Cosas que no cuadran


Amigo lector, así es, como usted lo ha pensado, hay cosas que no cuadran en la mente de las personas. Uno no logra entender cómo existen situaciones normales que no deben ser. O será que le hacen esguince para no cumplirlas. Son eventos fiscales que desmejoran a unos y favorecen a otros.

Para comenzar, casi el 80% de los estudiantes de la Universidad de Cartagena son de la ciudad. Aprovechan al máximo el centro de educación superior más importante de la Costa Caribe. Y el distrito no le reconoce un solo peso por cada estudiante al presupuesto del alma máter, aduciendo que la universidad es del orden departamental. En cambio, el departamento y la nación, asumen los costos y gastos de funcionamiento e inversiones. Esto no cuadra, el distrito tiene que asumir su responsabilidad fiscal por adiestrar a su recurso humano. Es la única que lleva el nombre de Cartagena, las demás son del Atlántico, del Magdalena, etc., etc. Con mayor razón debe tener una contraprestación de la ciudad.

Todos los días se ven vehículos de todo tipo con placa de municipios cercanos y hasta de otras ciudades. La tributación la hacen donde aparecen registrados. Estos automotores desgastan las vías de Cartagena, por lo tanto tienen que pagar por el uso del suelo. Esto tampoco cuadra.

La mayoría de las empresas del sector Industrial de Mamonal no tributan en Cartagena, sino en sus ciudades de origen. Exceptuando a Ecopetrol, ninguna tiene avisos publicitarios para evadir el pago de avisos y tableros a las arcas del distrito. Y algo bien simpático, controversial, muchas empresas están exentas de impuestos autorizadas por el Concejo distrital. Otra cosa que no cuadra.

La Sociedad Portuaria, antes terminal Marítimo de Cartagena, fue dada en concesión por 40 años a unos particulares. Su crecimiento económico no se ve reflejado en los ciudadanos. Y no estoy seguro si tampoco pagan impuestos. Pero lo más insólito, las acciones del distrito en esta empresa se esfumaron y es la hora que nadie responde. Esto si no cuadra por ningún lado.

Ni el distrito, ni la gobernación son autosuficientes siquiera para cubrir sus gastos de funcionamiento. Sus impuestos por ley no les alcanzan para emprender megaproyectos de desarrollo. Mejor dicho, si no recibieran transferencias económicas de la nación, habría que cerrar sus puertas. Con el tiempo se han convertido en unos entes netamente burocráticos.

En Colombia el Ministerio de Educación es uno solo, sin embargo, existen grandes diferencias entre la educación pública y la privada. Esto no puede seguir sucediendo en un país donde muchos necesitamos conocimiento, principio fundamental en la gestión del desarrollo en un estado social de derecho.

Sí, existen muchas cosas que no cuadran. El legislador debe reformar estas normas para que todo sea más equitativo y justo. La vida útil de los peajes en Cartagena ya pasó, y siguen como el primer día. Esto tampoco cuadra por ninguna parte.

La última, cuando todo el mundo debe estar con él SÍ en el plebiscito, poner fin a esta guerra inútil, unos se atreven a invitar votar por el NO. Esto sí está bien descuadrado, a nadie le cabe en la cabeza.


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