HISTORIAS SECRETAS DE LA PLAZA DE LA ADUANA O DEL MAR DE CARTAGENA.


HISTORIAS SECRETAS DE LA PLAZA DE LA ADUANA O DEL MAR DE CARTAGENA.

“No existe la plaza sin la sociedad

que se exprese en ella y,

al mismo tiempo sienta que ella es su expresión”. (J.C. Pérgolis).

Con esta histórica  frase, Pérgolis resume  la significación  de las plazas del mundo, y entre estas las de Cartagena, las cuales, sin duda alguna fueron construidas por la sociedad  de la época colonial, que encontró en  las nuestras, el escenario preciso para expresar sus vivencias matizadas con duras realidades para viajeros y “estantes”, como se decía en la época colonial, y  el conglomerado social, sentía a su vez que las plazas nacidas de sus  propias entrañas, representaban las  mejores expresiones de  su existencia terrenal.

Por ello, de acuerdo con el autor referenciado, cada plaza cartagenera tiene una expresión original, tal como sucede, a manera de ejemplo, con las plazas pioneras de la ciudad como son la plaza de la Aduana o plaza   del Mar, la Plaza de la Hierba o de los Coches: la puerta de la ciudad colonial y, la plaza Mayor (hoy de Bolívar) o plaza del poder: de la iglesia y el gobierno.

Sin embargo, el desarrollo histórico de Cartagena desde la época colonial hasta los días de la liberación en los diferentes barrios, (al interior de la ciudad abaluartada y amurallada: San Sebastián, santa Catalina de Alejandría, nuestra señora de la Merced y santo Toribio), fue configurando otra serie de plazas, objeto también de estas sucesivas crónicas, como son:

 Plaza de los Jagüeyes. (Barrio santo Toribio, hoy San Diego).

Plaza de Las Bóvedas. (Barrio santo Toribio).

Plaza de San Diego. (Barrio santo Toribio).

*Plaza del Pozo. (Getsemaní. Arrabal hasta 1633).

Plaza de la iglesia de La Trinidad. (Barrio Getsemaní).

Plaza de la Independencia. (Barrio Getsemaní.)

Plaza de San francisco. (Getsemaní).

Plaza de la Proclamación. (B. Getsemaní).

Plaza de Nuestra señora de La Merced. (Barrio N.Sra. de la Merced).

Plaza de san Agustín. (Barrio Nuestra Señora de la Merced).

Plaza de Armas. (Barrio santa Catalina de Alejandría o de la Catedral).

Plaza San Pedro Claver. (Barrio santa Catalina de Alejandría).

Plaza santo Domingo. (Barrio santa Catalina de Alejandría).

Plaza San Agustín. (Barrio Nuestra señora de la Merced)

2. LA PLAZA DEL MAR, REAL, DEL MUELLE O DE LA ADUANA: EL CORDÓN UMBILICAL, ECONÓMICO Y SOCIAL DE CARTAGENA DE INDIAS COLONIAL.

2.1. Los orígenes: versión histórica de un cartagenero y una española.

Con archivos de la época colonial, diversos historiadores de España, Colombia y Cartagena de Indias, han demostrado que la plaza referenciada se convirtió en el cordón umbilical de la naciente Cartagena de Indias, cuyo desarrollo, bajo la férula del colonialismo, se abría paso ante la esclavizada sociedad nativa y la infraestructura física de la amerindia y originaria Karmairí de los Caribes.

Es desde esta plaza donde de manera inicial se movía el tráfico comercial, con la llegada de las mercancías y demás bienes de España y Europa; de igual forma se exportaba el oro, las perlas y piedras preciosas arrebatadas a los amerindios mediante la violencia, o bien canjeadas por hachas, machetes, cascabeles, espejos y otras baratijas producidas en la península o en otras zonas europeas.

