A raíz de la aparición del coronavirus en el mundo, se presentan similitudes y diferencias. Todos los países han adoptado medidas conducentes a disminuir el contagio. Aplanar la famosa curva es la consigna de todos los gobernantes, para evitar el colapso de los sistemas sanitarios. Algunos están pagando las consecuencias de no prepararse con la llegada del virus. Muchos pensaron que era un simple refriado, una ligera gripe. El tiempo se encargó de sentenciar a la humanidad.
A la fecha de hoy hay casi 6 millones infectados y han muerto más de 352 mil personas en todos los continentes, menos en la Antártida. Surgió en la provincia de Hubei en China, exactamente en la ciudad de Wuhan. y se propagó con una velocidad impresionante. En Europa, España, Italia y Francia se convirtieron en los epicentros de contagios, posteriormente los Estados Unidos y Brasil. Colombia siguió con atención los acontecimientos, se preparó a cuenta gotas, y hoy tiene más de 23 mol infectados y las muertes ya pasaron de 700.
El 11 de marzo de este año, la OMS declaró el virus como una pandemia. Desde esa fecha, se han presentado similitudes y diferencias por el coronavirus. Regulaciones, restricciones, aislamiento preventivo, confinamiento y cuarentena se han venido haciendo en todas partes por orden de los gobiernos y la gran cuota de sacrificio de los ciudadanos. Todas esas normas son similares. Las grandes diferencias se presentan es en el comportamiento de las personas. Mientras China dio ejemplo de comportamiento para frenar el contagio, en otras latitudes desestimaron la gravedad del virus y sus consecuencias.
Es un hecho real y mortal la covid-19. Pero nadie tiene una varita mágica para detenerlo. Ni siquiera las potencias mundiales han podido hallar una vacuna. La salud de la humanidad está en alerta roja, se cambiaron los roles de las variables universales, primero la salud y después lo demás, hasta los mercados La dinámica del coronavirus ha dictado lo previsible para los diferentes programas y proyectos que deben aparecer en los Planes de Desarrollo.
Sin embargo, surgen mentes peregrinas, discusiones bizantinas, estrategas descollantes y hasta periodistas ilusos en decir a voz en cuello que algunos gobernantes no han tenido la suficiente autoridad para contener el virus en sus regiones, como si la cosa fuera tan fácil., es decir, soplar y hacer botellas. En América Latina, África y la India la informalidad supera la ficción. Su idiosincrasia es única. Distinto en países que tienen resuelta sus necesidades vitales, y le es más fácil resistir una larga cuarentena, y eso, no por mucho tiempo. Aquí aparecen grandes diferencias. Lo concreto y contundente de esta pandemia del coronavirus es que los ciudadanos seamos responsables con nuestras propias vidas y la de nuestras familias, lo demás son pañitos de agua tibia.