Martín Murillo y su Carreta Literaria: Patrimonio cultural de Cartagena
Mucho se ha escrito sobre Martín Roberto Murillo Gómez, el hombre detrás de la Carreta Literaria que recorre las calles, instituciones educativas, plazas y parques de Cartagena, y que ha llevado cultura a “pie pelado” a cada uno de los municipios de Bolívar.
Este chocoano de 54 años, llegó a nuestra ciudad hace 20 en busca de oportunidades. Comenzó como lavador de carros, vendedor ambulante de agua y de bonice por las calles del Centro, y pensaba que no podía aspirar a algo mejor pues escasamente había terminado la primaria. Pero su pasión por la lectura hizo que su vida tomara un giro inesperado hace casi 15 años, lo que hoy le da infinidades de méritos para ser reconocido como Patrimonio Cultural de la Heroica.
En aquella época, mientras esperaba clientela parqueado con su carrito de venta ambulante, Martín sacaba un libro y se dejaba seducir por las letras. Recorría universos inimaginados, se adentraba en otras culturas, dejaba volar su imaginación envuelto en personajes de ficción, hasta que la dura realidad lo hacía volver de golpe a un mundo con escasas oportunidades, aquel que no le permitió seguir sus estudios obligándolo a trabajar a temprana edad para poder aportar económicamente a su hogar.
Los directivos de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, vieron su interés por la lectura y decidieron apoyarlo en su deseo de dejar las ventas ambulantes y ser un hombre más útil a la sociedad, a partir de la promoción de la lectura a todos los niveles educativos y edades.
Fue así como nació la Carreta Literaria hace 15 años, con 120 libros y siendo una alegoría a las carretas de los vendedores del Centro Histórico. Actualmente cuenta con 3 mil obras; alrededor de 300 de ellas conforman una colección de literatura infantil que según nos cuenta, supera a la mismísima Biblioteca de New York. “Lo que la hace más especial es que esos libros han sido escogidos por niños de zonas urbanas y rurales del Caribe colombiano. Eso tiene un valor inmenso. Sin duda mis favoritos son aquellos que solo están ilustrados y me permiten crear las historias a partir de cero…”, explica.
No le gusta leer sobre religión, política ni esoterismo. Nada controversial. Le encantan las novelas del cubano Leonardo Padura y los poemas de Piedad Bonett.
Cerrará este año con 41 libros leídos y talleres realizados a lo largo y ancho del departamento. “Vea yo me conozco Bolívar de norte a sur y de oriente a occidente. Me lo he recorrido todo con mi carreta, inspirando a niños y adultos con mis libros. He llegado hasta las veredas y caseríos más refundidos”, cuenta.
Martín es inspiración pura. Patrimonio cultural de Cartagena y el Caribe. Es un hombre con una increíble profundidad para hablar. Conversa de cualquier tema, es alegre, sonriente y agradecido con la vida por la oportunidad de trabajar en algo que ama y que por ende no se constituye en un trabajo para él. “Para mí leer es un placer, una necesidad fisiológica”, expresa.
El hombre detrás de la Carreta Literaria -que a propósito, es una marca registrada- es un personaje que inspira porque su amor por la lectura lo llevó de vender agua en las calles a promover cultura no solo en el Caribe colombiano, sino a representar nuestra ciudad en ferias internacionales de libros en países como Venezuela, México y Argentina. Además es puesto a la par de reconocidos escritores en eventos de promoción de lectura como el Hay Festival.
Hablemos…
¿Cómo es que un hombre tan letrado y mente abierta como tú, no estudió bachillerato?
“Sencillo, cuando mis padres se separaron en 1980, a mi madre le tocó educar 6 hijos sola como costurera. Era muy difícil darnos educación, vivienda y salud a todos. A mí me tocó trabajar desde temprana edad, no porque mi madre me lo exigiera, fue una decisión propia, lo cual mi mamá nunca apoyó”.
¿Con todos los libros que has leído, consideras que ya te has graduado?
“Soy un profesional de mi oficio de promotor de lectura, lo que hago es un PhD”.
¿Por qué tantos libros de literatura infantil? ¿De qué autores tienes obras?
“Los niños son la base inicial de este proyecto. Desde temprana edad hay que empezar a promover la lectura para que lleguen a ser adultos amantes de los libros. Tengo obras de los mejores y más grandes: Anthony Browne, Menena Cottin, Oliver Jeffers, Ingela P Arrhenius, Juan Gedovius, Irene Vasco, Yolanda Reyes…”
¿Cuáles son esos libros que no podemos dejar de leer?
“Muchísimos. Trataré de mencionar los que recuerde: Mendel el de los libros, el general de la Rovere, el viejo y el mar, el Coronel no tiene quién le escriba… también recomiendo libros sobre la historia de algunas culturas como la historia de Roma de Indro Montanelli y la historia de los Medici de Matteo Strukul”.
¿Qué escritores famosos han conocido la carreta?
“Muchos… Recuerdo a José Saramago, Miguel Ángel Bastenier, Jon Lee Anderson y el mismísimo Gabo”.
Háblame de tu libro “La carreta que no es carreta”, el cual según lo expresó Miguel Ángel Bastenier encarna una de las aventuras culturales de mayor irradiación humana y popular en Cartagena
“Lo escribí en los primeros años de La Carreta Literaria ¡Leamos! Y eso me trajo un inconveniente, es que pasados 10 años no he podido escribir otro libro, porque, no me parece justo mostrarme como un Yoyo, yo hago esto, yo hice esto y así… Entonces tengo que ver cómo escribo uno técnico sobre la experiencia cultural a partir de la lectura por placer”.
¿Cuáles son tus proyectos con la carreta?
“Mi sueño es que si yo muero, no muera el proyecto. Yo aspiro poder tener puntos de lectura por el departamento, no bibliotecas, sino lugares donde las personas puedan ir, compartir, tomarse un café y hablar sobre los libros que leen”.
¿Cómo te fue en los momentos más duros de la pandemia?
“Bueno realmente no me afectó porque desde el 14 de marzo de 2020 me encerré a hacer lo que más me gusta: leer. Afortunadamente las instituciones que me apoyan en el proyecto lo siguieron haciendo así que no tuve ningún problema. Luego me fui reactivando poco a poco y abriendo nuevos clubes de lectura que le han permitido a muchas personas enamorarse de las letras”.
¿Qué se viene en el 2022?
“Abro el año con una presentación en el Hay Festival que me tiene muy motivado. Estaré el 30 de enero en una presentación con los bibliotecarios Silvia Castrillón y Luis Bernardo Yepes en conversación con la escritora Irene Vallejo y bajo la moderación de Yolanda Reyes".
¿Qué le dirías a las personas que dicen que leer es aburrido?
“Lo aburrido es no leer… Leer es una de las actividades que más nos ayudó en la pandemia, y además la lectura te abre caminos y te conecta con muchísimas situaciones que nunca te imaginas que puedes resolver. Te da paciencia para mirar y resolver momentos difíciles”.
PD: Estas preciosísimas fotos me las donó mi amigo del alma, uno de los fotógrafos más TOP de Cartagena: Tico Angulo Molina. ¡Síganlo en sus redes!