Con justificadas razones varios ambientalistas de la ciudad, de manera conjunta con los habitantes de las comunidades del radio de influencia de El Laguito de la Bahía de Cartagena de Indias, estamos sorprendidos, en grado sumo, con el aviso de las autoridades ambientales locales regionales y nacionales de invertir 750 millones de pesos, “en un nuevo estudio que conduzca hacia la solución definitiva” de la sedimentación de este cuerpo de agua y las consiguientes crisis ambientales que viene padeciendo desde hace varias décadas, cuando a un centro hotelero se le autorizó recuperar playas del mar Caribe, para ampliar las instalaciones institucionales.
Vaya que si lo hizo, y con el visto bueno de diversas autoridades, se arrebató y se escrituró en un lapso comprendido entre 1973 y 1980, 30.000 metros cuadrados afectando desde entonces la vida del pequeño ecosistema, en el cual, la dinámica de las aguas marinas cambió y con esta la vida animal y vegetal, y se llegó al colmo que el cuerpo de agua, paradójicamente podía ser atravesado a pie; todo el desastre fue producto de un buen trabajo de ingeniería realizado para favorecer los intereses mezquinos de unos pocos y perjudicar a miles de seres animales y humanos
Sin duda alguna, la historia del ecocidio es de vieja data, y la parte esencial de ella, la cuenta uno de los héroes ambientales poco conocidos en la ciudad como, es el abogado Norberto Gary García, quien para subsanar el daño ambiental:
demandó a “la Alcaldía de Cartagena, a la superintendencia de Notariado y Registro, al Ministerio de Defensa, a la Capitanía del Puerto de esta ciudad, todos por su actitud pasiva ante ese despojo que se le hizo al Estado”. Redunda escribir que el Dr. Gary obtuvo un resonante triunfo con su demanda ante el Consejo de Estado,6 de marzo del 2013, después de recibir concepto negativo del Tribunal Administrativo de Bolívar.
“El trabajo de ingeniería fue tan bueno que siete años después en el 80, hacen una escritura pública, que dice: Fruto de la labor de recuperación de los terrenos (por parte del Hotel Hilton) las medidas y linderos son las siguientes…; y el lote crece de 8.000 metros a más de 30.000metros cuadrados a expensas de nuestro mar territorial.”
“El fallo también obliga al Hilton a hacer los trabajos de descontaminación de El Laguito por ser responsable de ese daño ambiental. El espolón de la izquierda, además de extender la propiedad, tapona de hecho el espejo de agua; donde antes había que nadar para cruzar la boca de El Laguito y paulatinamente se fue cerrando y ahora se pasa caminando y está muy contaminado”.
Fiel a sus concepciones, el abogado afirma también que “hay un fenómeno que se llama degradación del uso. Al habérsele dado a este bien público un uso diferente, termina cambiando de uso y de destinación, porque degradaron esa franja de mar territorial y la zona de playa, al convertirla en parqueadora, piscina y las demás obras que tiene allí el Hilton para su explotación privada. Entonces, ese bien degradado es inalienable e imprescriptible” …
Es esta, en síntesis, la historia del ecocidio cometido contra este cuerpo de agua, que por su posición estratégica, por los barrios que baña, por sus bienes ambientales y por sus atractivos turísticos cobró una fuerte personalidad histórica en el contexto ambiental de la Fantástica Cartagena de Indias.
Es esta la historia esencial de El Laguito, tomada textual y casi de manera textual de la entrevista que el doctor Norberto Gary García concedió al excelente periodista Pedro Torres Vergel difundida en el universal.com con el titular “Claridades de un fallo histórico que marca a El Laguito”; a esta entrevista se le unen dos artículos más para completar la historia de otro de los múltiples atentados contra los ecosistemas cartageneros.
Fue así, como el paso prohibido por “las playas del hotel” quedó libre; sin embargo, el peso de la sentencia determinó, además que la empresa hotelera debía recompensar el daño ambiental construyendo un parque con igual dimensión a la del área afectada en el mar mantenerlo por 30 años y hacer mantenimiento a los espolones construidos, evitando que el Laguito colapsara.
La historia del parque es desconocida para mí, pero lo que si es seguro que el colapso ambiental del cuerpo de agua, es producto de las construcciones referenciadas, y que casi nunca la empresa hotelera se interesó por preservar el bien ambiental, produciéndose la catástrofe que hoy conoce Colombia y el Planeta Tierra
Pero. de manera afortunada, la sociedad civil, los habitantes de la zona , las asociaciones de vecinos reaccionaron ante el taponamiento del Laguito , la sucesiva mortandad de peces y el consiguiente riesgo ambiental, exigiendo de las autoridades soluciones a la crisis que vulnera los más elementales derechos humanos y los de los seres no humanos.
Vista así la situación en un panorama de 360 grados, la causa central de la crisis del ecosistema, es la construcción de las obras construidas por el Hotel Hilton, ya referenciadas, y ahí debe centrase la solución, modificando reestructurando o anulando las causas del deterioro.
Esta es la solución definitiva: Por ello, invertir 750 millones de pesos en nuevos estudios, es como invertirlos en la búsqueda de las causas que generan el agua tibia.
Por ello, con el debido respeto que merece el ministro de ambiente y desarrollo Sostenible de Colombia, el alcalde de la ciudad y los directores de Epa y Cardique, les invito a:
PRIMERO: Que conozcan la historia del ecocidio a través de los documentos periodísticos (ya referenciados) producidos por el eximio periodista Pedro Torres Vergel del Universal y se convenzan que las soluciones definitivas ya están cantadas en “música popular,religiosa y música clásica.
SEGUNDO. Que lejos de invertir ese dinero, lejos de desperdiciar los impuestos que pagamos los colombianos en más estudios inútiles, lo inviertan desde ya en las soluciones definitivas del problema.
TERCERO. Es necesario que escuchen la voz del pueblo elevada por las comunidades y sus asociaciones, por ambientalistas y ecologistas, quienes hemos sufrido durante décadas los atentados contra los ecosistemas y los bienes de nuestro mar territorial y demás cuerpos de agua.
CUARTO. Que las autoridades ambientales involucradas soliciten a “INVEMAR” la cesión gratuita de esos estudios al Distrito de Cartagena, pues estoy convencido que tan grave problema ya debe estar estudiado por este instituto de Investigaciones marinas, pues esa es su misión. (desde 1994), es su razón de ser y ante un ente serio como este, la situación no puede pasar desapercibida, y mucho menos no tener una propuesta de solución, un proyecto concreto, ante un daño que cubre varias décadas a la vista del mundo entero.
Con los afectos de siempre, fortalecidos con la gestión ambiental de los habitantes del radio de influencia del Laguito y sus asociaciones comunitarias:
UBALDO JOSÉ ELLES QUINTANA.