Es un derroche de dinero, desde el momento en que se arma una candidatura. Se inicia con el trasfuguismo de los potenciales votantes, las listas y las consabidas zonificaciones a zonas donde se puedan contar al momento de las elecciones.
Muchas amenazas de muerte se han escuchado, lo mismo que el famoso “vómito negro” cuando los candidatos considerados seguros en salir, no les aparecen los votos. Los ciudadanos les hacen “pistola”, como se dice vulgarmente. Por eso, la zonificación es el antídoto para no correr estos riegos. Muéstrame tu zonificación, dice el barón electoral, de acuerdo a ella llegan los recursos. – Toda esta zonificación pasa por unos filtros de verificación y luego a una base de datos.
La zonificación hoy en día, es direccionada por el mismo candidato. Hay puestos y localidades claves donde más abundan los votos. Pagar y pagar…. Antes las personas o líderes afines con un candidato, organizaba su gente sin esperar apoyos económicos. Sólo llegaba la logística al momento de las elecciones. Eran electores de carne y hueso, y con algún grado de compromiso, diferente lo que sucede actualmente, listas y listas llenas de futuros votantes sin ningún interés en los candidatos, tan solo el interés económico.
La cadena de amarres de votos comienza desde el barrio. Desde el edil o líder hasta las puertas del candidato a la gobernación o alcaldía, claro pasando por los candidatos al concejo y asamblea. En cada parada hay que aflojar recursos. Por eso, se sigue insistiendo que la competencia política es desigual. La mayoría de los votos vienen con sello de garantía, marcados. Hizo carrera la expresión” si tienes plata lánzate a la política”. Hay que pagar para que inscriban la cédula, hay que pagar para que asistan a una reunión. Hay que pagar para votar, hay que pagar para todo.
Para que todos estos momentos se den, es decir, visitas, reuniones masivas, zonificaciones, votar, etc., etc., deben correr ríos de dinero. Plata constante y sonante. ¿Quién cumple con los topes legales? Nadie. Se desdibuja la democracia y la intención del voto -Las encuestas otro gasto de dinero para aparecer en los primeros lugares- Y quizás el último gasto de campaña, la misma registraduría. Muchos aseguran, que aquí se gana o se pierde una elección -Se volvió normal las inconsistencias en los E 14 – (https://www.registraduria.gov.co/Todos-los-formularios-E-14,3533.html)
Los ciudadanos nos quedamos boquiabiertos, impávidos; al ver como un candidato alcanza tantos votos sin ser tan aceptado en la comunidad. Y lo real, es que toda esta alta votación obedece a un proceso turbio, mentiroso, fullero. Y un dato importante, en las próximas zonificaciones aparecerán muchos venezolanos y también los más de 60 mil ninis que no estudian ni trabajan.
Espere: Competencia desigual 4. La compra de votos.