¿Caza antenas o caza bobos?


En una edición reciente, El Universal de Cartagena publicó una nota periodística en la que se preguntaba de manera retórica si las antenas de telefonía móvil eran un peligro invisible. Aunque el simple título parece sugerir afirmativamente la respuesta, el desarrollo de la nota descarta la posibilidad con solvencia y sin muchos argumentos en un par de párrafos. Lo cual es simplista, pero acertado de cara a los cientos de estudios e investigaciones a nivel mundial y por prestigiosos centros de investigaciones tanto privados como públicos que avalan, hasta ahora, esas conclusiones. Sin embargo en la publicación se le da voz a un ciudadano comprensiblemente preocupado por la proliferación de antenas de telefonía móvil en Cartagena y su relación con enfermedades como la leucemia aguda, el cáncer y los tumores en el sistema nervioso central de los niños. Ante tamaña sarta de sandeces concentradas en una cabecita que parece haber tenido instalada una antenita de las que él señala. Considero pertinente y sano hacer algunas precisiones.
La leucemia aguda es una enfermedad de la médula ósea que consiste en una multiplicación rápida y descontrolada de leucocitos malignos, muy inmaduros, llamados blastos, que no sirven para realizar ninguna función y que van invadiendo el espacio natural del resto de las células normales de la médula ósea. Su proliferación llega a ser tan excesiva que estos blastos ocupan de un 20% a casi un 100% del total de células de la médula ósea y pueden acabar siendo las células más numerosas de la sangre.
Al invadir este espacio en la médula ósea natural de las células productoras de la sangre, se acaba estableciendo una situación muy grave para el enfermo, en la que empezará a haber escasez de glóbulos rojos (anemia), leucocitos normales (leucopenia) y plaquetas (trombopenia). A este cuadro tan grave se le denomina insuficiencia medular, y puede darse también en otros tipos de enfermedades de la sangre.
Al respecto es necesario resaltar que en ninguna parte de la literatura médica se afirma, como lo hace irresponsablemente el entrevistado, cuáles pueden ser las causas de esta anomalía por cuanto se desconoce. Cualquier indicador de las posibles causas queda por lo tanto en el plano de la especulación lo cual es mucho más dañino cuando se utiliza como bandera de batalla y eje central de una práctica equivocada, sesgada y como base de una estrategia de terror para lograr fines ajenos a la protección de la comunidad desconocedora de estos debates académicos que conllevan a tomar medidas equivocadas y perjudiciales para el desarrollo colectivo.
La siguiente enfermedad que supuestamente estaría ligada a la cercanía de estas antenas según lo dicho por el “Caza Antenas”, es la aparición de tumores en el sistema nervioso central de los niños. En el año 2002, los colombianos escogieron como presidente a un personaje funesto que aún tiene padeciendo al país con sus apariciones y estela de corrupción. Su única arma de campaña fue la presentar el más oscuro de los escenarios posibles basándose en el terror que causaban las FARC y erigiéndose él como único mesías capaz de salvarnos de la hecatombe.
Dudo que el señor Jaime Rendón, el personaje entrevistado en la nota periodística por parte de El Universal, tenga malas intenciones en su actuar. Pero las consecuencias pueden ser idénticas y a estas alturas del juego no podemos permitir que unos vivan en la ignorancia y otros vivan del miedo como negocio.
Es bien sabido por políticos, estafadores, y por políticos estafadores, que la ciudadanía hace caso omiso a la lógica o a los datos cuando tiene incertidumbre, duda o miedo. El miedo convierte a todos en blancos fáciles de charlatanes y aprovechados que malean astutamente la opinión de sus crédulos seguidores. Así lo han hecho por siglos los grupos que incitan al odio y que promueven además del miedo la destrucción del elemento que genera el temor o el odio tal y como lo hacen los racistas, el estado islámico o los grupos conservadores que queman libros como en la obra de Ray Bradbury o el actual procurador general de Colombia.
Para no entrar en detalles muy técnicos, tratare de simplificar hasta donde sea posible el asunto de las antenas y sus ondas maléficas que causan que pierdas neuronas, cabello y que no ganes el baloto.
Las ondas electromagnéticas son generadas por absolutamente todos los electrodomésticos que existen en el planeta, dicho de otra manera, estamos expuestos TODO EL TIEMPO a ondas de esta clase, con o sin antenas de telefonía móvil. Aquí una tabla que explica esto:

Denominación de la banda    Abrev.    ITU band    Frecuencia y longitud de onda    Ejemplos de usos
            < 3 Hz > 100,000 km    Ruidos electromagnéticos generados por el hombre y la naturaleza
                
Alta frecuencia    HF    7    3–30 MHz 100 m – 10 m    Radios de ondas cortas, aviación, radar
Muy alta frecuencia    VHF    8    30–300 MHz 10 m – 1 m    FM, televisión,  radio comunicación marítima y terrestre
Ultra alta frecuencia    UHF    9    300–3000 MHz 1 m – 100 mm    Televisión, hornos microondas, radio astronomía, teléfonos móviles, wireless, LAN, Bluetooth, GPS, etc.
Super alta frecuencia    SHF    10    3–30 GHz 100 mm – 10 mm    Radio astronomía, aparatos de microondas, wireless LAN, la mayor parte de los radar modernos, comunicación por satélite, etc.
Extremadamente alta frecuencia    EHF    11    30–300 GHz 10 mm – 1 mm    Radio astronomía, teledetección, active denial system (ADS)

Por lo tanto, si se quiere tener un discurso coherente, el señor antes señalado debería pedir a todos los ciudadanos que se deshagan de su lavadora, de su radio, de su adorado y preciado televisor sintonizado en RCN o de sus teléfonos celulares.
El señor de marras dice ser ingeniero eléctrico, supongo que es cierto o que estudió por radio en la época de los apagones de Gaviria, porque como es bien sabido hasta por un lego como yo, las ondas electromagnéticas de baja frecuencia se denominan “campos electromagnéticos“, y las de muy alta frecuencia, “radiaciones electromagnéticas“. Según sea su frecuencia y energía, las ondas electromagnéticas pueden clasificarse en “radiaciones ionizantes” o “radiaciones no ionizantes“.
Las radiaciones no ionizantes, como las que emiten todos los electrodomésticos, tienen tan baja intensidad de energía fotónica que no pueden siquiera romper los enlaces atómicos. Traducido significa que no hacen nada, son inocuos. Como el director del Datt. Por lo tanto no hay razones para temerle. Las radiaciones ionizantes son todo lo contario, pero están son emitidas por aparatos que emiten partículas alfa, beta, rayos gamma o aparatos de rayos X; nada que se pueda encontrar en una casa normal.
Por lo tanto, atacar la colocación de antenas de ésta clase solo nos pone a la altura de las civilizaciones que empoderaron a la inquisición aupándolos en su cacería de brujas o a la par de la gente que critica y se indispone ante la mera posibilidad de que parejas del mismo sexo puedan adoptar. Nos hace dar una zancada hacia atrás en el desarrollo.

Fuentes: Medikuntzako Ikasleak ;  Mauricio Jose Scharz; Fundación Anna Vazquez


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