Quién iba a creer que Juan, ese mismo que una mañana se levantó temprano para orar con el Alcalde por la seguridad de la ciudad (http://www.eluniversal.com.co/blogs/en-un-2x3/juan-dice-que-anda-con-dios), iba a terminar “boleteado” por redes sociales teniendo sexo con una mujer en el séptimo piso de un edificio en El Laguito…
Juan dejó de defender a su pastor, Juan dejó de diezmar, Juan dejó de ir a días y noches de milagros y de un momento a otro, se “espelucó”: Afortunadamente, con su esposa.
Mientras en Valledupar, Poncho, un poco pasado de tragos (dicen que solo tragos, a mí no me crean) arrinconaba a Silvestre en una tarima para que le diera un beso en la boca; en Cartagena Juan, después de ingerir solo 4 copas y dos dedos de vino Cariñoso, arrinconó a su mujer en el balcón de un edificio a la vista también de mucho público.
Fue un albañil que trabaja en una construcción en ese barrio el que grabó con su celular los 11 segundos de la faena que se regó, y hasta llegó a ser publicada por medios de comunicación que se creen serios. Un mototaxista que se parqueó a ver el espectáculo, le preguntó al albañil: Pilla, pilla ¿estás grabando? -Silla, Pri, estos arrechos van pa’ ‘Denuncias’, porque el periodista, soy yo, respondió convencido que lo que decía, era coherente.
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Si en el anterior capítulo se me hizo difícil explicar el comportamiento de una mujer que se puso un poco de trapos en la barriga para engañar al marido y a toda su familia (http://www.eluniversal.com.co/blogs/en-un-2x3/juan-conoce-la-barriga-de-trapo); se me va a complicar aún más tratar de entender a un tipo que de un momento a otro pasa de vestir de pantalón de lino, zapatos charol y camisa manga larga para congregarse con sus “hermanos”, a exponerse desnudo ante la vista de todos y sosteniendo una desenfrenada relación sexual.
Últimamente Juan y su esposa pasaban más “mojados” que el Túnel de Crespo cuando le cae un aguacero. Se propusieron regresar a la época de locura de antes. Comieron jaiba antes de pasar por dunas y visitar al faraón y a un conde el mismo día. La locura del exhibicionismo empezó en playa, un día parquearon en un auto rojo, sin los vidrios polarizados, cerca de Blas el Teso; pero un policía que vio el movimiento extraño del vehículo en la arena, les pidió que se retiraran cuando ambos estaban en el asiento trasero. No les tocó de otra que quedarse con las ganas y devolverse por donde vinieron, no sin antes lavar el carro “al gratín” con el chorro que salía del famoso Túnel.
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Un día después, se fueron a los espolones de la playa de Crespo. Él puso sus nalgas panchas sobre las rocas y ella se le subió encima, de eso me dicen, también hay video, pero al parecer no tuvo tanta trascendencia como con el que empezó este quinto capítulo de “Juan por la Heroica” (http://www.eluniversal.com.co/blogs/en-un-2x3/juan-en-bicicleta-por-la-heroica).
Y así, cansados de esconderse en un motel, que un policía les cortara la pasión, o cansados de maltratarse sus partes dizque íntimas con esas rocas marinas, el pasado fin de semana Juan y su esposa decidieron alquilar la habitación de un edificio en El Laguito. Ellos querían pasar a otro nivel y lo lograron… Silvestre besó a Poncho después de tanta insistencia; mientras que Juan y su esposa también fueron “noticia”.
PRÓXIMO CAPÍTULO: Juan le daña la rumba a Sofía Vergara.