Fue a este sitio donde llegaron en su tiempo las flotas de galeones que traían las mercaderías de Europa y España y cargaban con el oro y la plata de América Latina, en una extensa travesía que se iniciaba en los puertos españoles, arribaban a La Habana, luego atracaban  en Cartagena, donde realizaban las famosas ferias coloniales, luego partían hacia  Portobelo y Nombre de Dios en Panamá , para recibir la plata del Perú, y después luego retornar a Cartagena, regresar a la Habana y de allí partir de manera definitiva  a España , cargados con el mineral precioso de los peruanos,  y el oro y las piedras preciosas de  los neogranadinos.

La historiadora española María del C. Borrego Pla (2010) en su libro: “Cartagena de Indias. La andadura de una vida bajo la colonia “narra el impacto de la llegada de la flota de galeones a la ciudad:

“Un momento de gloria de la plaza era el de la llegada de la flota de galeones: entonces la alegría del vecindario, el bullicio de los carromatos, “los tenderetes de la ropa de Castilla”, la presencia de mercaderes, regatones, buscadores de fortuna y trúhanes de turno se hacía tan ruidosa como irrefrenable”.

“Y como significativo punto referencial de todo este cuadro, la famosa taberna situada en la esquina de las “Cuatro Calles” Candilejo, Amargura, Cochera y San Pedro, que más de una vez tuvo que ver con la justicia”. Ahora bien, nada de esto hubiese sido lo mismo sin la presencia del cercano río Magdalena”, la arteria fluvial que abría la entrada al naciente reino de La Nueva Granada

De igual manera, la plaza del Mar, una vez consolidada, fue el punto de llegada de aventureros, comerciantes, funcionarios y demás personas provenientes de España quienes buscaban asentarse en la ciudad o bien encontrar mejores destinos en el interior del territorio del Nuevo Reino de Granada y después, desde el siglo XVIII: Virreinato de la Nueva Granada.

Así, desde esta plaza se fue forjando la ciudad de Cartagena, expandiéndose por los puntos cardinales, del hoy llamado centro histórico, convirtiéndose en el foco pionero de poblamiento del espacio que en los siglos XVII y XVIII se convirtió en el primer centro esclavista de Nuestra América y en una de las llaves de Indias: plaza fuerte, antemural del virreinato del Perú y, de la Nueva Granada.

2. ORÍGENES Y DESARROLLO: LA VERSIÓN DE UNA HISTORIADORA ESPAÑOLA.

María del C. Borrego (2010) devela el documento real que explica el origen y reglamentación de esta y otras plazas de Cartagena y demás colonias de España:

“El fundamento legal está  en la ordenanza decretada por el rey Carlos V en 1523: Elijan el sitio de los que estuvieren vacantes y por disposición nuestra se pueda ocupar sin perjuicio de los indios y los naturales y con su libre consentimiento y cuando hagan  la planta del lugar, repártanlo por sus plazas, calles y plazas a cordel y regla, comenzando desde la plaza mayor, y sacando de ella las calles a los puertos y caminos  la planta pueda siempre proseguir  y dilatar en la misma forma” (Cartagena de Indias: La andadura de una vida bajo la colonia.P360).

De esta manera, la plaza se levantó frente al mar Caribe y antes de finalizar el siglo XVI contaba con dos muelles:A.El muelle viejo, ubicado en la zona del derruido monumento a la bandera, en el baluarte San Ignacio, ocupado en la actualidad por la alcaldía mayor de Cartagena de Indias, de acuerdo con la versión del historiador Donaldo Bosa en su libro “Nomenclator cartagenero (P. 69) y B, con  el muelle nuevo: el actual muelle de los Pegasos,La Bodeguita.

Confirmando lo anterior, el gobernador Fernández del Busto (1577) en uno de sus informes de gestión ante el rey, manifiesta que a Cartagena… “en tantos años les he hecho casas de cantería y calles tan suntuosas como las hay en España… y les he fortificado en muelle y puerto”. (cvc.cervantes.es/centro histórico/fundación de Cartagena).

Así, con el transcurso de los años la plaza se fue urbanizando, es decir llenándose de edificios institucionales de cal y canto y de casas altas y bajas, mientras que la interacción social se intensificaba a la par del desarrollo económico, la acumulación de riquezas en pocas manos, la acelerada desaparición del amerindio y el considerable aumento de la población afrodescendiente esclavizada.

