Caricatura de la ciudad


La ciudad de Cartagena en los últimos 10 años se ha convertido en el hazmerreír de todo el mundo. Alcaldes inhabilitados, alcaldes detenidos, alcaldes presos, alcaldes muertos, alcaldes encargados y alcaldes díscolos. La ciudad transita por terreno movedizo ante tantas improvisaciones en que la han sometido sus dirigentes. Los resultados saltan a la vista, más pobreza, más pobres, más desigualdades sociales, alta inseguridad ciudadana y no se ve ninguna luz al final del túnel.

Después del mandato de Judith Pinedo, la ciudad se convirtió en un desgobierno total. ¿Nadie sabe quién manda? Y todo el que puede y quiere mete sus narices para tartar de enderezarla, desde el nivel central, pasando por los dirigentes políticos, dirigentes empresariales, lideres sociales y hasta ciudadanos del común. Todos nos llevan al mismo sitio, al mismo punto de ingobernabilidad que sigue atrasando su desarrollo. El tira que jala, causó una altísima desconfianza en sus ciudadanos que llevaron a un desconocido, a un advenedizo a la alcaldía de Cartagena como lo es William Dau Chamat. Esta es la caricatura de la ciudad.

Es lo que tenemos, fue lo que elegimos, y cuando se pensaba que lo iban a dejar ejecutar su escueto Plan de Gobierno, con un Plan de Desarrollo coherente y dinamizador del desarrollo para sacar a la ciudad del abandono en que la tenían, lo que han hecho es torpedear todo lo que hace. En honor a la verdad no le han dejado trabajar, y le seguirán atormentando su gobierno hasta el último día del mandato. Así somos aquí en Cartagena, “sino lo puedo hacer yo, tampoco dejo que lo haga otro”. Esta es quizás una de las causas históricas de nuestro atraso. No hay consensos, cada uno jala para su lado o para sus compinches, la triada del desarrollo como es la armonía gobierno-empresarios-sociedad civil no se vislumbra por ningún lado.

La ciudad se la han robado varias veces. EDURBE se convirtió en un ente donde se feriaban los recursos públicos. TRANSCARIBE, una obra de corrupción que se demoró más de 10 años para su operación. Los peajes otra fuente de corrupción, con la complacencia de los alcaldes de turno. El emisario submarino, una solución a medias de la contaminación ambiental de la ciudad. La adecuación de los CAP e IE provocó que se esfumaran 200 mil millones de pesos, que ahora con la pandemia del covid-19 se evidenciaron las consecuencias. El POT, se ha tragado miles de millones, y todavía sigue en diseño. El Plan Maestro de Drenajes Pluviales, se ha tragado millones de pesos y no existen ni los diseños. La protección costera, el cerro de la popa, la movilidad, la informalidad de la ciudad, el proceso de chatarrización etc., etc. Todas son acciones públicas donde se han presentado actos de corrupción por parte de la institucionalidad y algunos agentes privados embolsillándose miles de millones de pesos.

Cartagena ofrece una diversidad cultural en donde abundan talentos en todos los frentes. Qué bueno sería aprovechar todas estas iniciativas innovadoras de cambio, dándoles oportunidades reales a la gente para que se desarrolle, despegue y puedan alcanzar éxitos y un mejor nivel de vida. Es otra manera de dinamizar la economía. Esto sí sería apoyar el emprendimiento, ninguna idea novedosa florece sin recursos, sin apoyo estatal o empresarial. No podemos seguir mostrando la caricatura de la ciudad, por su pobreza, el atraso en que se encuentra, su aberrante informalidad y el circo que presenta casi a diario con payasada de sus gobernantes.


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