Entrevista con Miguel Ángel Beltrán Villegas, profesor de la Nacional


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Foto Colprensa

El pasado 28 de octubre tuve la oportunidad de conocer al profesor Miguel Ángel Beltrán Villegas en Cartagena, durante la apertura del VI Congreso Nacional de Estudiantes Universitarios. Este año, la Corte Suprema decidió absolver al polémico profesor, quien cumplió con una condena de 6 años por supuestos vínculos con las FARC: “Para el alto tribunal el profesor universitario fue capturado, procesado y condenado con base en las pruebas recolectadas en los computadores del abatido jefe guerrillero ‘Raúl Reyes’, evidencia que fue declarada ilegal” (El Espectador, 11 sep. 2016).
Beltrán, quien ha manifestado su incesante lucha por la libertad del pensamiento, nos aporta en esta breve entrevista, una visión meditada respecto a temas tan cotidianos y polémicos como la idea de la libertad de expresión.

"El 22 de mayo de 2009 el profesor de la Universidad Nacional de Colombia, Miguel Ángel Beltrán Villegas fue deportado desde México y capturado en el aeropuerto Eldorado de Bogotá" (El Espectador, 11 sep. 2016).

Entrevista:

1) ¿Qué entiende por "pensamiento crítico"?

R//: El pensamiento crítico supone varias cosas, una de ellas es la capacidad de análisis de ir más allá de las experiencias, recordando aquella frase de Marx “si la esencia y la apariencia coincidiera, no habría necesidad de ciencia”, es decir, que si las cosas son como parecen ser no habría necesidad de indagar, de buscar otras verdades. Por otro lado, el pensamiento crítico implica ubicarse en un horizonte de conocimiento amplio, considerar todos los puntos de vista. En este sentido, supone un rechazo a cualquier fanatismo y a favor de ello, el análisis crítico busca integrar, canalizar e incorporar los diferentes puntos de vista, incluyendo los puntos de vistas de los actores, ¿qué piensan? Si voy a hacer un análisis del conflicto colombiano, pues no puedo hacerlo si no recurro, sino tomo e incorporo esas visiones de los diferentes actores. El pensamiento crítico también implica una conciencia crítica y un compromiso con la emancipación humana, con el cambio, no existe un pensamiento crítico funcional al estatus quo, porque el pensamiento crítico es una forma de subvertir las lógicas hegemónicas y en ese sentir también proponen nuevos enfoques que recogen los imaginarios sociales colectivos y las perspectivas que buscan una transformación social. Finalmente, diría que el pensamiento crítico está asociado con un compromiso ético con la búsqueda de la verdad, es decir, no guardar silencio, no dejar que las cosas pasen, ese compromiso ético que históricamente ha significado la lucha contra los poderes, llámense religiosos, económicos, políticos.

2) ¿Cuál considera que debe ser el compromiso de las universidades en las dinámicas sociales?

R//: Pienso que hay allí un campo muy importante donde la universidad debe proyectar su función social. ¿En qué consiste esta función social? No es simplemente con que el estudiante vaya y reciba un título profesional para vivir, para sobrevivir, sino que ese conocimiento que adquiere en la universidad o que se genera dentro de la imsma universidad pueda ser revertido en términos de la sociedad, que pueda contribuir a los procesos de transformación y de cambio social. Por ejemplo, un médico no puede limitarse simplemente a tener el título allí, sino que debe revertir su trabajo, debe tener una sensibilidad hacia las problemáticas sociales que tienen que ver con la salud, los problemas de salud pública, de salud colectiva, y en este punto quisiera señalar también cómo en las últimas décadas ciertos espacios se han perdido en la universidad pública, la cual se ha mantenido encerrada en su torre de marfil, aislada precisamente de esas dinámicas sociales. La universidad no puede ser apolítica, no puede ser neutral en temas, por ejemplo como el que hoy está viviendo Colombia, de la paz, de la construcción de paz. Si nosotros los universitarios queremos contribuir a esas construcciones de paz debemos participar activamente desde una perspectiva de universidad, que se piense en estrecho contacto y vinculación con el movimiento social, con las organizaciones sociales, con las problemáticas que aquejan al país, relacionadas no sólo con desplazados, sino también con educación y vivienda. Desde esa perspectiva es que yo entiendo el compromiso de la universidad.

