En el periódico El Fígaro de la ciudad de Cartagena, edición del 17 de febrero de 1939, en primera página un titular anunciaba que se fundaba una Sociedad que se ocuparía de todos los ramos de la asistencia social. Inmediatamente, informaba que a la redacción del periódico había llegado una importante comunicación suscrita por varios distinguidos médicos de Cartagena, donde aseveraban que la Sociedad estaría destinada a cooperar con el poder público en la lucha contra distintas situaciones y epidemias que se presentaban frecuentemente en el Departamento de Bolívar. Para esos momentos el director del Periódico El Fígaro era don Lázaro Espinosa, matemático y quien llegó a ser notario público de la ciudad de Cartagena por muchos años.
"Señor director del Fígaro. Conociendo el interés que Usted manifiesta por todos los asuntos de trascendencia social, nos es grato informarle que tenemos la intención de fundar, en esta ciudad, con ramificaciones en todo el Departamento de Bolívar, una Sociedad que se ocupe de todos los ramos de la asistencia social, con el fin de colaborar en la mejor forma posible con los poderes públicos, en la empresa tiránica que se ha impuesto en beneficio de la patria. Muy especialmente nos ocuparemos de la tuberculosis, fundando sanatorios, dispensarios, hospitales, preventorios, y haciendo toda clase de propaganda, de profilaxis concorde con las disposiciones nacionales”.
“Un hospital exclusivo para niños, es una necesidad urgentísima en Cartagena, cuyo aplazamiento indefinido nos acuse a todos por igual. También nos ocuparemos del servicio prenatal y de la maternidad. Todos estos problemas que enumeramos y los que puedan presentarse nos hacen indispensable buscar la eficaz y patriótica colaboración de usted. Constituidos en directiva profesional, nos es muy grato invitar a usted a una reunión que tendrá lugar el martes 28 de febrero a las diez de la mañana en el Paraninfo de la Universidad de Cartagena. De Usted atentos y seguros servidores, Nicolás M. Paz, Napoleón Franco Pareja, Miguel A. Lengua, Eufredo V. Ripoll, Antonio de Pombo, Vicente Martínez Martelo, José M. Bonis, J.V. Mogollón, José A. Caballero Leclerc, Roberto Gómez P., Joaquín N. Caballero H., Manuel E. Carrasquilla T".
Fue ese grupo de médicos eminentes y distinguidas personalidades de Cartagena, señalados como importante hombres en el panorama Cartagenero de la época, los iniciales soñadores que se reunieron para darle vida a un proyecto que tenía muchos y desbordados objetivos. Otros importantes varones y mujeres se habrían de sumar en los años siguientes y dejarían sus energías, vidas e incluso su patrimonio, para que todo lo que hiciese parte de lo proyectado en los comienzos fuesen realidad.
Del ambicioso plan que los soñadores iniciales se propusieron, solo dos instituciones llegaron a ser realidad, una institución para la atención de niños y otra exclusivamente para el cuidado de las maternas. Lo más relevante es que aún existen, lo que ellas han representado y representan todavía desde el punto de vista de la salud comunitaria, justifican el esfuerzo gigantesco y desprendido que aquellos hombres realizaron, sobre todo porque el proceso de maduración tomó largo tiempo, muchos años, pero no tan largos como para que se apagase el entusiasmo inicial del grupo.
Quince años después de la reunión inicial, en 1954 y siendo el médico Daniel Vargas Vélez el Alcalde de Cartagena, pudo el ingeniero arquitecto Rafael García Rey comenzar a construir la edificación, haciendo uso de dineros producidos por una lotería extraordinaria que se había realizado y de los terrenos de propiedad de doña Josefina Araujo de Sicard, quien se había comprometió verbalmente a darlos en donación.
Los terrenos que ella ofreció donar los había obtenido de la siguiente manera. En el año de 1941, el 30 de septiembre, la señora Aurelia S. de Segrera enajenó a la señora Josefina Araujo Viuda de Sicard, dos solares, los números once y doce de la manzana diez del barrio de Amberes. Posteriormente, el 18 de abril de 1942 doña Josefina de Sicard adquirió otro lote de terreno en la misma manzana, en venta que a ella hizo el señor Augusto de la Espriella en calidad de representante de la firma Hijos de Augusto Tono. Más tarde, el 21 de abril de 1943 adquirió otro lote en la misma manzana, en acto de venta que le hiciese Juana Moreno Mendoza.
Doña Josefina Araujo de Sicard cumplió firmando la escritura 133 del diez de febrero de 1954 de la Notaria Segunda de Cartagena, en el papel sellado de la República de Colombia No. 07133031 y con timbre nacional por treinta centavos, hecha en manuscrito y con letra clara y corrida, con la cual se legalizaba el acto de la donación de los terrenos para la Casa de Maternidad de Cartagena.
