Pero tanto insistieron que reflexioné sobre ese asunto y llegué a una conclusión: hay que tener un método y aplicarlo con paciencia.
Primero que todo, tienen que bajarse la nube. La persona 'perfecta para mi' no existe. Solo existe la posibilidad de que alguno (a) cumpla con varios de los requisitos de la larga lista que creaste para saber si es posible tener una relación con alguien que conoces de casualidad en un bar.
Es decir, si tienes 12 requisitos seguramente nunca encontrarás a alguien que los cumpla por completo. O de pronto sí, pero con las semanas te darás cuenta de que tiene una serie de defectos que pelean con esas cualidades preestablecidas.
¿Y qué con eso?
Muchos salen corriendo y a la primera excusa se pierden. Es en ese punto cuando toca poner en una balanza: ¿Vale la pena a pesar de los defectos? Y si la respuesta es sí, toca ponerse a la tarea de lograr que esa persona de un poco la vuelta y modifique esas pequeñas cosas que te molestan y así será cada vez más parecido a lo que tu quieres como 'media naranja'.
Al tiempo, te tocará a ti también ceder alguito hacia donde tu contraparte quiera, si realmente crees que puedes tener una relación con ese alguien.
¿Quieren ejemplos?
Tu chica cumple con todos los requisitos, pero:
- Le dice 'Te amo' a todo el mundo.
- Pone voz de niña consentida cuando quiere algo
- Tiene un par de amigas que te amargan el rato
Tu chico cumple con todos los requisitos, pero:
- No te recoge en tu casa cuando van a salir
- Se emborracha más de lo que te gustaría
- Tiene una ex novia que aun lo llama y a ti te saca de quicio.
Simple, haces que modifique un poco esas conductas, le dejas claro que sus amigas no te caen muy bien y que te sabe a cacho que la ex aparezca y seguramente tendrás la relación con la persona que siempre quisiste.
Casi siempre nos largamos antes de pensar si lo que nos disgusta es modificable o no. Porque si bien hay asuntos moldeables a tu manera, hay otros que definitivamente no se cambian ni a bala:
- Un malgeniado (a) y Gritón (a)
- Un maltratador (a)
- Cachón (a)
...
Por eso, si existe una lista de 'perdonables' debe existir la de imperdonables. Y desde ahí partes a construir la relación que quieres tener.
Es hora de pensar, querido lector, si no estás dispuesto a ceder y sigues creyendo en príncipes azules o princesas de la torre, es mejor que te acomodes en tu sillón y te dediques a tejer y a cuidar gatos, porque solo existe esa manera de conseguir todo aquello que siempre quisiste.