Historias secretas de la plaza de Los Coches o del Puente.


LA PLAZA DE LOS COCHES O DEL PUENTE DE CARTAGENA.

1.Los orígenes: un humilde playón del caño San Anastasio.

Contigua a la plaza de la Aduana y ocupando una posición estratégica y central en la Cartagena del siglo XVII, al igual que la anterior con forma triangular, la actual plaza de los Coches, tiene una historia modesta, al igual que otros espacios, donde la mano de obra del colonizador hacía la transición lenta, muy lenta, de lo amerindio hacia la castellanización.

 La estructura geológica de la ancestral isla Karmairí y la dinámica del caño san Anastasio, el cual comunicaba a la ciénaga de la Matuna con las aguas del caño del Ahorcado, hoy del Cabrero, determinaron la formación del playón, de blancas arenas, durante varios siglos, sin fecha ni calendario; en el siglo XVI se levantó la plaza que daría, también, albergue a las viviendas de los poderosos de la colonización.

Fueron estos poderosos los señores de la tierra, de las armas, de la cruz y la espada, quienes amasaron sus fortunas con la esclavización y tráfico de amerindios originarios y afrodescendientes, a la par de las actividades comerciales lícitas e ilícitas como el contrabando, las encomiendas, la explotación de la mano de obra de blancos pobres, y el intercambio de oro por baratijas con los amerindios, cuando no mediaba el hurto violento y continuo.

Su nombre original: plaza del Puente está ligado a la existencia de la isla Getsemaní, cuya primera construcción se dio en 1539, quedando ligada a Karmairí en 1540 cuando se construye el puente, que adoptaría el nombre de san Francisco, apelativo que tomaría del convento de los franciscanos.

María del C. Borrego Pla (2010) en su libro: “Cartagena de Indias: La andadura de una vida durante la colonia “lo explica de la siguiente manera:

“Otro elemento característico de estos primeros años de la ciudad fue el puente edificado para salvar el caño san Anastasio y comunicar el núcleo primitivo con la isla de Getsemaní que inició su primera construcción en 1539.Una vez erigido el convento de San Francisco adquirió su nombre. Este convento tuvo una fundación original en 1555; fue reconstruido en 1560 y diez años después estaba en ruina casi completa. En 1572 Fernández del Busto inició las obras de cantería del edificio estando finalizada la obra para 1582. (Borrego Pla. (2010). P.386).

La Plaza del Puente ha sido objeto de estudio por parte de diversas entidades e historiadores, cuyos testimonios se presenta a continuación:

1 .1. LA VERSIÓN DE JUAN CARLOS PÉRGOLIS.

J.C. en su ensayo:” Tres plazas públicas de Cartagena de Indias” explica de esta manera el nacimiento del espacio cartagenero:

“El origen de la plaza de los Coches es el vacío urbano frente a la ciénaga del arrabal de Getsemaní de la plaza fuerte de Cartagena; hacia 1540 ya existía entre ambas una “calzada massisa” con dos aberturas para el paso del caño de san Anastasio. Sin embargo, aún no existía puerta” (ni muralla) y la calzada que se formó por acumulación de arena sobre un tablestacado para amarre, desembocaba libremente sobre el vacío de la plaza”. (Banrepcultural. Tres plazas públicas de Cartagena de Indias).

1.2. LA HISTORIA SECRETA DE LOS ORÍGENES DE LA PLAZA:

MARÍA DEL CARMEN BORREGO PLA. (Historiadora española).

“El tercer centro de la ciudad lo constituía la plaza de la Yerba o del Puente, “hoy plaza de los Coches” donde su propio nombre indicaba que también aquel lugar tenía funciones económicas para la ciudad. En ella estaba situado el rollo de justicia y en ella habían vivido Pedro de Heredia, Juan de Santa Cruz e importantes tratantes. Junto a la plaza de la Yerba también tenían lugar las subastas de esclavos… y esta dedicación dejó su nombre a una calle. Sin los forzados Cartagena no hubiese podido sobrevivir, pues la población indígena fue cada vez más escasa”.

Pero la venta de esclavizados no sólo dio nombre a la calle de la referencia, sino también a la propia plaza. Sobre la calle en mención, Bossa (1981) afirma de manera textual: “La calle que comunica a esta de la plaza con la calle de Lozano (Román) fue conocida como calle del Esclavo y calle de nuestra señora de la Esclavitud, hoy calle Portocarrero”. (P112).

Borrego Pla continúa:

“Desde la plaza de la Yerba se accedía al puente San Francisco, vía para acceder a Getsemaní. En esta isla se encontraba otra plaza, en este caso denominada plaza del Matadero, hoy plaza de la Independencia, por encontrarse frente a dicho edificio, que, en el siglo XVI, era todavía una explanada”. (P.395.). El matadero de la ciudad será construido bajo el liderazgo del gobernador Fernández del Busto, quien gobernó a Cartagena desde 1571 hasta 1586, con un intervalo en 1573, de acuerdo con la autora citada.

