Olga Elena Vallejo Calle
Sub directora Campo Psicología de las Organizaciones y del Trabajo - COLPSIC
Hace un año la OMS decretó la pandemia (11/03/2019), derivada de la enfermedad ocasionada por el SARC-CoV-2, virus conocido como COVID-19, que fue descubierto en Wuhan-China, al comprobar la presencia de dicho virus en más de 200 países ocasionando muertes masivas. Esta situación obligó a los gobiernos de las diferentes naciones a tomar medidas excepcionales de prevención y fue cuando el presidente Iván Duque, decretó cuarentena obligatoria (24/03/2019), antes de que se presentaran casos masivos de la enfermedad -picos de pandemia- en Colombia. Sin embargo, a pesar de que en el país teníamos muy pocos casos, pudimos observar a través de los medios de comunicación, lo nefasto, mortal y devastador que fue este virus, inicialmente en países como China e Italia, y posteriormente en España Estados Unidos y Ecuador, en los cuales, a pesar de contar con un buen sistema de salud, éste se vio colapsado ante los miles de casos de pacientes graves con covid-19 que requerían hospitalización en UCI. A esto se sumó el colapso de los servicios funerarios ante la cantidad creciente de muertos y la necesidad de cremar a los fallecidos Covid positivos. En ese momento, la única certeza que teníamos en Colombia era la “incertidumbre” ante lo que pudiera ocurrir en nuestro país a causa de este virus, teniendo en cuenta las falencias de nuestro sistema de salud y el hecho de que este virus era algo totalmente nuevo y desconocido, diferente a los coronavirus descubiertos previamente.
Esta situación de pandemia, sumada al confinamiento obligatorio a nivel nacional que se prolongó hasta el 01 de septiembre del 2020, obligándonos a cambiar drásticamente nuestro estilo de vida, la forma de relacionarnos, la dinámica familiar y nuestra modalidad de trabajo y de estudio que pasó de presencial a remoto (home office o teletrabajo), debido a su crecimiento exponencial, colapsando las UCI y ocasionando cientos de muertes en diferentes ciudades, ha generado reacciones emocionales, tales como miedo, temor, preocupación, angustia, ansiedad, ira, agresividad, frustración, tristeza, impotencia, desesperanza y ha incrementado significativamente los casos de intolerancia, incertidumbre, violencia intrafamiliar, depresión, ansiedad, estrés, riesgos psicosociales, etc. razón por la cual hoy también hablamos de la existencia de una pandemia en salud mental. Esta incertidumbre ha permanecido e incluso se ha incrementado, debido a la rapidez de propagación y contagio del virus; ya que se ha evidenciado que este nuevo coronavirus sigue teniendo nefastos efectos en la salud física y mental, así como a nivel laboral y económico, generando desempleo y la quiebra o cierre definitivo de muchas empresas, impactando negativamente la economía personal, familiar, empresarial y nacional.
Teniendo en cuenta todo lo que hemos aprendido de esta pandemia y sus efectos, durante este año que llevamos enfrentándola, nos encontramos con que hemos pasado de un estado inicial, donde lo único cierto era la incertidumbre de lo que pudiera llegar a pasar algún día, cuando el virus afectara masivamente a Colombia causando la muerte de muchas personas, lo cual veíamos como algo lejano y poco probable, aunque sabíamos que ya lo habían vivido países como China, Italia y España; a un estado de incertidumbre ante lo que nos pueda pasar si alguien cercano de nuestra familia, de nuestros amigos, o nosotros mismos, enfermamos de covid-19, por la “certeza” de que ya hemos vivido “varios picos de pandemia”(estamos en la tercera oleada), conocemos sus graves consecuencias y sabemos que cada día hay más contagiados y menos UCIs disponibles. Además, cada vez conocemos nuevos casos de personas cercanas que están hospitalizadas o fallecieron a causa de este virus, lo que nos hace sentir que cada vez tenemos más cerca esta enfermedad que presenta diversidad de síntomas y su evolución es impredecible, al parecer debido a las diferentes cepas.
Afortunadamente en medio de tanta incertidumbre, hoy surge una luz de esperanza gracias a la vacuna y solo nos queda seguirnos cuidando y esperar nuestro turno para quedar inmunizados, sabiendo que después de vacunados debemos seguir cuidándonos, pues este virus no va a desaparecer. Sin embargo, es muy importante que las organizaciones, desde sus departamentos de gestión humana y de SST, desarrollen y lideren campañas permanentes de sensibilización, prevención y autocuidado frente al covid-19 y de ser posible vacunación, involucrando a todos sus empleados (directos e indirectos) sin excepción, para que puedan prevenir y detectar precozmente la enfermedad y sepan cómo actuar frente a ella. De esta manera sabrán cuidar a sus familias y se protegerán aplicando las medidas de autocuidado como: lavado frecuente de manos, uso de tapabocas, distanciamiento de 2 mts. evitar las reuniones, las fiestas, las aglomeraciones, los espacios cerrados, y saldrán de su casa solo cuando sea estrictamente necesario. Se recomienda, además, las organizaciones habiliten una línea de atención, donde los empleados puedan recibir orientación y apoyo cuando se sientan ansiosos, deprimidos, estresados, angustiados, etc. Es importante fomentar los hábitos de vida saludables e incentivar la búsqueda de ayuda psicoterapéutica cuando se requiera, para promover y preservar la salud mental de los trabajadores.
Nota: Recomendamos ver y compartir en sus redes sociales éste articulo al igual que este video institucional “Curso Virtual Covid 19”, desarrollado por el Ex Presidente del Colegio Colombiano de Psicólogos, el Doctor Bernardo Useche, el video lo pueden ver en este link: (1) Curso Virtual Covid-19 presentado por Bernardo Useche, Presidente de Colpsic - YouTube (www.youtube.com/watch?v=nMAuQCOv-CY)
