Utopías 2019 de un Patrimonialista Cartagenero Ciudadano del Planeta Tierra.
Utopías 2019 de un Patrimonialista Cartagenero Ciudadano del Planeta Tierra.
Decenas de utopías por construir, sueños múltiples por realizar, olvido de los malos recuerdos y luchas miles por salir de la crisis global, es la opción que nos toca a los optimistas, a aquellos quienes en medio de la problemática social miramos con optimismo el presente que deseamos transformar y construir un futuro de bienestar para la humanidad, Colombia y Cartagena de Indias en especial.
Es desde mi opción de cartagenero y ciudadano del Planeta Tierra, que hoy esbozo algunas de las utopías a lograr en este 2019 que se inicia, acompañado de las bendiciones de Dios y de la sabiduría que sobre nuestras acciones derrame Jesús El Mesías.
Sin lugar a dudas, los dos bienes y valores sagrados que debe preservar la humanidad en su conjunto son el de la vida y la paz haciendo un pare definitivo a los conflictos internacionales y nacionales, deponiendo las armas por la luchas de las ideologías y procurando el bienestar de las mayorías, en espacios ideales de la equidad, su hermana gemela la justicia social, y la tolerancia entre los humildes y los demás estrato sociales
De esta manera, nada es más importante en este momento histórico que acabar con la guerra Palestino-israelí, la guerra en Siria, Líbano, Yemen, y los graves conflictos políticos y sociales de Venezuela, Nicaragua y nuestra Colombia, donde debe consolidarse el proceso de paz, iniciado en el 2016, sin que el Estado siga interponiendo nuevas dificultades que terminen mandando al traste los importantes logros alcanzados, entre ellos el más importante: la disminución significativa del índice de mortalidad por razones políticas.
Así estaríamos preservando el patrimonio humano, y junto con este el de la flora y la fauna que perece junto con las gentes, a la par del patrimonio cultural material e inmaterial que se transforma en “nada” con la desaparición de monumentos, comunidades, e individuos
De forma idéntica, nada es más es necesario que salvar el Planeta Tierra amenazado por el Cambio Climático, la pobreza, la desaparición de la vida en sus cinco reinos, (hasta ahora descubiertos por la ciencia),la reactivada amenaza de una guerra nuclear, la contaminación del agua, la atmósfera, la corteza terrestre, de los alimentos, de los animales y las plantas y demás seres vivientes que habitamos este minúsculo punto de nuestro universo en expansión en la hipotética compañía de uno o varios universos vecinos.
Más el compromiso, no es sólo de gobernantes y políticos o de entidades protectoras del medio ambiente; es compromiso para cada uno de nosotros los terrícolas, hacer nuestro aporte individual y colectivo, procurando vivir de la manera más amigable con la Tierra y convertirnos en ciudadanos del planeta.
Lo anterior implica que cada una de nuestras acciones, deben estar orientadas hacia la recuperación y conservación de los ecosistemas y socio ecosistemas, y hacia la promoción de la movilización social de las comunidades en su condición de agentes que promueven el cambio hacia la sostenibilidad, a través de acciones que se convierten en ejemplos de vida y exigen de manera pacífica al Estado el respeto y la garantía de los Derechos Humanos y de los Derechos de la Tierra.
En el ámbito patrimonial cartagenero son válidas las utopías mencionadas con anterioridad, más las que se enuncian a continuación:
*La salvación del Cerro de La Popa y del convento de Nuestra Señora de la Candelaria, acompañada de los proyectos de reubicación digna de los invasores, de acuerdo con los fallos judiciales.
*La implementación de la Cátedra de Historia de Cartagena de Indias, aprobada por el Decreto Distrital 0596 de 1990, bajo la administración del fallecido exalcalde Nicolás Curí Vergara.
Esta, es una obligación en mora de la Secretaría de Educación Distrital, la cual debe ser ejecutada por iniciativa propia del despacho referenciado sin que se tenga que acudir a una acción de cumplimiento por parte de los dolientes del proyecto.
*La pronta recuperación del Paseo de La Media Luna, cuyo proceso de rehabilitación se desarrolla de una manera demasiada lenta.
*La pronta ejecución del proyecto de “Protección Costera” antes que la fuerza poderosa de las olas del mar Caribe, decidan recuperar de una vez por todas, los espacios que el proceso de desarrollo urbanístico de la ciudad, le arrebató.
*La salvación de la Ciénaga de La Virgen y del Caño Juan de Angola, hoy, obstruido por diversas invasiones.
*La reforestación de la ciudad con árboles frutales con el objetivo de producir oxígeno, alimentos, sombra, disminución de la temperatura ambiente y refugio para las aves.
*La implementación de un plan recuperación y conservación de la avifauna canora del Distrito, acompañado de un plan de educación ambiental, que posibilite la concientización comunitaria sobre la necesidad de estas prácticas y la importancia del las aves en la vida cotidiana de los humanos.
*La recuperación del patrimonio cultural material (monumentos) de Tierrabomba, Bocachica y Barú, cuya historia está ligada a la geopolítica internacional de las potencias imperialistas en la lucha por mantener y apoderarse de las colonias americanas, durante el siglo XVIII.
*La recuperación de la memoria histórica y cultural de las comunidades insulares y costeras del Distrito, como mecanismo que permita conservar sus tradiciones y prácticas culturas positivas
y promueva el desarrollo humano Sostenible, entre sus habitantes.
*Descontaminar la bahía de Cartagena, liberándola de la presencia del mortal mercurio y de 36 contaminantes más que arrojan empresas estatales y privadas que funcionan en sus orillas.
*El traslado del mercado de Bazurto para salvar la Ciénaga de Las Quintas, y la definición a favor del patrimonio, del conflicto con el conjunto residencial Aquarela.
“Reducir la intolerancia y la violencia delincuencial que acaba la preciada vida de nuestros jóvenes, de manera especial.
*Erradicar, de una vez por todas con la corrupción en los entes estatales que devora los dineros que aportamos los ciudadanos con nuestros impuestos y condena a los menores a padecer la falta de alimentos complementarios en las escuelas, a los enfermos a morirse por la falta de atención y de medicamentos y a la ciudad a padecer por falta de obras de infraestructura en el peor de los casos, y en el mejor de estos a disponer de obras inservibles, entre otros males.
Son estas 13, de las más importantes utopías de las cuales debemos apropiarnos los cartageneros en el presente año; algunas de estas son de corto plazo y otras de mediana y larga duración; algunas implican mayores dificultades que otras, más ninguna es imposible de realizar con los recursos propios del Distrito, del gobierno nacional y la cooperación internacional.
Nuestro aporte individual está disponible y debe darse la voluntad política de los gobernantes para materializar las utopías referenciadas; aunque esta es la parte más difícil, debe ser catalizada por la movilización social de los ciudadanos, la fuerza que transforma la historia y que de manera ineludible nos conducirá a una Cartagena Sostenible.
Con los afectos de siempre, súper recargados este 2019.
UBALDO JOSÉ ELLES QUINTANA.