Guillermo Portabales (2).Canto a la Vueltabajera, a La Guantanamera y Cuando Sa


Guillermo Portabales (2).Canto a la Vueltabajera, a La Guantanamera  y Cuando Salí de Cuba.

Después de una mágica remembranza de las canciones que llevaron a la cúspide de la fama  al cantautor cubano Guillermo Portabales, retorno al cálido y final escrito recuerdo del ayer  con nuevas melodías que hacen evocar gratos momentos románticos y otros de la geopolítica latinoamericana.

Por lo anterior, saludando a otra experiencia caribeña exitosa en la ciudad, en torno a la  difusión y goce de la salsa, como es el Estadero Bar Vueltabajero, inicio con el “Canto a La Vueltabajera” del mítico compositor y músico cubano Ignacio Piñeiro (1888-1969) creador  de la agrupación Septeto Nacional, la cual hoy lleva su honroso nombre y es patrimonio de la cultura cubana y del Caribe.

Vuelta Abajo es  una región  geográfica de la Provincia Pinar del Río de Cuba, la región más occidental de la isla y es  considerada el Jardín del Caribe, con dos reservas de la biosfera declarada por Unesco, a la par de  Paisaje Cultural de la Humanidad.

Región productora   por excelencia, en Vuelta Abajo se produce el mejor tabaco habano del mundo y es considerado el corazón  de la región tabaquera de Cuba.

Por ello, no es extraño que los compositores se hayan inspirado en esta región, ni tampoco que Celia Cruz, en su época temprana interpretó también Me Voy a Pinar del Rio, con esta hermosa letra:

…Ay, yo me voy a Pinar del Río,

motivo dulce de mi cantar,

Tierra de música y poesía,

bajo sus palmas quiero soñar…

Tampoco es de extrañar que Ignacio Piñeiro, haya dedicado una de sus mejores canciones patrióticas a la Vueltabajera, interpretada por Portabales con los Guaracheros de Oriente:

En la llanura  habanera,

entre  Maadrugas y Güines,

como dulces tomeguines

canta la Vueltabajera…

Mi círculo musical personal, en torno a este paradisíaco paisaje lo cierra Mi Son Vueltabajero de Orlando Contreras, uno de los inmortales del bolero caribeño, con el Jefe Daniel Santos.

Interiorizándome  en  la música de Portabales encontré otra de las clásicas del Caribe, otra de las canciones que más versiones tiene en nuestro mundo occidental, compitiendo con el Manisero; se trata  de “Guantamera” en una versión de la composición de José Martí (1853-1895) el Apóstol de la Independencia de Cuba y arreglos musicales originales de Joseíto Fernández (1908-1979) otro de los grandes  cantautores de la música cubana, una de cuyas canciones más reconocida, es precisamente esta, Guantanamera.

Haciendo gala de su voz de trovador, Portabales regala bellos versos de Martí, tal vez, también, alguno de Joseíto y los suyos propios y dedica  esta trova a nuestra Colombia, la cual una vez visitó y le cantó de esta manera:

Guantanamera, guajira, guantanamera,

Guantanamera, guajira guantanamera.

Santa tierra colombiana

 que el papa besara un día

 correspondo a tu hidalguía con mi música cubana,

 tierra hermosa y soberana de poetas y cantores

recibe de mil amores, el amor de este cantor

  que hoy ensalza tu esplendor,

Colombia, tierra de flores.

Guantanamera, guajira guantanamera…

Finalmente resulta interesante también la versión  de Alfredo Valdés  Jr. enriquecida con trovas políticas de José Martí, poeta inmortal de América y el Caribe y muchas otras más como la de Julio Iglesias.

Guantánamo, al contrario de Pinar del Río  y Vuelta Abajo, es la región más oriental de Cuba y una próspera ciudad de la Isla; sin embargo la bahía de Guantánamo es uno de los enclaves coloniales que hasta la presente mantiene Estados Unidos de América en el mundo, luego, que después de la independencia de los cubanos, en 1903, con el pretexto de apoyar a esta arrendó el área marina referenciada para después quedarse con ella, hasta la presente, por la ley del más fuerte.

Hoy, Guantánamo es centro de reclusión en calidad de cárcel de alta seguridad para quienes a juicio de las autoridades norteamericanas son terroristas internacionales.

Dura, ha sido la lucha del pueblo cubano por su libertad, al punto que fue con Puerto Rico, uno de los dos últimos territorios latinoamericanos por liberarse  del dominio español; la segunda independencia con la revolución socialista que inició en los años 60 del siglo pasado costó muchas vidas y muchas restricciones en la calidad de vida, aunque también trajo logros impresionantes de bienestar comunitario, que muchos otros países del mundo desean tener.

Los jóvenes y un sector de los adultos cubanos acogió el socialismo; otros lo rechazaron y combatieron; igual hicieron poetas músicos, otros artistas  y cantores; otros miles prefirieron el exilio; Luis Aguilé cantautor argentino-español, fue uno de ellos después de su  larga permanencia en la isla, desde los tiempos del dictador Fulgencio Batista.

Obligado al exilio, Aguilé, preso de la nostalgia, compuso y cantó “Cuando Salí de Cuba”, canción que pronto se convirtió en un himno patriótico, de manera especial para los asilados en Miami; pronto la composición de Aguilé  recorrió el pentagrama del Caribe y el mundo, al punto que hoy existen más de 300 versiones  entre estas las del colombiano Alci Acosta, la de la cubana Celia Cruz, y sin duda alguna, otra de las mejores: la de Guillermo Portabales:

Nunca podré morir,

mi corazón, no lo tengo aquí.

Alguien me está esperando,

 me está aguardando que vuelva allí

cuando salí de Cuba

dejé mi vida, dejé mi amor,

 cuando salí de Cuba,

dejé enterrado mi corazón.

Sin embargo, la gran desilusión de los exiliados fue cuando, por confesiones a un periodista, Aguilé manifestó que su canción iba dirigida, no  a la tierra que lo había acogido con tanta nobleza, sino a una mujer  querida, que de paso, con anterioridad, había sido la novia  del hombre que más odiaban: Fidel Castro Ruz, de acuerdo con la versión  de la web libertad digital.com

Así terminan mis encuentros personales con la música de otro de los grandes trovadores de Nuestra América : Guillermo Portabales, cuyas canciones y composiciones enriquecieron  el pentagrama de mi vida , como melómano empedernido, desde cuando era un soñador adolescente en los años 60 del siglo pasado, hasta hoy, cuando después de ascender casi hasta el séptimo piso, suenan de Portabales Échale Salsita  de Ignacio Piñeiro, Mi son Cubano y Cumbiamba, dos de los petardos que también hicieron inmortal a Guillermo, quien desde el cielo de los artistas nos regala sus sones y trovas del ayer.   

Con los afectos de siempre,

 recargados este segundo semestre del 2018:

uellesq@hotmail.com

 


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