Los propósitos de cada persona en el nuevo año son tan diversos como sus creencias, tan relativos como sus generaciones, tan extraños como sus costumbres pero tan respetables como su personalidad.
Se vuelve un ejercicio automático saludar y contestar mensajes clichés por estos días, repartir dulces palabras en los grupos de Whatsapp, postear en redes sociales lo bueno, lo malo y lo feo que fue el año pasado y lo que se espera para el siguiente, acompañado del cubrimiento periodístico de la celebración con fotos o videos.
Por momentos se agotan las palabras para expresar todo lo que deseamos para el otro, y se vuelven acartonadas, típicas y triviales, cuando en realidad hay cosas que no decimos, pero que pensamos y anhelamos que sucedan: sencillos eventos del día a día, que quisiéramos que fueran mejores y que nos sorprendan.
Un listado de simplezas inverosímiles es lo que yo deseo para todos en este 2017:
- Que termines la dieta que comiences
- Que te pague el que te debe
- Que avancen rápido las filas de los bancos (y en los almacenes)
- Que no se demore la atención en las peluquerías
- Que te hagan aquel favor que pediste
- Que ningún trancón se interponga en tu camino
- Que lleguen rápido tus vacaciones (y que sean eternas mientras duren)
- Que el servicio de tu EPS sea tal como lo solicitas
- Que no se dañe tu celular
- Que no se dañe tu carro
- Que todo lo cubra el seguro
- Que todas las quincenas te alcancen y te sobren
- Que nunca falte el pan en tu mesa
- Que el taxista te cobre lo justo
- Que la buseta no exceda la velocidad
- Que los delincuentes se arrepientan y no hagan nada
- Que consigas tiquetes accesibles para tu viaje anhelado
- Que llegue lo que esperas
- Que nunca se vaya lo que tienes
- Que no te falte la compañía
- Que Dios le de paciencia a todos los que claman por ella
- Que te cumplan las citas que te agenden
- Que tú hagas lo mismo con los demás
- Que el tiempo te rinda para todas las anteriores.
- Que tengas la salud para llevarlo todo a cabo.
Un poquito de cada cosa hará realidad el concepto de próspero año, pero al final el calendario sólo cambia de número, es cada uno con sus actos quien logra que en el año nuevo haya vida nueva y que más alegres los días sean.
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