Borrego Pla amplía la explicación de   este proceso de los orígenes de una de las plazas más importantes de Cartagena, desde la época colonial hasta nuestros días:

“Lindante al mar, se levantaba la conocida, precisamente como la plaza del Mar, cuyo origen estaría teñido de  una marcada “funcionalidad”, pues fue debido a una orden del gobernador Fernández del Busto para que se uniesen los dos muelles de la ciudad con un pretil de cal y canto de una vara de alto  y con troneras…semejante obra habría obligado a cegar una maloliente ciénaga, tormento del sufrido vecindario, propiciándose así un espacio bastante irregular que se convertiría  en nuestra plaza en cuestión”… Plaza que a pesar de su precaria extensión, pronto se transformó, dada se excelente ubicación, en el corazón económico de una Cartagena comerciante y vitalista, siendo el lugar, por excelencia para tratos y contratos”.

“De ahí que en su seno se levantara la Aduana Real, (1572-1575), la cual para la época que nos ocupa, estaría conformada por “unas casas reales, un almacén y aduana para meter las mercancías que se avaluasen” …Se intuye que el edificio debió constar de dos cuerpos: el inferior porticado y destinado a oficinas, mientras que el superior rematado por troneras, serviría como morada para los respectivos funcionarios”.

“Finalmente, en uno de los extremos de la plaza, se construyó el edificio de “la carnicería”, un modesto edificio, que sin embargo se constituyó también en otro “foro” de la ciudad. Para entonces, ya hacía muchos años…desde la década del 40 …que Cartagena había conseguido solventar aquella perentoria necesidad de ganado, resultando más que significativa su producción porcina y sobre todo vacuna; esta última incentivada por la iniciativa municipal de abrir un camino que dicen hasta las sabanas de Curucha, cerca de Arjona, en lo que luego serían las márgenes del canal del Dique” … Construido en 1650, bajo la administración del gobernador Pedro Zapata de Mendoza.

Para finalizar su intervención, Borrego Pla concluye:

Así, “el eje vital de la ciudad serían sus plazas principales: Plaza del Mar, Plaza Mayor, y Plaza de la Yerba. En este ámbito se levantarían las mejores casas de la ciudad; encomenderos, poseedores de tierra y cabildantes-en muchos casos todo en uno- intentando mostrar su honor, apellidos y opulencia, derivado todo ello de su conocimiento del territorio…De hecho al no contar Cartagena en esta época con un ejército regular, serían estos significativos vecinos los que acudiesen a la defensa de la misma con sus armas y caballos. En este sentido, los Coronado, los Arjona, los Villorria, los Mendoza Carvajal, por citar algunos ejemplos paradigmáticos tendrán mucho que decir en la historia de la ciudad”.

3. LA VERSIÓN DEL HISTORIADOR DONALDO BOSSA Y EL NOMENCLATOR CARTAGENERO.

Valiosos son los estudios realizados sobre esta plaza por varios historiadores, entre estos los de la autora ya referenciada, los de Enrique Marco Dorta en su obra: Cartagena de Indias puerto y plaza fuerte, los de Raúl Porto del Portillo: Plazas y Calles de Cartagena de Indias y los de Donaldo Bossa: Nomenclátor cartagenero.

Se trata de estudios, con excepción del trabajo de Borrego Pla, que están inmersos en la historia de la arquitectura y en la historia tradicional   de la ciudad.

Así Enrique Marco Dorta en la obra referenciada presenta uno de los estudios más valiosos de la arquitectura colonial, en sus manifestaciones militares, civiles y religiosas, mientras que Porto del Portillo, en el marco de la historia tradicional de Cartagena, explica el origen y otras circunstancias históricas de las plazas y calles de la ciudad colonial.

Donaldo Bossa, también en el ámbito de la historia tradicional presenta, los orígenes de los nombres de las calles, plazas, fortificaciones, templos, puertas, playas y otros espacios de Cartagena colonial, convirtiéndose así en una de las mejoras obras en su género, a la par de la de Porto.

