Juan dice que anda con Dios


La tarde de un viernes con luna llena en Pascua, Jesús, de apenas 33 años, dejó de respirar porque esa fue la voluntad del Padre. La madrugada de un viernes, con tremendo calor en Blas de Lezo porque Electricaribe quitó la luz, Juan, a sus 33 años, tuvo según él, una revelación del mismo Padre.

Juan acostumbra a dormir arropado de pies a cabeza aunque el abanico al girar, se queda más del lado de la cama en el que duerme su esposa. Ese viernes, no sintió cuando el calor se apoderó de la habitación ni por que el sudor le corría por todo el cuerpo. De repente, Juan tiró la sábana con fuerza y abrió sus ojos con un grito. Su mujer, preocupada le preguntó qué pasaba. “Dios me habló”, respondió.

Juan fue bautizado en la parroquia de su barrio una mañana lluviosa de 1983. Su madre, que en paz descanse, lo llevaba a misa y su fe católica se puede ver únicamente en una foto en la sala de su casa, en la que sostiene una manzana roja el día de su Primera Comunión.

Él no recuerda el día que dejó de ir a misa, ni la noche en que dejó de usar su mano derecha para persignarse antes de dormir. Pero ese viernes de madrugada calurosa, una voz extraña lo llevó por un camino de pasiones cristianas desconocidas.

Al día siguiente, su mejor amigo lo invitó a una “Noche de Milagros” en la Plaza de Toros y allá se metió Juan. Se enamoró de las luces, los cantos, la euforia y de la gente que caía al piso cuando un pastor los tumbaba con solo ponerle dos dedos en la frente.

El pasado 2 de abril, Juan se puso la camiseta de la Selección Colombia de fútbol para irse a marchar contra el gobierno de su tocayo, el presidente Juan Manuel Santos. En su nueva iglesia se regó que su pastor iba a estar en esa marcha en el Centro de la ciudad, lo que motivó más su asistencia.

Como acostumbraba a andar en bicicleta (http://www.eluniversal.com.co/blogs/en-un-2x3/juan-en-bicicleta-por-la-heroica) Juan no se había subido nunca a un bus de Transcaribe, ni en su etapa pedagógica. Antes de salir de su casa, recordó que a las tarjetas del Sistema de Transporte Masivo les bajaron 1000 pesos (de 4000 a 3000) y quería aprovechar la promoción para empezar también a ser un fiel usuario de los articulados.

Primero pagó una buseta (2 mil pesos) de Blas de Lezo a la estación de Transcaribe en La Castellana, donde le dijeron que las tarjetas se habían agotado. Allí compró un pasaje por 2 mil pesos más y le entregaron una boleta azul con una fecha de 2014, lo que le pareció extraño pero afortunadamente le sirvió para viajar hasta el Centro de la ciudad.

“Amén”, gritó Juan al escuchar a su pastor decir que no quería una paz que viniera de La Habana. Y aunque no sabe mucho de política, Juan gritó más fuerte cuando su pastor añadió que pedir la paz que venga de La Habana, es como pedir la salvación que venga del infierno: “AMÉN”.

La mujer de Juan aún “no se ha convertido”, cómo él mismo le dice. Ella no lo acompañó a la marcha, ni en la noche al culto y ni a la noche de milagros, “ni nada de eso”. Ella le pregunta aún qué fue lo que le dijo Dios en el sueño y él solo atina a decir: Me habló. Ella recuerda que ambos votaron por Santos porque prometió la paz, que a Juan siempre que le hablaban bien de Uribe, salía con el cuento de "la bendita Ley 100" y que “quitó las horas extras”. “Es que yo no había encontrado la Verdad”, le reprocha a su esposa.

Juan ha cambiado mucho desde que tuvo ese sueño y su esposa lo sabe, pasa horas en Facebook respondiendo a todo aquel que critica a su pastor por meterse en política. Antes, Juan agradecía a los medios de comunicación porque le dieron voz cuando le inmovilizaron la bicicleta, ahora está contra los periodistas luego de que su pastor dijera en las redes sociales que el "periodismo se prostituyó".

La mujer de Juan le pide más tiempo para ella, que se concentre en las cosas de ambos porque “se está alejando” pero él dice que hay que acercarse más a Dios.

El jueves 7 de abril, Juan y su esposa estaban de aniversario de bodas. Él no sabe cocinar pero siempre en fechas especiales se levanta temprano, entra a Youtube y comienza a preparar al 'pie del video' un delicioso desayuno. Ese 7 de abril, Juan se levantó a las 5:04 de la mañana como de costumbre, dejó a su esposa y su bicicleta en casa, y salió hasta la Plaza de la Aduana donde lo esperaban varios compañeros de su congregación. Allá, a las 7 de la mañana en punto, junto con el Alcalde de Cartagena, empezó su día. Juan levantó sus brazos al cielo y pidió en una sentida oración, por la seguridad de Cartagena.

En casa, su esposa, preparaba el desayuno con lágrimas.

PRÓXIMO CAPÍTULO: Una mujer a la que le dicen La China, pelea con la esposa de Juan por otro hombre y suben el video a Facebook.

Recuerda que este blog empezó con el recorrido de un tal Juan por la Heroica, no es el Juan que tú crees, pero sin duda, puedes ser tú. Ese recorrido lo empezó en bicicleta y quién sabe cómo lo termine. Lo importante es que no te cojas este blog, cada domingo, tan en serio…


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