Campo Elias, Manolo Duque y Quinto Guerra tres idiotas útiles que jugaron a ser alcalde de Cartagena sin tener la más mínima idea del poder que existe por el manejo político y administrativo de la ciudad. Aquí estamos frente a unos camaleones, que cambian de posturas de acuerdo a sus conveniencias. Son unas gelatinas, se acomodan a cualquier plato. Dominan, o mejor dicho, cuidan todo el espectro del distrito para el gran poder del altiplano, de los inversionistas privados y de los políticos carroñeros.
Estos tres fugaces alcalde, siempre creyeron que la ciudad los necesitaba. La historia demostró que no era así. La realidad política de hoy es otra. Bajo el manto del populismo barato, se creyeron el adalid para salvar a la ciudad. No sabiendo, que el pueblo sabía de antemano, la gran contaminación de sus apoyos políticos, de las casas políticas tradicionales y de los personajes non santos que los apoyaban. Todos llegaron y se fueron, sin importarle dejar a la ciudad sumida en el más profundo desgobierno que se tenga historia en sus 485 años de fundada.
Dato curioso de los tres alcaldes fugaces, el Procurador Carrillo ha sido su verdugo. Detrás de estos gobiernos interinos pulula una fuerza oscura que gobierna Cartagena. Son los verdaderos dueños de la ciudad, los alcaldes son circunstanciales y convencionales para que hagan la tarea o el mandado y viva Dios. Los quitan y los ponen sin ningún sonrojo. Otro dato curioso, los tres, cuando llegaron a la alcaldía se mudaron para el sector exclusivo de Barcelona de Indias. Y otro dato curioso, los tres son personas de clase media que defraudaron a su pueblo y hacen parte de los 10 alcaldes en últimos de 6 años.
La ciudad, el gobierno distrital está algarete. El ciudadano está confundido y dolido por tanto abandono, tanta ingobernabilidad, tanta corrupción y tanta desigualdad social. Espera que sus mejores hijos o hijas hagan algo por su ciudad. Pero, pareciera que todo está contaminado. Que hay un entramado maléfico de seguir gobernando como en los tiempos de la esclavitud. -La mayoría de los cartageneros somos negros, muchos pobres históricos, jóvenes sin oportunidades, necesidades acumuladas, caldo de cultivo para perpetuarse en el poder-
Sin embargo, hay salidas. La principal es alcanzar madurez política al momento de votar. Seguimos eligiendo mal. Dirán muchos, “pero es que no hay de dónde escoger”. Una verdad. La oferta de candidatos son los mismos. Hizo carrera por eso, “el menos malo”. Trasteo de votos es el común denominador. Otra salida sería hacer una gran alianza social y popular por Cartagena. -Invito a la reflexión, ya arrancó la elección del nuevo alcalde por el periodo 2020- 2023-