Estimado Immanuel Kant, después de 235 años de la publicación de tu texto "Respuesta a la pregunta: ¿Qué es la Ilustración?", déjame contarte que la humanidad ha tenido enormes avances científicos, tecnológicos e incluso también en materia de Derechos Humanos, entre otros; pero poco ha servido tu planteamiento sobre la minoría y la mayoría de edad. Te agradezco por retarnos a pensar por nuestra cuenta, pero esa ha sido la tarea que más le ha costado a la humanidad. De hecho, quiero decirte que entre más seres humanos hay en el mundo, en vez de haber mayor razón crítica, lo que ha pasado es que ha aumentado proporcionalmente la estupidez.
Aplaudo tu esfuerzo por tratar de dejar un legado de pensamiento crítico, pero a la gente le importa un carajo lo que escribiste y prefieren creer en las opiniones que otros fabrican con el objetivo de manipular, ni siquiera verifican las fuentes de lo que escuchan, leen o ven. Lo más triste de todo, querido Immanuel, es que existen personas que ya tienen títulos profesionales, de especializaciones, maestrías e incluso doctorados (creo que te sorprendería conocer el sistema educativo actual), y a pesar de la educación que han recibido en instituciones de mucho renombre, siguen siendo menores de edad. ¿Te imaginas eso, Immanuel? Gente educada que sigue siendo menor de edad.
En realidad no sé qué será de la humanidad en el futuro, querido Kant, pero parece que las cosas no mejorarán por ahora. Entre más personas hay en el mundo, más crece la injusticia, la desigualdad y la ignorancia. El mundo está lleno de señores malvados que solo quieren manipular al resto para mantener un sistema de dominio económico sin importar las consecuencias en diversos aspectos de la vida tanto biológica como social. Y lo peor del cuento, estimado Immanuel, es que la mayoría de personas que ya cuentan con un acceso a la información que en tu época era imposible, sigue siendo igual de estúpida que en la edad media.
¿Será, Kant, que la filosofía aun tiene esperanza? ¿Será que todavía vale la pena dedicarse a pensar en un mundo donde los más ignorantes creen lo más sublime es "trabajar, trabajar y trabajar"? ¿Por qué a la gente no le da vergüenza su propia ignorancia? ¿Cómo es posible que la gente no se de cuenta de lo horrible que es carecer de criterio propio? Es muy difícil argumentar cuando la mayoría vive de las vulgares opiniones del común.
Kant, ahora existe algo llamado redes sociales, cuyo propósito se supone que es conectar a las personas. Tal vez no entiendas por qué carajos la gente necesita conectarse por un medio digital cuando lo más valioso es la conexión personal, tal como todos hacían en tu época. Pero Kant, ¿sabes qué ha pasado con las redes sociales? Esto sólo ha exacerbado la vulgaridad del pensamiento.
Tal vez esperabas que con tu texto más personas pudieran despertar del letargo de la minoría de edad y poder liberarse así de la manipulación que el poder político, religioso y económico siempre han querido ejercer sobre el grueso de la población; pero muchos, por muy viejos que sean, han sido incapaces de alcanzar la mayoría de edad, son inválidos del pensamiento.
Por ahora me despido estimado Kant, espero que algún día podamos conversar, no sé cuanto tiempo falta para que yo también muera, espero que no sea por ahora, porque a pesar de que el mundo está lleno de idiotas, la vida es muy bacana y depende de uno ser feliz y salir progresivamente de la ignorancia; aunque sea una utopía, es de esas que vale la pena asumir. Aunque a muchos les importe un pepino lo que escribiste hace dos siglos, te doy las gracias porque a través de los textos que escribiste con tanto esfuerzo, así como todos los filósofos, me han servido para comprender la magnitud de mi propia estupidez y empezar a esforzarme poco a poco para no ser como la mayoría. Cada vez es más difícil ser diferente, porque ahora es más fácil ser próspero y reconocido sin necesidad de ser inteligente, crítico y autónomo. Basta con ser idiota y tener acceso a redes sociales para convertirse en influencer (término que seguramente te parecerá vacío).
Sin más, mi apreciado filósofo, espero que sigas descansando en paz y que tus textos perduren en la historia, para que los pocos que se atreven a caminar en contra de la corriente encuentren una manera de conocerse a sí mismos.
#SapereAudeChallenge