Manolo fue


Cuando la gente comenzó a escuchar el eslogan, “Manolo va”, el contagio fue tan grande que alcanzó en las preferencias al que parecía ser el nuevo alcalde. Dicen los versados en política que cuando un candidato alcanza otro en las encuestas de seguro se lo pasa el mismo día de la elecciones. Y así sucedió. Manolo fue. Es el nuevo alcalde de los cartageneros y cartageneras.

El fenómeno Manolo, viene hacer parte de la historia de los procesos electorales en la ciudad. Ya se había comentado en otras ocasiones, la tendencia de los últimos cuatro alcaldes es que la gente termina votando por el candidato menos político, y eso sí esperan hasta último momento. Manolo no fue la excepción. -Esto se corrobora con la elección de alcaldes cívicos en otras ciudades importantes-

Claro que la registraduría tiene buena parte de culpa en esta decisión del pueblo. Fueron por lana y salieron trasquilados. Nadie sabe si querían frenarle  su favoritismo en aumento todos los días, o por el contrario querían sacarlo de la contienda electoral. Qué va. Se volvió un boomerang su salida en falso que lo llevó al solio de la plaza de la aduana.

Su primer discurso fue conciliador. Dijo, “ya la contienda pasó, nada de resentimientos”  Y está en lo suyo, su talante humilde, viene de abajo, del  popular Barrio de Blas de Lezo. Pero con unas ganas inmensas de ayudar a su gente, a su pueblo que lo eligió. Y es un compromiso mayúsculo con los ciudadanos y ciudadanas que le apostaron al programa, “primero la gente”.

La clase política quedó quieta en primera base con la elección de Manolo. Así es, una persona sin ninguna experiencia política, sin ninguna formación en administración pública, sin embargo, con una juventud por delante, con unos bríos incalculables, con un ego por las nubes, con un respaldo ciudadano  importante, con un objetivo claro de ayudar a los pobres  y con el amparo celestial de su amigo inspirador Campo Elías.

Son muchas las responsabilidades con la ciudad. Ya algunos estarán diciendo que le va a pasar lo mismo que al difunto Campo Elías. Están equivocados, son otros tiempos y otras circunstancias. Manolo es hombre inteligente, dinámico y será muy difícil encochinarlo, como se dice popularmente. Tiene una mente abierta, despierta, sabe para qué fue elegido y su referente en la cosa pública precisamente es el mismo Campo.  -Esperamos que nunca le suceda lo mismo-Además es un deportista frustrado que está en buen estado de salud. Debemos rodearlo y ejercer control social de su gobierno. No dejar que los cuartos bates que están detrás de él hagan y deshagan.

Desde esta columna le digo que haciendo ciertas cosas importantes en la ciudad, se puede dar por bien servido. Y va permitir desarrollar más humanamente a sus pobladores. La primera, poner a funcionar Transcaribe, sigue siendo una deshonra y desfachatez para el país y el mundo. La segunda, construir los canales pluviales cuanto antes, eso ayuda el cambio climático. La tercera, construir la avenida del centenario, necesaria para la movilidad de la ciudad. La cuarta,  luchar contra la pobreza histórica que arrastra la heroica. La quinta, que los niños, jóvenes y adolescentes vuelvan a las aulas. La sexta, lograr una atención de calidad en salud, el paseo de la muerte sigue su marcha nupcial. La séptima, corregir, meter en cintura los servicios públicos domiciliarios para la vida, luz, agua, gas. La octava, generar empleo productivo para que se disminuya la inseguridad en las calles. La novena, formar cultura ciudadana, esto es inaplazable, si no se construye ciudadanía todo lo que se haga no tiene sentido. La décima, aprovechar y desarrollar su zona rural, Cartagena rural es más grande que la zona urbana, hay que prepararse para el abastecimiento de su plaza de mercado. Seguro existirán otras, pero si logra estas Cartagena y sus ciudadanos nos sentiremos bien gobernados.

Éxitos Manolo y que el todopoderoso te acompañe en esta loable tarea que te has impuesto.


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