Leamos la historia secreta de la plaza de la Aduana escrita por Bossa:

“Muchos nombres han llevado esta plaza durante más de cuatro siglos. Primero se llamó plaza del Mar. Debe advertirse que el primer muelle de Cartagena estuvo ubicado muy cerca de esta plaza, exactamente en la muralla donde se alzó el derruido monumento a la bandera. Posteriormente a principios del siglo XVII, el muelle fue trasladado al sitio que ha ocupado siempre hasta la fecha”.

“Como consecuencia de esta vecindad, la plaza fue llamada también plaza de la Marina y posteriormente plaza Real…En esta plaza, en la casa que el cartagenero de los años 20 conoció con el nombre de la casa de la Isla se alojó el barón de Pointís quien asaltó a Cartagena de 1697. También vivieron algunos virreyes, cuando venían a esta ciudad, con excepción de Eslava que lo hizo en la playa del Tejadillo”.

“Otra casa notable de esta plaza es la que fue residencia de los marqueses de Premio Real, ocupada hoy por el SENA. La plaza fue llamada en alguna época plaza de Heredia. Ignoro qué fundamento se tuvo para eso …Al escogerse esta plaza en 1894 para erigir allí el monumento a Colón, el concejo la rebautizó con el nombre del descubridor. Y años más tarde, en honor del eximio hijo de Cartagena, doctor Rafael Núñez se le dio este último nombre”.

“La generalidad de los cartageneros sigue diciendo plaza de la Aduana como fue conocida desde el siglo XVIII, y seguirá siendo así, aún ahora que la alcaldía de Cartagena funciona en las casas de la Aduana (desde 1971), las que originaron el nombre que más ha perdurado de esta plaza”.(P.69).

Complementando la información de Bossa, Porto escribe que en la plaza existió también el llamado “Portal de los Moros”, en el sitio que hoy (abril 2022) ocupa el banco BBVA. “Se llamó así porque en ese lugar se establecieron las primeras tiendas de los mahometanos que llegaron a cartagena en el siglo XVII”. (P.40)

 4.  SÍNTESIS DE LA NOMENCLATURA, ESTADO Y USO ACTUAL DE LA PLAZA.

4.1. La nomenclatura.

Son diversos los nombres que se le han dado a la plaza durante más de 400 años, nombres ya mencionados y que en estas líneas se resumen para efectos didácticos sobre las historias secretas del actual centro histórico de la urbe.

Plaza del Mar.

Plaza de la Marina.

Plaza Antigua Real Contaduría. (Porto del Portillo.1997. P.39)

Plaza de La Aduana.

Plaza de Colón.

Plaza de Rafael Núñez.

Plaza de la Aduana (nombre actual. Abril 2022).

4. 2. Estado y uso actual de la plaza.

La remodelación de la plaza de La Aduana se proyectó en el año 2011 y culminó en el 2013, después de un largo periplo, para superar las recurrentes inundaciones en la época lluviosa de la ciudad (se inicia en marzo-abril o mayo y culmina a inicios de noviembre; últimamente 2020 y 2021 culminado a mediados de diciembre debido al cambio climático que afecta la planeta, Colombia y Cartagena).

Los cambios más importantes están referidos a una nueva pavimentación con materiales más resistentes, de acuerdo con los administradores distritales del período, y a la colocación de nuevos ductos para el manejo de las inundaciones referenciadas; los ductos aunque cumplen su función trajeron consigo la expulsión de gases contaminantes, al estar conectados con el sistema general de alcantarillado del centro histórico, gases que contienen un natural olor  ofensivo, y que son nocivos para la salud de miles de visitantes  al simbólico espacio colonial.

Así mismo, la estatua del esclavista Cristóbal Colón fue cambiada del sitio central original de 1894 y colocada en la proximidad de la plazuela Pareja, diagonal a un popular local de música salsa.

En nuestros días, la antigua plaza del Mar está conectada con la plazuela referenciada, que la comunica en forma inmediata con la plaza de los Esclavos (hoy, plaza de Los Coches), contigua a la antigua boca del Puente (Hoy torre del Reloj); al sur la denominada plaza de Armas la comunica con la actual plaza san Pedro Claver. “Anteriormente la plaza fue llamada de San Juan de Dios por la proximidad del hospital del mismo nombre y más tarde de San Ignacio” (Porto. (1997). P.31).