El siguiente es el texto de la citada escritura: “En la ciudad de Cartagena, capital del Departamento de Bolívar en la República de Colombia a los diez días del mes de Febrero del año de 1954, ante mí, José María Bustillo Franco, Notario Público Segundo de este circuito notarial y los testigos instrumentales que se dirán y firmaran, compareció la señora doña Josefina Araujo de Sicard, mujer viuda, mayor de edad, vecina de esta ciudad, con cédula de identidad postal numero 6268 expedida en Cartagena, a quien yo notario doy fe, que personalmente conozco y dijo:
Primero: que es propietaria de cuatro lotes o solares, distinguidos con los números nueve, diez, once y doce que constituyen la manzana número diez, situados en el barrio Amberes de este municipio y que hoy forman un solo lote general y en donde se construyó la Casa de la Maternidad a virtud de autorización dada por ella a la beneficencia de Bolívar, y que hoy legaliza con el presente instrumento.
Segundo: que por medio del presente instrumento público hace expresa donación a la beneficencia de Bolívar del derecho de dominio que tiene en los expresados lotes, número nueve, diez, once y doce, que constituyen la manzana diez que hoy forman un solo lote general, situado en el barrio Amberes de esta ciudad, y cuyos linderos y medidas generales del lote o sea la manzana numero diez, son los siguientes: por el frente calle Girardot en medio, con solares de la exponente Señora Josefina Araujo de Sicard y mide por este lado sesenta (60) metros, por el fondo con solares de la beneficencia y mide por ese lado sesenta (60) metros, por la derecha, entrando, calle Guillermo Valencia, en medio, con solares pertenecientes a la Casa del Niño Desvalido y mide por ese lado treinta (30) metros, y por la izquierda, también entrando, calle de la concentración en medio, con solar del señor Dionisio Vélez Torres y mide por ese lado treinta metros: dando una extensión superficiaria de un mil ochocientos (1800) metros cuadrados.
Tercero: que también transfiere a título de donación a la beneficencia de Bolívar para que le sirva de respaldo de propiedad y posesión del terreno o lote descrito en la cláusula anterior quince (15) milésimas, ciento veinte y ocho mil tres cientos treinta y seis millonésima (0.015.128.336) partes de una acción que tiene en la comunidad denominada Alcibia y Preceptor.
Cuarto: que los inmuebles que hoy constituyen un solo lote de terreno, así como las quince milésimas, ciento veinte y ocho mil, trescientos treinta y seis millonésima (0.015.128.336) partes de una acción, motivo de esta donación las hubo la exponente por medio de las escrituras públicas doscientos ochenta y uno (281) del veintiuno de abril de mil novecientos cuarenta y tres (1943), número doscientos cuarenta (240) del dieciocho (18) de abril de mil novecientos cuarenta y dos (1942) y numero trescientos diecisiete (317) del treinta de septiembre de mil novecientos cuarenta y uno (1941), todas otorgadas en la notaria segunda de este circuito notarial, y que están libres de hipotecas, censos, condiciones resolutorias, embargos judiciales, pleitos pendientes y en general libres de todo gravamen y que se obliga al saneamiento conforme a las leyes.
Quinto: que el valor de la presente donación que la exponente hace a la beneficencia de Bolívar es la suma de Novecientos cincuenta pesos ($ 950) o sea el valor de compra de los lotes donados, que hoy forman uno solo, ya que esta donación la hizo la exponente desde hace varios años y hoy viene a perfeccionar por medio de la presente escritura. Presente en este acto el señor Doctor Julio A. Torrente Torrente, varón, mayor de edad, con cédula de ciudadanía 3948820 y libreta militar 09005 del distrito militar número diez, ambos de Cartagena. A quien yo, el Notario doy fe, que conozco, y dijo que en su carácter de síndico de la beneficencia de Bolívar, acepta la donación que por medio de este instrumento hace la señora Josefina Araujo de Sicard a la beneficencia de Bolívar, y a la vez declara, para que sirva de título a la beneficencia de Bolívar que en los lotes, que hoy forman uno solo, motivo de la presente donación, la beneficencia de Bolívar edificó con sus propios recursos una construcción de una planta, de material, techos de tejas y pisos de mosaicos, con todas sus anexidades, para que sirva de casa de maternidad para gente pobre, que ocupa un área de construcción de mil trescientos ochenta y seis metros treinta y tres centímetros cuadrados, y que fue inaugurada con ese nombre Casa de Maternidad, en la construcción invirtió la beneficencia la suma de ciento cincuenta mil pesos ($150.000). Así lo dijeron, otorgan y firman junto con los testigos instrumentales ante quienes fue leído y aprobado este instrumento, que fueron los señores Carlos Atencio y Fernando González, varones mayores de edad, vecinos de esta ciudad, de mi conocimiento personal, y en quienes no concurre causal de impedimento legal, ante mí el notario que doy fe. Se pagó el derecho de registro y demás comprobantes. Se advirtió el registro. Firmado. Josefina Araujo de Sicard. Firmado: Julio Torrente Torrente. Firmado testigo: Carlos Atencio y Fernando González. Firmado el notario segundo del circuito José María Bustillo Franco.”
