NANDO PADAUI, SIGUE A LA DIESTRA DE DIOS, SIENDO UN PAPÁ FERTILIZAR


Hernado Padaui se fue, se fue, se fue el papá de Luna, y se convirtió en un Papá-Estrella.

A Nando Padaui lo conocieron muchas personas y fue acompañado u olvidado en su cotidianidad laboral o de vocación, aclamado o rechazado en el campo cambiante, voluble, apasionado o descarnado de lo que fue su quehacer terrenal.

Yo lo conocí en un campo muy diferente. Con las manos vacías en la cabeza, con muchas, muchas lágrimas verdaderas de impotencia dolorosa en sus ojos, con su dorso recostado contra el vacío de la soledad familiar, en el filo mismo del acantilado sin fondo, aplastado y reducido por un cielo lúgubremente desteñido y creyéndose irremediablemente vencido o derrotado por la adversidad de una naturaleza implacable que le hacía esquivo el hijo que el Creador nos manda a todos.

-Los demás están listos para la foto -, me dijo, faltando tres décimas de segundo para las siete de la noche cuando él creía que el cielo se había quedado sin luceros.

La Virgencita intercedió, recibí sus órdenes, las cumplí con presteza echando mano a todo lo que la medicina de la reproducción nos ha entregado y unas pocas semanas después tuve la dicha y la satisfacción profesional inmensa de entregarle junto con las dos rayitas de la felicidad - las de la prueba de embarazo positiva - un ejemplar bendecido de la Novena de la Virgen de la Dulce Espera.

Lo que siguió, fue la montaña rusa de una de las gestaciones más complejas que he tenido que manejar, la cual tuvimos que interrumpir temprano y a las volandas, estando Nando allí, centímetro a centímetro, como ningún otro. Se dejó envolver en el manto sagrado de las estrellas doradas que Nuestra Señora nos entregó a las 11y30 de la mañana de un 23 de diciembre para que fuese "Padre-Canguro". Y fue un padre aquí en las tierra, sonriente y lleno de la gracia del Creador, sin miedos respiró profundo hasta la última letra la condición llamada paternidad.

Ahora con el corazón estrujado por la realidad, Diana que ha contado los días, las horas y los segundos me ha dicho que fue "padre por un año, cuatro meses, siete días y más de nueve horas". Poco tiempo para el suplicio de un invierno sin lluvias o un verano sin sol, que antecedió a la llegada de Luna. Es efímero el tiempo medido en el calendario de los hombres, pero es eterno el sentimiento que se nos queda grabado en el corazón, al poder mirar a los hombres más allá de su ropaje provisional. Gracias Dios, me has brindado la oportunidad de ver la grandeza, el dolor, el sufrimiento y la dicha de muchos de tus hijos, lo que en la arena pública no se suele observar.

Luna ahora tiene un Papá-Estrella que la iluminará en las noches y tiene una brisa fresca que entrará cada mañana hasta su cuna, para cantarle las mismas canciones de amor, las mismas por siempre y para siempre. Álvaro Monterrosa Castro. Fertilizar. Cartagena. Colombia #Fertilizar #Cartagena #Bolivar #2021OrgulloPatrio #AsambleaLegislativa #espiritualidad #padaui #BebéEnCasa


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