De igual manera, la calle de La Amargura conduce, salvando otra calle, a la Plaza Mayor o de la Inquisición o plaza del poder: del gobierno y la iglesia católica.

Finalmente, en la contemporaneidad del año 2022, una serie de edificaciones destinadas a servicios bancarios, educativos, a servicios profesionales-empresariales y recreativos enmarcan la plaza, destacándose el edificio Andian, construido sobre lo que fue la colonial casa de la Isla.

La casa de la Isla fue llamada de esta manera “por tener frente a cuatro calles” (Dorta. (1960) P.73); situada frente a la casa de la Aduana, el autor inmediatamente citado escribe que: “Ese es el solar que ocupaba una bella casa colonial, con portales en la planta baja y amplios balcones en los altos que por tener frente a cuatro calles recibió la denominación popular de “casa de la Isla”.
Fue derribada hace pocos años (1929)y en su lugar se erigió un edificio moderno sin carácter que pone una nota de estridente mal gusto en la fisonomía típica de Cartagena”.(Marco Enrique Dorta.(1960).Cartagena de Indias puerto y plaza fuerte. P.73).

Por otra parte, el historiador Jonatan Olave (2012) en su tesis de grado: “La Andian y el desarrollo urbano de Cartagena 1920-1950”, escribe:

“En el centro de la ciudad amurallada, otra de las obras realizadas por la Andian fue la construcción de un edificio para las oficinas en la plaza de la Aduana  inaugurado en diciembre de 1929… la compañía adquirió la famosa casa de La Isla, la cual ocupaba una manzana, donde a la vez funcionó la Real Contaduría durante la colonia; en otras palabras la Casa de Contratación de su majestad se derribó para dar paso ala construcción de un moderno edificio el cual poseía siete pisos para sus oficinas…Este edificio fue construido en 1929,su estructura es de acero y su elevador fue el segundo en ser traído a la ciudad”.(Repositorio de U de C.P.65).

Finalmente, de acuerdo con la tesis referenciada, la Andian Nathional Corporation, Filial canadiense (Ottawa) de la multinacional petrolera Stándar Oil Company de la Familia Rockefeller, reemplazó la hermosa casa de La Isla por una enorme mole de cemento que provocó airadas protestas de cartageneros y extranjeros versados en estos tópicos, quienes hicieron diversas propuestas para su demolición, propuesta que en nuestros días del 2022 sigue vigente  en la mente de muchas personas amantes de la conservación del patrimonio  material colonial.

5.LA ESTATUA DE CRISTÓBAL COLÓN Y EL EDIFICIO ANDIAN: LAS PIEDRAS EN LOS ZAPATOS.

Es indudable, que uno de los mayores cuestionamientos que presenta la plaza en nuestros días es la presencia del edificio Andian, considerado como un esperpento arquitectónico moderno, en un ámbito colonial, por lo cual, la idea sobre su demolición aún se mantiene vigente en la mente de muchos cartageneros, tal como se expresó en líneas anteriores.

Por ello, aunque tal vez, la idea resulte risible y difícil de realizar, es posible que, con el transcurso de los años, algún alcalde distrital enarbole la bandera de la demolición en el marco la prudencia, la ley y la Constitución Nacional.

Por otra parte, la existencia de la estatua de Cristóbal Colón, con una amerindia inclinada ante sus pies constituye una afrenta a los pueblos originarios de nuestro continente, si se tiene presente que el mal llamado descubridor de América, por la historia oficial, fue el primer traficante de esclavizados amerindios en nuestro continente.

Por ello, en nuestro concepto muy personal, al igual que la estatua de Pedro de Heredia ubicada en la plaza de la Yerba, la de Colón debe ser retirada y llevada al Museo histórico de Cartagena y escribir en su base la verdadera historia del genocidio americano que se inició en octubre de 1492, y que después de 530 años aún se mantiene en Nuestra América.

Con los afectos de siempre:

UBALDO JOSÉ ELLES QUINTANA.


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