Tal como lo dijera el poeta Luis Carlos López, eso somos, una ciudad de folletín con una sociedad pseudo moralista que vive del escándalo y se rasga las vestiduras por asuntos que son casi que inevitables si la misma es puerto mercantil, de turismo y la vitrina mejor vendida a nivel mundial como Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad. Una ciudad de todos y de nadie que vive con imaginarios sociales coloniales, pero se comporta soterradamente como la más liberal en el siglo XXI.
Cartagena nuestro corralito de piedra, está por estos días, como para variar, metida en el súper escándalo porque descubrieron que el agua moja, es decir, en esta ciudad existe una red de prostitución del más alto nivel que compromete supuestamente el buen nombre y la imagen de este terruño. Eso es inadmisible.
Al común de los cartageneros-as no les aterra ni angustia la extrema pobreza que a los ojos atropella día a día y si indigna en grado sumo que haya una “madame” haciendo plata con la profesión más antigua de la humanidad. No justifico su deplorable trabajo y mucho menos que supuestamente haya enganchado menores de edad en una práctica que atenta contra la dignidad de las mujeres, a más de ser un delito; pero sí creo que ese escándalo no pasará de ser eso: Un evento de folletín para seguir evadiendo una realidad más delicada: Vamos camino a ser una sociedad decadente. Una sociedad que no es capaz de cuidar a sus niños-as, jóvenes y las deja a merced de tantas “madame” para que por unos pesos puedan llevar a casa dinero para costear sus estudios el mismo que les permite garantizarse necesidades básicas fundamentales satisfechas al cien por cien. Eso sí es escandaloso y decadente. Una sociedad donde el sistema de valores éticos-morales y ciudadanos se ve permeado por el”dinero fácil” en el marco de una cultura de la ilegalidad, es la que pone en riesgo al corralito de piedra hoy día.
En Cartagena la prostitución en todos los estratos sociales es un secreto a voces, la basura debajo del tapete. Con el escándalo sobre la red de “La madame” salió a la luz ese nivel sofisticado de la prostitución, pero y como es con lo que pasa en los alrededores del Mercado de Bazurto, Bomba El Amparo y tantos otros lugares estratégicos de la ciudad? Porqué así como se dice haber desmantelado esa red de alto nivel no hay intervención institucional en todos los focos del negocio de la prostitución en la ciudad para demostrar que en verdad existe compromiso por lo menos en dar una lucha frontal contra todas las formas de prostitución, explotación sexual de niños-as, adolescentes, trata de personas y generar acciones políticas viables y sustentables que a mediano plazo den cuenta que si es posible tener más y mejores indicadores de calidad de vida para todos-as en una Cartagena legal y humana?
Porque eso no da dinero y la prostitución como negocio produce mucho más si está asociada al tráfico de drogas y trata de personas, el mejor coctel para promover y mantener una cultura de ilegalidad donde las mafias tienen el poder económico y establecen imaginarios junto con prácticas sociales a favor del dinero “fácil “en una ciudad donde los indicadores de pobreza y exclusión social sobrepasan todo entendimiento, eso está servido en bandeja de plata. Sobrevivimos pero estamos colapsando.
La ciudad de folletín tiene un buen distractor con el caso de “La madame” o la mejor oportunidad para que se devele hasta donde llegan las ramas de ese negocio indigno y junto con ello empezar a llamar las cosas por su nombre, aparte de conocer quienes sostienen y se lucran de ese delito en la ciudad. Pero eso, creo yo, está en veremos…hablar puede costar mucho y al sistema no le sirve así. Mientras tanto pendientes del siguiente escándalo. Lo demás que espere.