Crepúsculo

Flagelo


Hace un mes compartí aquí Mi primer poema de amor, un intento de poema que escribí hace casi una década y que rescaté de un disco duro de un viejo computador. Ese día hablé de otros dos escritos. A continuación comparto uno de ellos, que es el segundo y último intento de poema que he escrito.

¡Oh! carne maldita que quemas mis sentidos.

Fruto prohibido que como a Adán me llevas al peor de los castigos.

Serpiente astuta que en cada crepúsculo juegas conmigo

Y me paseas por los cielos, para luego enviarme con vehemente rechazo

A las temidas entrañas del  hades.

Mujer, fruto y serpiente, eso eres mujer mía.

Tu presencia me corrompe. Tu ausencia me destruye.

Mal de males. Corpúsculo que escapa a mis fagocitos,  destruyes mi ser.

Fuerza desconocida que determina lo que ha de suceder. Hado de mi alma.

El infierno es mi condena, tu amor me vuelve un Orfeo.

Tu cara es mi mayor flagelo. Tu sonrisa el fuego que me quema.

El cielo es tu olvido. Jamás serás mía.

No merezco el cielo ni el infierno

No te tengo es cierto, tampoco te olvido.


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