3) ¿Qué debemos tener en cuenta al momento de hacer uso de la "libre expresión"? Es decir, ¿considera que hay algunos principios, requisitos o características con las que un individuo debe cumplir para hacer uso de la "libre expresión"?

R//: Considero que la libre expresión es el resultado de las luchas que ha desarrollado la humanidad en contra de los diferentes poderes que han tratado de imprimir al ser humano los poderes feudales, los poderes autocráticos, las tiranías. En ese sentido considero que es un gran logro que en la modernidad, la posibilidad de expresar opiniones diferentes a las dominantes. Ahora, tú preguntas si existe alguna limitación para eso o algunos principios que deben regir la libre expresión. En principio creo que se debe permitir la libre expresión de todas las visiones y cosmovisiones del mundo, para mí el único elemento que limitaría a esa libre expresión es cuando esa expresión afecta la dignidad humana, porque considero que la dignidad humana es el principio fundamental para la constitución de la sociedad y la defensa de las garantías individuales.

4) ¿Qué lo motivó a mantenerse firme durante el proceso de más de media década en contra suya?

R//: Este fue un largo proceso efectivamente de persecución tanto jurídica como en otros planos, pero hay algo que me mantuvo siempre firme y es todo el apoyo, la solidaridad, en ese sentido, la lucha que nosotros hemos librado por la libertad de pensamiento, no es una lucha individual, es una lucha colectiva y ahí está condensada esa fuerza colectiva, esa fuerza que todos y todas me han comunicado a través de sus diferentes manifestaciones, ya sean escritas, de apoyo, de solidaridad material, moral, insisto mucho en eso, el tema de la solidaridad. Y por supuesto pienso en la convicción que me ha asistido siempre de defender el pensamiento crítico, de defender la libertad de cátedra y pensaba que tenía una gran responsabilidad cuando fui enjuiciado, cuando desde la política de Seguridad Democrática se trataba de estigmatizar a las personas críticas diciendo que eran militantes de la guerrilla o simpatizantes. A mí me motivó mucho también la idea de que era una apuesta de todos los que pensamos que es necesario que en las sociedades haya un pluralismo, haya una posibilidad de expresión de diferentes puntos, así uno no los comparta, pero que se puedan expresar.

5) En cuanto al horizonte político colombiano, ¿qué expectativas tiene?

R//: Desde mi perspectiva, Colombia está viviendo una coyuntura particularmente importante donde se está jugando –los colombianos y las colombianas– la posibilidad de terminar un largo y doloroso conflicto armado, y a partir de ahí también, con la conclusión de ese conflicto, la posibilidad de construir una paz con justicia social, eso claro en el sentido de entender que los acuerdos que se han firmado y no solamente los que se firmarán con el ELN, no suponen ya la paz en sí misma, pero sí abren una puerta, una ventana para que en Colombia puedan construir hechos de paz a través de estas transformaciones políticas, sociales, económicas y culturales. La base de ellos está que en los acuerdos está claramente planteados la idea de que se darán garantías para que puedan darse el debate de ideas, sin que aquellos que pensamos diferente seamos perseguidos, judicializados y en algunos casos, asesinados. Entonces, en ese sentido, aunque sabemos que este es un camino bastante difícil, un camino bastante lleno de espinas como lo mostró el pasado plebiscito del 2 de octubre, donde la realidad también nos mostró otras cosas, otras situaciones, entre ellas, sectores que no quieren que la guerra termine en este país. Pero también vemos la voluntad y la decisión de avanzar en los procesos de construcción de paz; este es un proceso que requiere el contacto de todos los colombianos y colombianas comprometidas con los procesos de transformación, y aquí debe caber todo el mundo: profesores, estudiantes, campesinos, obreros, amas de casa, en fin, todo esto que Camilo resumía tan sencillamente pero tan profundamente, la necesidad de un frente unido, de la unión de todos para poder construir una paz con justicia social y con profundas transformaciones. Creo que de ahí, de esa unidad de los sectores sociales surja la posibilidad de que podamos construir una Colombia diferente.

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El pensamiento crítico no es terrorismo - Foto tomada del diario El Espectador.


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