El flamante campeón del tour de Francia 2019 (la competencia ciclística más importante del mundo), el colombiano de tan solo 22 años, Egan Bernal, en su primera declaración a la televisión internacional afirmaba con inmensa sinceridad que aún no se creía lo que acababa de lograr, que solamente deseaba celebrar con su familia y que le tomaría cierto tiempo asimilar lo conseguido y definir cuál será su próximo objetivo. Si quieres ser grande, debes ser el más humilde, y la humildad de Egan en sus declaraciones es genuina después del gran logro alcanzado, es un ser “especial”. Además es poliglota, lo pudimos ver al momento de dar las gracias en cuatro idiomas distintos(fantástico), sin mencionar la fortaleza física y mental necesaria para ganar el tour, detalles que lo hacen un ser muy “especial”. Felicitaciones Egan, eres un ciclista excepcional y una gran persona, un ser “especial”.
Son de igual forma “especiales” los colombianos Juan Sebastián Cabal y Robert Farah quienes hace un par de semanas se declararon campeones en dobles en la catedral del tenis, en Wimbledon, el Grand slam más prestigioso del mundo. La lista de personas “especiales” en nuestro país es larga: Gabriel García Márquez una pluma e imaginación especial; Shakira una voz y carisma “especial”; Fernando Botero, un artista “especial”; Edgar Rentería, Mariana Pajon, James Rodriguez, Catherine Ibarguen, Manuel Elkin Patarroyo, todos en sus disciplinas son “especiales”.
El ser “especial” no es exclusivo de personas famosas, tambien es importante y “especial” la labor del recolector de basura, del vigilante, del conductor de servicio público, del guía turistico, las vendedoras de fritos, los profesores, los médicos, el tintero, el inmigrante, los doctores, quienes hacen dieta son “especiales”, quienes van al gimnasio tambien, las madres y padres solteros, los servidores de la iglesia por supuesto son súper “especiales”, el hermano mayor es “especial”, el hermano menor tambien, los que estudian fueran del país son “especiales”, las abuelas son “especiales” entre otros.
Si tú estás leyendo estas líneas eres “especial” ,sabes leer y usar el internet y eso te hace especial. Además estas respirando y por eso eres “especial” y tus ojos pueden ver y por eso tambien eres “especial”. Podría seguir dando cientos y miles de ejemplos de cómo todos somos “especiales”, todos tenemos dones que nos hacen únicos y diferentes.
Son suficientes entonces los ejemplos anteriores para entender que TODOS somos ESPECIALES? Que las etiquetas son innecesarias y que al referirse a un niño o niña con disCapacidad como un niño “especial” lo que hacemos es segregar y excluir? Dejemos entonces de referirnos a las personas con síndrome de down, con autismo, personas sordas, de talla baja o hidrocefalia o de cualquier disCapacidad como personas “especiales”.
Tú y yo somos especiales y aun asi, no nos llaman y nos catalogan como “especiales”, porque entonces hacerlo con los demás. Y esto no es solo cuestión de usar un lenguaje correcto e inclusivo (aunque por allí sería un buen comienzo), es por entender que si todos somos distintos y “especiales”, es prejuicioso e innecesario referirnos a algunas personas asi. Lo mejor siempre será llamar a las personas, a todas, por su nombre entonces.