Lo que las palabras dejan en el camino.


 

Después de muchos años de participar activamente en varias campañas electorales en lo que a bien se conoce como movimientos alternativos en este país, después de ver como es de complejo  animar y procurar que una mayoría excluida socialmente  tome decisiones políticas amparadas en la conciencia de clase y  conocimiento de la historia política del país. Después de todo eso; esta vez la tarea  parecía no ser diferente con respecto a todo lo que antes había vivido, pero me equivoqué, si fue diferente. En el mismo desarrollo de la campaña de Colombia Humana  las  noticias falsas unidas a los memes burlones, irrespetuosos y hasta indignantes estuvieron presentes, pero pasado el momento de los resultados electorales que no nos favorecieron, pero que si marcaron un hito histórico para este proyecto político, vino  aquello que particularmente fue inesperado e infortunado: andanada de ataques por  Facebook solo por el hecho de pertenecer a la Colombia Humana y defender con la fuerza del argumento y  la evidencia una postura política basada en la Democracia real .

Esos ataques con burlas y amenazas llegaron de donde menos lo esperé: familia y amistades.

 Imposible creer que expresar desde mi muro en Facebook las preocupaciones normales que nos asisten acerca del rumbo que puede tomar este país ante el nuevo presidente o ratificar la indeclinable  decisión de seguir adelante en este proyecto de la  Colombia Humana, usando por demás la palabra respetuosa y cero memes insultantes, desataría tanto resquemor y agresión a punto de sugerirme que me fuese del país porque aquí ya no tengo un lugar. Me ofrecieron pasajes baratos.

Si esas agresiones hubiesen llegado de quien no me conoce o hace parte de la montonera que anda por las redes diciendo cuanta locura se le ocurre, vaya y venga, pero resulta que en mi Facebook solo  tengo familia, compañeros de trabajo, amistades personales, amistades políticas , fue precisamente de ese mundo selecto de donde surgieron las más desagradables agresiones, sin que yo tuviese oportunidad de debatir en el mundo de las ideas y propuestas que nos colocan en diferentes orillas sino que el nivel planteado fue :En  esa esquina, memes y agresiones personales. En esta esquina: búsqueda de debate a partir de propuestas. No fue posible. Mientras más apelaba a la necesidad de abrir el debate más fuertes las agresiones. Sentí que era algo premeditado.

Todo lo anterior ha sido  una lección de vida hoy para ratificar lo que siempre digo y sostengo:  La precariedad en formación política nos consume  como sociedad y nos perpetua  en la pre modernidad y por tanto  somos una sociedad en un Estado fallido.

  Estamos lejos de asumir la diferencia como una oportunidad para crecer. Difícil...muy difícil.

 Somos una sociedad que solo consume basura informativa, la damos por cierta antes de buscar y verificar fuente. Eso alimenta el morbo y la polarización política.

Las cadenas de tv con  más alto rating de sintonía   sin el menor pudor  muestran su sesgo político  al servicio de los cacaos económicos y se cobijan bajo el sol que más alumbre en detrimento de la ética periodista. Eso es vergonzoso.

 Los  líderes, lideresas con lenguaje incendiario cargado de fundamentalismo religioso/politico  son responsables  de esta ola de agresiones que solo perpetúan  las polarizaciones que supuestamente quieren  superar.

Las agresiones por redes  vengan de donde vengan son caldo de cultivo para las persecuciones y  situaciones de riesgo para la integridad física de quienes somos  objeto de la misma.

Hay que cuidar la palabra. Después que se lanza hay que asumirla  con todo lo que ello implica. Es difícil pero  así es. Sin sesgos.

Finalmente creí que lo mejor era  eliminar a estas personas de mi  Facebook, pero sensatamente  revisé lo  dicho y como lo he dicho sin encontrar en mis palabras intención de humillar, ofender  a quienes no comulgan conmigo en mi postura política, porque además siempre supe que éramos contradictores y los lazos familiares, de amistad parecían estar intactos. Me equivoque. Sigo aprendiendo.

"Que solo un pueblo escéptico sobre la fiesta de la guerra,
maduro para el conflicto, es un pueblo maduro para la paz".
Estanislao Zuleta

 

 

 

 


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