La Música de Navidad y Año Nuevo. (Parte Final).Música Crossover…Sólo Para Recordar.
Influenciado por las nuevas tecnologías, sin caer rendido a sus pies, he convenido llamar música crossover, a este recordar de melómano empedernido sobre una diversidad de ritmos en que se ejecutan las canciones navideñas, ritmos que van desde la maestranza (o ritmo chandé) de Las Cuatro Fiestas del Maestro Adolfo Echeverría, la guaracha “caliente” de Aníbal Velásquez, y pasan por los boleros y las baladas para terminar con ritmos tropicales ejecutados desde los Estados Unidos de América y nuestra América Latina.
A una de las canciones más simbólicas de la navidad costeña y de buena parte del territorio colombiano la conocí el año 1965 cuando la barranquillera Nury Borrás, interpretando la inspiración del Gran Maestro Adolfo Echeverría cantó Las Cuatro Fiestas, la cual para siempre se quedó en el imaginario de nosotros los caribeños como la banda sonora de la fiesta de Las Velitas, es decir, de la Inmaculada Concepción el ocho de diciembre:
Que linda la fiesta es,
en un ocho de diciembre…
La pascua que se avecina,
anuncia la navidad,
un año nuevo se espera
que dan ganas de tomar…
Pero que sabrosas son,
las fiestas de carnavales, con
caretas y disfraces, las comparsas vienen ya.
ese golpe de tamboras, a la cumbia invita más…
No obstante, si la canción original es buena, la interpretación del Cacique de La Junta no es inferior: fue cantada también para gozar la navidad y los carnavales de Barranquilla.
A estas “Cuatro Fiestas “le siguió “Inmaculada”, también en esa misma década de los años 60 del siglo pasado,(es posible que sea del año 65) una plegaria sencilla y diciente a la madre de Jesús El Mesías, pidiendo el consuelo espiritual de quien hace la oración convertida en un canto alegre:
Inmaculada, virgen bendita
aquí te traigo esta oración,
dale el consuelo que solicita
este hijo bueno de corazón,
también te traigo unas velitas,
para festejar tu concepción….
Hoy, Nury Borrás se encuentra en el cielo de las buenas personas, desde hace muchos años y el maestro Adolfo lucha de manera tenaz por su salud y la prolongación de su existencia en este mundo terrenal; por él mil plegarias a la Virgen de la Inmaculada Concepción, a Cristo Jesús y a nuestro Dios, que lo curen, lo libren de todo mal y lo dejen con nosotros muchísimos años más de vida ¡
A Aníbal Velásquez, el Rey de la guaracha con acordeón, le corresponde por siempre el mérito de haber grabado, desde los años 60 de la centuria pasada, tres de las canciones más hermosas de estas fiestas del Gran Caribe como son: Navidad, Cinco Pa’ Las Doce, Amarga Navidad y de complemento para rumbear: Échale Pimienta y Sal.
Navidad, que con dulce cantar,
Se celebra en las almas que saben amar,
Ay que triste es andar en la vida,
Por sendas perdidas, lejos del hogar,
Sin oír una voz cariñosa,
que diga amorosa, llegó navidad,
Navidad…
Hoy, cuando a cada momento escucho y canto Cinco pa’ Las Doce, recuerdo la década de los 60, cuando estando en la calle se aproximaba la partida del año viejo y raudo llegaba el año nuevo; entonces, estuviese donde estuviese cantaba esta canción y dicho y hecho:
Me perdonan que me vaya de esta fiesta,
Pero hay algo que jamás podré olvidar:
Una linda viejecita, que me espera,
en las noches de la eterna navidad,
faltan cinco pa’ las doce,
el año va a terminar,
me voy corriendo a mi casa a
abrazar a mi mamá…
Amarga, Navidad es una vieja ranchera de la inspiración y canto del gran compositor mexicano José Alfredo Jiménez, convertida en guaracha por el Maestro Aníbal, invitando a repensar nuestra vida amorosa:
…No quiero comenzar el año nuevo,
con este mismo amor,
que me hace tanto mal.
… Y ya después que pasen muchas cosas,
que tengas mucho miedo,
vas a saber que aquello que dejaste,
fue lo que más quisiste, pero ya no hay remedio…
Pero no podía olvidar a Brisas de Diciembre del Maestro Rufo Garrido, cuya canción en ritmo de paseaito se mantiene en nuestras fiestas después de más de 50 años, remozada también con una buena versión de Moisés Angulo, la cual de igual forma, invita a bailar y cantar:
Diciembre llegó,
Con su ventolera señores,
y la brisa está,
Que llena el mundo de placeres…
El Año Viejo de la inspiración del Maestro Crescencio Salcedo, lo grabó para siempre el mexicano Tony Camargo en 1953, un excelente cantante de muchos éxitos en las décadas de los años 50 y 60 del siglo pasado, cuando se codeó con Benny Moré Y Agustín Lara, entre otros
Con una letra inspirada en el campo colombiano, por su ritmo sabroso de cumbia, El Año viejo se apropió del gusto de muchas ciudades de Colombia, México, Venezuela, Ecuador, otros países latinoamericanos, europeos y de ciudades del Japón. Recordemos un fragmento:
Yo no olvido el año nuevo,
Porque me ha dejado cosas muy buenas.
