Uno de los grandes desafíos de la industria cosmética y mayormente aún de la industria dermatocosmética, ha sido conseguir la completa penetración de los componentes llamados principios activos, a las diferentes capas de la piel para ejercer la acción buscada y prometida al usuario.
Muchos productos actúan solo por contacto, sin penetrar, como ocurre con el maquillaje, protectores solares y los productos de limpieza facial y corporal. Otros pueden penetrar a través de los poros donde emergen las fibras capilares, lo cual no siempre asegura que lleguen a las células de la piel donde se necesita que actúen. Algunos principios activos en cambio, pueden ser absorbidos en todo el espesor de la piel y llegar incluso a otros órganos a través de los vasos sanguíneos de las capas profundas de la piel.
La investigación y desarrollo biotecnológico ha conducido al desarrollo de los llamados drones cosméticos, concepto que en principio puede confundir e incluso generar incredulidad. Los drones cosméticos consisten en cápsulas de polímeros biocompatibles y biodegradables. Estas cápsulas llevan en su interior diferentes principios activos que en general buscan regeneración, efecto antioxidante, incentivar producción de colágeno, atenuar manchas, entre otros efectos. También existen drones cuyos principios activos actúan en el cabello, ejerciendo efecto antienvejecimiento, evitando su caída excesiva y propiciando su crecimiento.
Los drones cosméticos son sistemas de entrega eficiente y selectiva de un ingrediente, el cual llega a través de capsulas a la célula seleccionada, liberando los ingredientes activos donde se necesitan. Su selectividad permite usar dosis bajas. En esta tecnología encontramos una alta eficacia de los principios activos, obtenida de forma segura y sostenida, maximizando los resultados.
Los drones cosméticos tienen en su superficie, receptores que únicamente se unen a los receptores de la membrana de la célula hacia donde van dirigidas, de tal manera que cada uno tiene una misión específica evitando que se unan a otra célula donde no se necesite su efecto y menos aún, pasen a otros órganos a través de los vasos sanguíneos. Una vez dentro de la célula, los polímeros de la cápsula dron se disuelven de forma natural y el ingrediente activo se libera de forma segura y sostenida en la célula específica. Básicamente un dron cosmético es un sistema de transporte de principios activos.
La introducción de esta tecnología en la industria cosmética, busca tener mayor selectividad en la acción de un principio activo, para la obtención de máximos resultados con la menor cantidad posible del producto.