El dilema entre cambiar o transformar nuestras vidas

Transformar, en vez de cambiar


¿Cómo se le ocurre a un Psicoterapeuta, Trainer Psico Social con más de 20 años de experiencia, que ha estado en distintos e importantes escenarios como conferencista en diversos países, que escribe artículos y libros de superación, que ha transmitido sus conocimientos y experiencias a miles de personas a través de cursos, formaciones, seminarios, conferencias multitudinarias y talleres, venir a decir que “cambiar es contraproducente o peligroso”, cuando más bien debería exhortar a las personas a “cambiar para mejorar sus vidas”.?

Lo anterior fue un comentario que me hizo una usuaria de redes sociales, quien me reclamó por haber publicado en facebook e instagram que "cambiar era malo". Dentro de su llamado de atención me preguntó “¿qué era eso tan malo que había pasado en mi vida, para decir semejante cosa a la gente siendo un Coach?, cuando lo más importante y necesario para que las personas mejoren es precisamente cambiar”. Afortunadamente me han pasado muchas cosas y de todas he aprendido, ninguna me ha traumado y espero me sigan ocurriendo nuevas situaciones, sino imaginen lo aburrida que sería la vida.

Gracias a esta persona a quien deseo que la vida la colme de cosas maravillosas, pude alcanzar uno de los objetivos que tenía previsto con la publicación que coloqué en las redes sociales, me alegro haberlo cumplido; logré llamar la atención y despertar el interés en la gente, que movieran sus dedos y me escribieran; que me preguntaran cosas; que se le despertara la curiosidad por saber a que me refería y sumar más conocimiento a sus vidas.

la imagen publicada es la siguiente:

Nunca cambies es peligroso

Las interpretaciones que se pueden hacer de buenas a primeras a la frase de esta imagen, indudablemente son muchas, los filtros condicionantes y los sistemas de creencias que tenemos, los cuales estan supeditados a una particular percepción del mundo, determinada por nuestra historia personal y social, nos suelen llevar a sacar una serie de conclusiones muy variopintas e interesantes. Por ello, quiero presentarte a continuación mi postulado, ojo, no es una verdad absoluta, es una alternativa, un constructo que puede ser útil para la vida.

Constantemente vemos o escuchamos de manera insistente que debemos o tenemos que cambiar nuestra manera de ser para mejorar, para que nos vaya bien en la vida o para lograr las cosas que queremos. Sin embargo, es una concepción muy básica y poco funcional para alcanzar esa mejoría significativa en alguno o varios aspectos de nuestra existencia. Para entender mejor esto, es necesario partir de la definición básica del término Cambio.

Cambiar, alude a una sustitución abrupta de algo. Para explicarlo con algo más sencillo, práctico y cotidiano, quitarse una ropa interior sucia y ponerse otra es otro ejemplo claro de cambio, se sustituye un elemento que ya puede que sea desagradable o ya no es útil, por otro elemento similar o diferente.

Ahora, por qué digo que los cambios no necesariamente son buenos, pues bien, reemplazar un elemento por otro en el aspecto social o humano, evita que se mantenga nuestra natural esencia, e incluso hace que muestres o construyas una realidad que no es cierta. Por ejemplo cambiar de pareja, no mejora o desmejora tu felicidad; cambiar de políticos o gobernantes, no soluciona la situación país, ni tu bienestar personal; cambiarte de ropa, no te hace más o menos inteligente. Dicho esto, de seguro salta la pregunta, ¿ok, para qué sirve el cambio entonces?

Pues los cambios son situaciones que tienen que ver con procesos objetivos, no es una cuestión del sujeto o individuo, o sea, no es una acción subjetiva, por ende, decir que alguien decide cambiar su manera de ser es dudoso, ya que no depende de un factor interno y consciente. Los cambios estan directamente relacionados con factores externos, ocurren y sirven para dinamizar la vida, es una especie de herramienta del universo o la naturaleza, que nos permite aprender y obtener experiencia. Por lo general los cambios son sucesos súbitos, a veces inesperados e incluso están por encima de nuestra capacidad de control.

Como personas, decir que vamos a cambiar algo en nosotros, es meramente difícil, ya que es algo que no podamos materializar por cuenta propia, es imposible ser otra cosa distinta a un ser humano; decir un día que dejamos de ser persona y que ahora seremos jirafas o delfines es contra natura. Nuestra personalidad tiene su propia esencia y por más que la adornemos o tratemos de ocultar, hay algo que siempre nos diferencia del resto, que nos hace únicos. Decirle a alguien que cambie es pretender que se sustituya por otro y eso es absurdo, la única forma que eso suceda es que le brote o se genere un trastorno de personalidad múltiple.

Ahora, quiero dejar claro todo y aquí viene realmente lo importante, es algo en lo que trabajo con mis clientes en consulta, o que busco de transmitir en mis formaciones, cursos y conferencias, cuando hago entrenamiento PsicoSocial. Es lo que me permite ayudar a las personas a conseguir procesos de mejora significativa, sin tener como premisa el cambio.

Para poder mejorar nuestra vida, en vez de cambiar, hay que transformar. Visto de manera superficial, transformación puede parecer un sinónimo de cambio, sin embargo desde el punto de vista etimológico son términos con significados completamente diferentes. Cuando cambiar se refiere a sustituir un elemento por otro, como por ejemplo cambiar los muebles de la casa por unos nuevos, transformación tiene que ver con modificar el mismo elemento sin que pierda su esencia o naturaleza. En lo humano, la resiliencia sería uno de las formas en que podemos transformarnos, evolucionar y mejorar nuestra vida, sin dejar de ser nosotros mismos.

Para saber más sobre cómo transformar nuestras vidas u otros temas, sígueme a través de mis redes sociales. Un abrazo.


TAMBIEN TE PUEDE GUSTAR