Los costeños echamos mano de refranes, herencias de la tradición popular y frases anecdóticas cuando establecemos conversaciones, muchas de estas como metáforas para darnos a entender mejor, propio de nuestra cultura e idiosincrasia alegre y dicharachera. Podría hacer un puente de Montería a San Andrés a punta de nuestros dichos, sin embargo, de todas las frases que decimos, me llama poderosamente la atención cómo tenemos interiorizado cierto argot deportivo al punto que le hemos robado significado en su contexto real.
A propósito del buen momento para Colombia en el béisbol por los resultados en el Clásico Mundial realizado por estos días, me puse a analizar que a muchos nos inspira el sentimiento de patria en estos certámenes pero poco o nada entendemos sobre la disciplina en la que nos estamos destacando. Lo que sí ha venido sucediendo a lo largo de los años es que pese a no dominar en lo absoluto los conceptos del deporte de la pelota caliente, muchas palabras y frases jocosas que usamos en nuestro lenguaje cotidiano le pertenecen y han sido acuñadas por la ambigüedad de su significado.
A veces estamos corriendo base con las deudas, las matrículas y las preocupaciones, entendemos que un esposo que acierta con un regalo saca la pelota del estadio con su amada, que en algunas circunstancias, en especial a los estudiantes en época escolar, los profesores les lanzan tres strikes y los ponchan al final de semestre, que a veces es mejor no ir al bate y evitar problemas; también deducimos perfectamente lo que es quedarse quieto en primera, sobretodo estrenando suegro, y sin lugar a dudas al ver una mujer cantúa no podemos evitar pensar que es un cuarto bate, y ni qué decir de las personas que no señalan la derecha o la izquierda sino el right field o el left field.
En la vida como en el territorio de juego celebramos los logros como home run, pues siempre será gracioso y significativo expresarnos con estas comparaciones lingüísticas para que enriquezcan y adornen el mensaje, a la larga aunque hablemos en sentido figurado, tenerlo siempre en la punta de la lengua es un homenaje al deporte que le ha dado satisfacciones a esta tierra.