Yo no olvido el año nuevo,
porque me ha dejado
Cosas muy buenas:
Me dejó una chiva… y una buena suegra.
El Maestro Crescencio falleció muchos años atrás; Tony Camargo, en su país natal continúa activo brindando alegría a los mejicanos con la canción más emblemática de la navidad mexicana.
Sin embargo, las navidades y la llegada del año nuevo, no siempre son alegres; la muestra artística, tal vez, la más triste de todas las canciones alusivas a estas fiestas es Recuerdos de Navidad de Celio González con la Sonora Matancera de Cuba, grabada, posiblemente, a fines de la década de los 50 del siglo XX: 1958, en un LP. espectacular: Navidades con la Sonora Matancera:
…Que dolor más grande,
Yo sentí aquel día primero de enero,
cuando todo el pueblo,
Contento y feliz, reía y gozaba.
Mi novia me dijo: Amor de mi vida,
siento que me muero,
y expiró en mis brazos,
Aquella mujer que tanto adoraba.
Por eso en los días de las navidades,
para mí no hay fiesta,
porque tengo el alma,
llena de recuerdos y de sufrimientos.
De igual tonalidad, pero menos dramática es Navidad Sin Ti, una balada triste, grabada en 1987 por los Bukis,(Niños en lengua amerindia Yaqui) con la voz líder de Marco Antonio Muñiz:
Otro año ya se ha ido,
Cuantas cosas han pasado,
algo hemos aprendido,
algo hemos olvidado…
Llegó navidad, y yo sin ti
en esta soledad,
Recuerdo el día en que te perdí…
En esta selección del recuerdo no podían faltar las mujeres que desde diversos rincones de nuestra América han hecho aportes a la música de navidad y año nuevo; me refiero, por supuesto a:
Raquel Castaños,
Tania de Venezuela, y
Gloria Stefan
Raquel Castaños, siendo una niña en 1962, graba otra de las canciones inmortales de América Latina: ¿Mamá dónde están Los Juguetes? Del venezolano Oswaldo Oropeza; acompañada de los Niños Cantores de La Navidad y de una mujer adulta sin identificar, por mí persona, Raquel nos brinda, en ritmo alegre una historia triste de la pobreza de aquellos millones de niños y niñas, quienes víctimas de la pobreza extrema ven amanecer el 25 de diciembre sin un regalo, aun de los más sencillos y se preguntan:
¿Mamá dónde están los Juguetes?
El Niño Dios los Trajo?
Tania de Venezuela, siempre alegre y hermosa tiene un par de piezas musicales que nos ponen a pensar y gozar con las buenas composiciones y ejecuciones artísticas; se trata de Llegó La Navidad: una canción social de protesta, publicada en México en 1982 referida a la alegría de quienes todo lo tienen y a la tristeza de quienes nada tienen en navidad.
Parranda en Navidad es eso: una verdadera fiesta, con el espíritu del goce mundano de la navidad, pero música, en especial que llega al alma:
Agarro mi cuatrico compae, y
me voy a abrazar a mamá…
Porque el año que viene,
se acaban los pesares…
Ahora, después de un recorrido de más de 60 años de historia musical navideña, corresponde cerrar con el optimismo necesario para afrontar las dificultades de este año 2018 que se inicia; para ello nada mejor también que invitar a otra mujer triunfadora: La cubana Gloria Stefan quien en 1995 dona para la eternidad dos joyas preciosas para año nuevo y navidad: Farolito y Abriendo Puertas; cantemos algunos fragmentos para alegrar la vida desde el inicio de año.
Farolitos en el cielo,
poco a poco van naciendo
como nace el sentimiento
por las calles de mi pueblo.
Corazón, que canta,
corazón que sueña
lleno de esperanza en la noche buena…
Y… Continuemos con Abriendo Puertas:
Como después de la lluvia,
llega de nuevo la calma,
el año nuevo te espera con alegrías en el alma.
Y vamos abriendo puertas,
Y vamos cerrando heridas,
Porque en el año que llega, vamos a vivir la vida…
Que las bendiciones de nuestro Dios, Jesús el Mesías y de su Madre Santísima sean mejores para todos en este nuevo año que llega, son mis mayores y más sinceros deseos.
Con los afectos de siempre, recargados este 2018:
uellesq@hotmail.com