo duro que fue para él quedar ciego, sus éxitos, así como también los aspectos personales, como su adic-ción a la heroína.
La verdad es que quedé muy impactado por esa historia y por la calidad de esta película, de cómo se puede tratar el tema de las drogas sin que el artista pierda la gran imagen que tiene ante su fanaticada.
Por eso estaré muy pendiente de la trama de la telenovela dedicada al Joe, porque queremos saber qué tratamiento le darán a este lado oscuro de su vida personal.
Sin embargo, para mí, lo más importante es conocer más a fondo su vida musical, de cómo fue su ascenso hacia la fama, las agrupaciones donde estuvo de joven hasta llegar a la cima con “Fruko y sus tesos”, con “The Latin Brother” y la orquesta “La Verdad”.
Alvaro José Arroyo Gon-zález, el niño que fue bautizado con este nombre por doña Angela González (q.e.p.d) y don Guillermo Arroyo, salió de las calles del barrio Nariño, de Cartagena, y transitó por un camino lle-no de obstáculos hasta llegar a lo que es hoy: el cantante de música tropical más famo-so y aplaudido que ha dado Colombia en todos los tiempos.
Parece mentira, pero me costó trabajo hacer este artículo. Duré casi una semana definiendo el enfoque que le iba a dar a su redacción, porque son muchos los detalles que hay en la vida del can-tante nacido en el “Corralito de piedra”. El espacio es muy corto.
Mujeres, amigos, familiares, empresarios, periodistas, fanáticos, enemigos y músi-cos hacen parte del elenco estelar de la vida real del autor de “La Rebelión”.
Sus fantasías de ser artista comenzaron en las calles del populoso barrio Nariño. El Joe utilizaba una lata donde metía la cabeza para escucharse mejor, tal cual lo describió el periodista Mauricio Silva en una entrevista que publicó en la revista Cambio en el 2005. Por eso le decían al Joe, “La voz del tarro”.
En esa entrevista, el propio Joe Arroyo narró sus aventuras cuando tenía ocho años y cursaba estudios en el colegio Santo Domingo. Allí hacía parte del coro del colegio, pero también por las noches tocaba en el barrio Tesca, donde proliferaban en esa época los burdeles y sitios de mala muerte. Todo, con el fin de ayudar a su madre.
Pero la suerte estaba echada: por mucho que doña Angela quiso que su hijo estudiara y fuera un profesional de la abogacía, el joven decidió abandonar el hogar y buscar la realización de sus sueños.
Su primera estación fue el municipio de Galapa, donde conoció al director de la or-questa “La Protesta”, de la que hizo parte. No sé si Joe grabó alguna canción con “La Protesta”, pero sí recuer-do un tema del otro cartagenero, Johnny Arzuza (quien años después sería corista de “La Verdad”), llamado “El errante viajero”.
En una de las presentaciones de La Protesta en Puerto Colombia estuvo presente nada menos que Julio Ernesto Estrada, más conocido como Fruko, quien por esa época estaba buscando cantante por un lío contractual con “Piper Pimienta” Díaz (Edulfamit Díaz Molina).
Fruko quedó impresionado con la voz del Joe y fue cuando le dio la oportunidad de viajar a Medellín para grabar el tema que lo lanzó al estrellato: “El Ausente”.
Pero su inclusión a los Tesos no fue enseguida. Joe regresó a “La Protesta” hasta que Fruko lo dejó en definitiva en su agrupación, al lado del caleño Wilson Saoko.

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Foto del LP Fruko El Grande en 1975 donde aparecen Joe Arroyo, Fruko y Wilson Saoko.

Con la canción “Tania” sucedió una anécdota muy simpática, y la describe el artículo de Silva. El Joe, en su faceta de compositor, nunca le dijo a Fruko que tenía una canción de su inspiración. Fruko tenía un temperamento muy fuerte y su fama de hombre recio causaba terror entre los integrantes de la banda.
Un día se decidió y le cantó la canción al fallecido Hernán Gutiérrez, el pianista de “Los Tesos”, y éste, al escuchar la letra, llamó de inmediato a Fruko y le dijo que lo tenía que incluir en el LP. El antioqueño lo escuchó y no dudó en grabarlo. Ese fue su primer éxito como compositor.
Este es un concepto muy personal, pero para mí el mejor pianista que tuvo Fruko fue Hernán Gutiérrez, quien después de una gira por los Estados Unidos se quedó en Miami y no fue más al baile con los Tesos. Fue reemplazado por Jorge Guarín.
Wilson Saoko nombra a Hernán Gutiérrez en dos canciones. En la primera dice en el tema “Tú sufrirás”: “el pianista que tiene la cara de... sí, señor”. Y en la otra, en el “Tronco seco”: “pianista fugitivo de Brooklyn, Hernán, embrújalo muchacho”.
El Joe Arroyo también cita a Gutiérrez en la canción “Flores silvestres” cuando dice en un pedacito “vaya con ese piano Hernán, ahí na’ ma”.
Otro protagonista en la novela del Joe es Wilson Saoko, a quien considero un tremendo cantante. Lo que sucedió fue que el Joe tenía más carisma, más ángel que el caleño, pero su sabor es inconfundible. Joe Arroyo eclipsó a Saoko, quien también reunía méritos para estar a la altura del cartagene-ro.
No recuerdo si fue en 1999 o en el 2000 cuando tuve la oportunidad de conversar con Saoko, a propósito de un concierto que hizo el diario barranquillero El Heraldo en el mes de noviembre.
Me encargaron que fuera a recoger a Saoko en el aeropuerto, para llevarlo al hotel donde se iba a hospedar. Como en ese momento los vehículos del periódico esta-ban ocupados, me tocó ir en taxi. Recogí a Saoko y apro-veché para hacerle una entrevista sin grabadora y sin libreta de anotaciones, porque no tuve tiempo de llevarlas. La charla con él fue muy amena y fluida, porque aveces los personajes se cohiben mucho con las grabadoras. Me contó apartes de su vida musical y hasta me cantó, por pedido mío, una de mis canciones preferidas de Fruko: “Tu sufrirás”, el primer éxito de Saoko. Eso para mí, fue inolvidable.
Yo creo que la novela nos dará luces sobre la verdadera relación entre el Joe y Saoko, porque esa parte la desconozco.
Los primeros capítulos de la novela me han gustado mucho y espero que a medida que avance la trama se vaya poniendo mejor.
Sólo le quiero sugerir al director que trate de ser lo más preciso con el lenguaje de esa época, los escenarios, el vestuario y los personajes, pues la realidad siempre su-pera a la ficción. Hay una es-cena en donde la cantante de bullerengue, Emilia Herrera (q.e.p.d.) sale alternando con Joe, cuando éste hacía parte de “La Protesta”, lo que me parece un exabrupto, puesto que cuando “La Niña Emi-lia” (como le llamaban cariñosamente) apareció en la escena discográfica, ya Joe Arroyo era Joe Arroyo, y hasta tenía su propia orquesta.
Consideré en este artículo mencionar los aspectos de la primera etapa del Joe, porque quizá mucha gente joven no la conoce. La segunda etapa, ya la orquesta La Verdad, creo que muchos la conocen y han disfrutado con sus grandes éxitos, donde “La rebelión” y “Tumbatecho” sacan notas muy altas. Hasta luego.


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