Hay que comenzar el año nuevo riendo. Darle gracias a Dios por un año más que aguantamos en esta jungla tan espesa, que muchos siguen atrapados sin poder ver la luz al final del túnel. Tenemos nuevos gobernantes y renovación de algunos concejales, diputados y ediles en todo el territorio colombiano.
En estos primeros días del año 2020 ocurren vivencias. Se encuentran dos amigos, llega otro por casualidad y ya son tres. Abrazos van abrazos vienen por el nuevo año. Dice uno, pero ustedes no le pasan los años; no te creas, responde otro, ya las cosas no son lo mismo. Cómo así, habla un tercero, qué te pintas el pelo, increpa, y agrega, ustedes tienen el pelo negrito; toca responden, para ocultar los años. Bueno fíjense que yo nunca me lo he pintado de nada. Nadie te lo cree, dice uno, jajaja, créanlo yo nunca me lo he pintado.
Y cambiando de tema, la familia cómo está, dice uno. Todo bien gracias a Dios. Mis hijos profesionales y están trabajando. Mis hijas, dos profesionales y trabajan, la última todavía está en la universidad, dice otro. A mí, dice un tercero., me ha tocado muy duro con mis dos hijos. ¿Ajá y por qué? Hombre, estos hijos míos no han querido estudiar nada. Comienzan una carrera y no terminan. El varón está insoportable, su mama lo alcahuetea, hace lo que le da la gana, y según me han dicho algunos vecinos tiene problemas de drogadicción. Y para rematar, mi hija le hicieron dos hijos, y no sabe quiénes son sus padres. Yo los registré con mis apellidos. Uff que cosa mi hermano. Es una situación bien compleja, atestigua uno. Y reafirma, esto ´pasa en muchas familias cartageneras.
Casimiro, Prudencio y Ezequiel son los tres amigos de esta historia, que puede ser la suya. Casimiro asegura que hoy en día el que no estudia, no vale nada, tiene pocas oportunidades de trabajo. En estos tiempos lo que vale son las competencias laborales. Es verdad reafirma Ezequiel. Pobres hijos míos termina Prudencio, tendrán que vivir será del rebusque, de la economía informal. No te asombres, más del 50% de la sociedad de Cartagena vive de eso, del rebusque, afirma uno.
Ezequiel pregunta, y cómo va lo de la pensión de ustedes. Casimiro dice, creo que mal, todavía me faltan unos cinco años y no sé si los aguante. Y Prudencio dice, yo estoy peor, estoy en un fondo privado, y me dijeron que me podría pensionar en siete años o sino recibir el capital ahorrado más los intereses. No seas marica, coge el billete mejor. Algo se hace. Pero, muchos dicen que pensión es pensión., mucho o poco, se recibe todos los meses, se defiende. Qué carajo, dice Ezequiel, es mejor el billete ahora que dentro de siete años, y remata, tú eres economista, tu veras si te los vas a gastar todo y no montas siquiera un Tumba cuchara.
Oye Prudencio, y cuanto sería lo que devolvería el Fondo Privado. Casi 200 millones. Cógelo, cógelo, y vive tus últimos años sin padecer de nada. Te aseguro que con la pensión vas a vivir alcanzado como estas ahora. Un salario mínimo, no mi hermano eso no es justo, tanto trabajar para tener una pensión miserable. Y la estupidez de vincularme a un Fondo Privado. Esto fue un gran engaño al pueblo colombiano. Bueno yo, dice Ezequiel, estoy en Colepensiones, y más que bien, debo recibir una pensión de casi dos millones, en tres años debe salir. Qué bien mi hermano afirmaron.
Pregunta Ezequiel, y ustedes cómo ven al nuevo alcalde y al nuevo gobernador. Comenta uno, por los lados del distrito las cosas deben cambiar. William Dau Chamat es un fenómeno. Nunca pensó ganarse la alcaldía. Hasta ahora, dice otro, ha armado un gabinete con mucha conciencia social, sobre todo va ayudar a mucha gente salir de la pobreza extrema. Y por el lado del departamento sigue lo mismo, nada va a cambiar. El nuevo gobernador, es lo mismo de lo mismo. Yo recuerdo, afirma Ezequiel, que Gossaín su eslogan era, “Bolívar ganador” y Dumek borró todo y escribió, “Bolívar sí avanza”, no sé con qué vendrá Vicente Blel. Fin de las vivencias.