Verrugas


Las verrugas virales son tumoraciones cutáneas benignas, de carácter infeccioso, que pueden afectar tanto a niños como adultos, aunque se ha observado una mayor incidencia entre los 6 y los 12 años. La mayoría son causadas por el virus del papiloma humano (VPH), que penetra a la piel por pequeñas áreas lesionadas. Se clasifican en vulgares, planas, plantares y genitales. Son un motivo de consulta muy frecuente en dermatología y se localizan especialmente en manos, rodillas, codos, alrededor de las uñas, cara, cuello y región anogenital. Pueden transmitirse por contacto directo o indirecto. Aunque su contagiosidad es baja, aumenta en personas con compromiso de su sistema inmunológico. La manipulación de éstas por la misma persona, puede llevar a que el virus se aloje en otra área corporal

Las verrugas vulgares o comunes, también llamadas “ojos de pescado” o “mezquinos”, predominan en extremidades superiores y rodillas. Se observan como elevaciones del mismo color de la piel o más claras, ásperas al tacto, y en algunas ocasiones causan prurito o dolor. Las verrugas planas, se ubican con mayor frecuencia en cara y algunas veces en dorso de manos, tienden a presentarse en mayor cantidad que las verrugas vulgares y a diseminarse fácilmente con traumatismos como rascado y afeitado. Es importante diferenciar las verrugas de lunares con superficie elevada, los cuales no tienen un origen infeccioso.

Las verrugas plantares, usualmente son pequeñas en principio, casi nunca sobresalen de la superficie plantar, ya que el peso corporal lo impide, de tal manera que crecen hacia el interior de la piel, alcanzando en algunos casos un tamaño considerable. Se presentan con mayor frecuencia en personas que sudan abundantemente en los pies, pueden ser confundidas con callos, aunque las verrugas plantares son dolorosas a la presión y tienen en su superficie puntos negros, que son vasos sanguíneos colapsados.

Las verrugas genitales, también llamados condilomas, son adquiridas usualmente por contacto sexual. Es una de las enfermedades de transmisión sexual más frecuente y algunas personas pueden ser portadoras sin presentar síntomas. Se presentan como elevaciones de tamaño variado en ocasiones con apariencia de coliflor, aunque en otras pueden ser planas. El virus en esta ubicación, puede predisponer a la aparición de cáncer de cuello uterino, de vulva, ano y pene. También puede causar cáncer orofaríngeo. Algunas de estas complicaciones pueden prevenirse con la aplicación a edad temprana de vacunas disponibles en la actualidad.

Existen varios métodos de tratamiento de las verrugas, pero ninguno garantiza la destrucción inmediata y total del virus; de tal manera que en muchos casos es necesario repetir el tratamiento con la misma, o con otra técnica. El tratamiento tópico, se realiza con sustancias que producen desprendimiento de la piel donde se aloja la verruga. Este tratamiento puede requerir semanas o aún meses para dar resultados y tiene además la desventaja que en algunos casos el producto se disemina a la piel no afectada, produciendo quemaduras. Otras opciones de tratamiento son la electrodesecación (cauterización) y la criocirugía o congelamiento de la verruga con nitrógeno líquido.

En las verrugas plantares, dada su profundidad, puede ser necesario realizar previamente una resección de la gruesa piel que cubre la verruga, para luego usar cualquiera de las opciones disponibles, aunque la electrodesecación o criocirugía son las que producen mejores resultados. Todas las opciones de tratamiento deben ser realizadas o prescritas por el médico, quien elegirá la adecuada de acuerdo al tipo de verruga. Las verrugas en algunas ocasiones desaparecen espontáneamente, especialmente en niños.


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