Para cuando esa escritura se firmó, legalizándose la donación de los terrenos, ya la Clínica estaba funcionando. Pero antes de que ella abriera sus puertas a las maternas pobres de Cartagena y de las poblaciones vecinas, varias veces las obras de detuvieron porque los dineros se agotaron, estando inconclusa un varias ocasiones y tiempos no precisados. Fue necesario que la Lotería de Bolívar, bajo la gerencia del intelectual turbaquero Manuel Carrasquilla Del Río, suministrara dineros para continuar la construcción. Debido a su entusiasmo otras personalidades se unieron a la causa para hacer funcionar la institución y fue así como el primero de julio de 1950, dependiendo de la oficina de la Asistencia Social de Bolívar, bajo la dirección del doctor Eusebio Vargas Vélez, y con la denominación de Casa de Maternidad de Cartagena, abrió sus puertas al público, con 50 camas, una sala de cirugía y dos salas de parto, siendo los médicos de planta los Doctores José Saúl Flórez, Jorge Milanés Pernett y José María Pérez Ruíz. El departamento de enfermería bajo la dirección de Carmen Tatis Sáenz, egresada de la escuela de enfermería de la Universidad de Cartagena, quien contaba con 10 pupilas, denominación que se daba en la época a las auxiliares de enfermería. Al parecer por falta de fondos para su funcionamiento, la clínica fue cerrada en 1956, bajo la administración municipal del Coronel Luis Millán Vargas y bajo el régimen del General Rojas Pinilla.
En marzo de 1958 fue de nuevo abierta al público para funcionar sin interrupciones hasta la fecha, ahora con el nombre de Clínica de Maternidad "Rafael Calvo", en honor al doctor Rafael Calvo Castaño, pionero de la obstetricia en Cartagena, nacido en esta misma ciudad en 1870, médico egresado de la Universidad de Cartagena con cursos en Europa y Estados Unidos, fundador de la sala de obstetricia del Hospital "Santa Clara" y de la Policlínica "Rafael Calvo", de la cual fue su primer director, que funcionó inicialmente en la parte baja del Claustro de "San Agustín" y luego en una de las calles vecinas a la antigua Playa del Arsenal en el barrio de Getsemaní. Rafael Calvo Castaño fue fundador en 1903 de la escuela de enfermería de la Universidad de Cartagena y fue el primero en realizar con éxito una operación cesárea en el Hospital “Santa Clara” en 1923. Falleció a los setenta y nueve años de edad, el 15 de diciembre de 1949, no llegando a conocer las instalaciones de la institución que posteriormente habría de llevar su nombre. La clínica con su nuevo nombre reabrió sus puertas bajo la dirección del doctor Juan Barrios Zapata, quien era a la vez profesor de la Facultad de Medicina y Jefe del servicio de obstetricia del Hospital Universitario "Santa Clara". El doctor Barrios Zapata fue nombrado según oficio 123 del 7 de marzo siete de 1958. En la misma fecha fueron nombrados el doctor Roberto Dickson como anestesiólogo y Candelaria Zambrano para ejercer labores de partera. El 5 de agosto de 1958 el doctor Aníbal Martínez Herrera fue encargado del Banco de Sangre y para el 26 de septiembre del mismo año llegaría Leandra García en calidad de enfermera.
De allí hacía acá ha beneficiado a propios y extraños, a profesores, estudiantes, maternas y recién nacidos. Mientras sigue soportado vientos huracanados y tornados de toda índole, ha visto a otras instituciones de salud desaparecer con sus entrañas vueltas humo y sigue siendo el emblema académico de la obstetricia y de la ginecología cartagenera. No se debe olvidar que es el producto de un sueño y de un proyecto que gestaron hombres gigantes, hace casi ochenta años.
Lectura Recomendada:
1. Monterrosa Alvaro. Historias Para Conocer y Recordar. La enseñanza – aprendizaje de la Ginecología y La obstetricia en la Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena (1880-2009) Tomo Numero 1:
http://www.grupodeinvestigacionsaluddelamujer.com
Pestaña: Libros.