Colombia es el país de las maravillas. Aquí sucede de todo y parece normal, pero en realidad no está bien. El conocimiento que transmiten nuestros gobernantes a sus gobernados es lo que ha llevado a la postración moral, política, social y económica de la mayoría de la población.
El presidente nos dijo que el 23 de Marzo se firmaba la paz. Llegó el día y no se cumplió. Eso no está bien. Y lo más simpático de todo, “no pongo más fechas para no comprometerme”, remató el presidente. ….. Los ministros consideran los ministerios como un feudo personal. Son unos reyezuelos en el poder… Los directores de entidades descentralizadas son otros reyezuelos a menor escala. Hacen de estas instancias lo que les viene en gana con su partido o su político que lo respalda. Eso tampoco está bien.
En la rama legislativa en todos los niveles, es decir nacional, regional y local ocurre lo mismo sin ningún tipo de escrúpulos.- El senador Serpa hizo púbico lo que se habla en privado, reclamando ministerios- Posiciones van, posiciones vienen. Contratos van, contratos vienen. Ordenes de servicios van, ordenes de servicios vienen. La apuesta es el que tenga más puestos, contratos, ministerios, gobernaciones, alcaldías. Eso no está bien. Siguen primando los intereses particulares antes que los intereses nacionales. Cargos sin el lleno de los requisitos, nombramientos de profesionales sin serlos, obras sin ejecutar y cobradas como terminadas. Y lo peor, nóminas paralelas que sobrepasan la planta de personal. Colombia es un país de empleos públicos informales, patrocinado por el mismo gobierno.
En la rama judicial dicen apártate. Altos magistrados en el ojo del huracán por sus actuaciones amañadas, direccionadas para favorecer a un tercero. Es lapidario, “si yo me voy, nos vamos todos”, dijo Pretel para defenderse de los ataques de sus compañeros en la Corte Constitucional. Eso no está bien. Huele mal las altas cortes. El conocimiento ciudadano es de podredumbre, asco, corrupción legalizada.
Las tres ramas del poder público en su conjunto manejan unos presupuestos billonarios con los dineros que pagamos todos los colombianos en impuestos. Para que se tenga un referente. En el año 2014 el presupuesto general de la nación ascendió a $203 billones pesos. En el 2015 alcanzó la bicoca de $ 216,2 billones. Y en este año 2016 llegó a $215,9 billones. En resumen en los tres últimos años se han comprometidos en todo el país $636 billones de pesos. No está bien que con tantos recursos las tareas sigan sin terminar. La vicepresidencia sola manejó más de 100 billones.
Y si llegamos a las minucias, es decir a las regiones o municipios las cosas siguen de mal en peor. No está bien que un niño dure un año hospitalizado y es atendido en una silla de ruedas. No puede estar bien, que se mueran mujeres embarazadas en la puerta de un hospital. Que una cita médica la den para tres meses. Y menos está bien que se mueran niños en la Guajira y en el Chocó por desnutrición. Y lo más inaudito que la alimentación de los niños en las instituciones educativas se las trague la corrupción sin el más mínimo sonrojo. Y el acabose, alcaldes, gobernadores que no saben qué es el fenómeno del niño o de la niña -Menos sabrán del calentamiento global- No esta bien.
Esta es Colombia, mi patria querida. Donde la imaginación de los gobernantes sobrepasa los límites de la corrupción sin importarle en lo más mínimo, los males, sufrimientos de la mayoría de sus conciudadanos.
Y por último, no está bien que un hijo mate a su padre por la herencia. Que un padre viole a sus hijas. Que un alcalde mienta con sus estudios doctorales. Que un siquiatra actué 10 años como tal sin serlo. Que una fiscal en la Guajira no tenga título de abogada. Que el DANE diga que el desempleo está en 9.8% cuando todo el mundo sabe que sobrepasa el 30%. Que la paz está muy cerca y sigan extorsionando, secuestrando y volando oleoductos. Que la producción de estupefacientes en vez de disminuir haya aumentado. Que la pobreza se campea en las ciudades y zonas rurales. Que los puentes se caen y nadie responde. Qué un túnel dentro de otro túnel haya sido inaugurado por el Presidente en Cartagena y con el primer aguacero sus paredes y juntas son una coladera de agua. Nada de eso está bien…. Y seguirán pasando cosas en un país donde la mediocridad llegó para quedarse y destruirnos. -Este estado de cosas es la que aprovecha su majestad la corrupción-