2. CONSOLIDACIÓN DE LA PLAZA CASTELLANIZADA.

Una aproximación histórica a la consolidación de la plaza ya como una obra de los colonizadores, permite datar este hecho para el año 1540, cuando se construye el puente levadizo de madera San Francisco, con una extensión de 200 pasos, para comunicar la tierra firme de la isla Karmairí, con la isla Getsemaní. Entonces la plaza queda enclavada entre las orillas del caño san Anastasio y la tierra firme del que pronto será llamado barrio san Sebastián.

Con el devenir de los años, con más exactitud 91 años después (1631) de la consolidación de la plaza, las fortificaciones de Cartagena de Indias han dado un vuelco: la propuesta original del ingeniero Bautista Antonelli (1595) ha sido ejecutada a lo largo de los años por varios ingenieros militares, aunque con varias modificaciones…

Ahora, la ciudad está cercada, en gran parte, por murallas y baluartes; Getsemaní, aunque muchos siguen llamando arrabal a la isla, la ínsula está cercada de manera casi total, también con baluartes, cortinas de murallas y el revellín de la Media Luna, y técnicamente pierde esta denominación configurándose así, el hoy denominado centro histórico con los barrios coloniales de san Sebastián, de la Iglesia o de la Catedral, Nuestra señora de La Merced, Santo Toribio o de los Jagüeyes y el ahora Getsemaní.

De esta manera, en 1631 nuestra plaza del Puente colinda con la plaza de la Aduana (sólo las separa la hoy llamada plaza Pareja, cuyo nombre es ignorado por los cartageneros contemporáneos; los baluartes de san Pedro apóstol y el de san Juan Evangelista son los encargados de proteger la simbólica puerta del puente san Francisco.

 A este respecto, la web “fortificaciones de cartagena.com.co”, afirma:

El baluarte de San Juan Evangelista conocido como de la Contaduría de san Juan…o del Puente, era el encargado de proteger la puerta que conectaba la ciudad con el arrabal de Getsemaní mediante el puente de san Francisco… la fortaleza fue…construida hacia el año 1617, siguiendo la traza del ingeniero Cristóbal de Roda, siendo por aquel una delgada muralla. Unas décadas después en 1630, el ingeniero y gobernador Francisco de Murga, lo mejora terraplenándolo. (Baluarte san Juan Evangelista. (Consultado abril 13.202).

3.LA BOCA DEL PUENTE: DE UNA DERRUIDA PUERTA A SÍMBOLO ARQUITECTÓNICO DE CARTAGENA DE INDIAS.

3.1. La destrucción de la puerta del puente san Francisco.

Los relatos de J.C. Pérgolis continúan explicando los avances del desarrollo histórico de la plaza y de la ciudad en los siguientes términos:

“En 1631 cuando se concluye el cerramiento de la ciudad la plaza se conecta con la calzada a Getsemaní por una pequeña puerta. En esos años era más importante como acceso el que conectaba a Getsemaní al otro lado, hacia la terraza de san Lázaro por la puerta de la Media Luna. Pero el significado de principal entrada a la ciudad, por la plaza de los Coches queda manifiesto por la acción de los franceses, que en un gesto más simbólico que militar, bombardearon la pequeña puerta que daba al puente: “destrozar la puerta de la ciudad”. Después de esta acción Juan de Herrera construye en 1704 un acceso con tres bóvedas, en origen, solo abierta la central.” (Pérgolis, tres plazas públicas de Cartagena de Indias).

Pérgolis se refiere al ataque a Cartagena, perpetrado en 1697 por la flota liderada por el francés Bernard Desjeans, barón de Pointís y el gobernador de la isla santo Domingo (antigua Quisqueya

originaria) Jean Baptiste Ducasse, la cual, entre tropas francesas, voluntarios y filibusteros de la isla estuvo conformada por 6.500 hombres y 29 naves de guerra; el ataque dejó a la ciudad saqueada y devastadas sus fortificaciones.

Valorando las consecuencias del ataque, el historiador Raúl Porto (2015) en su libro “Las fortificaciones de Cartagena de Indias escribe:

“Fue un golpe aniquilador… un verdadero pillaje de 23 millones de pesos y una ciudad totalmente desguarnecida, sin defensas y sin artillería; las primeras fueron voladas por Pointís y las segundas sirvieron de botín de guerra”. (P.76). De igual manera el relato resumido de este asalto combinado de corsarios y filibusteros puede ser consultado en el libro de mi autoría: El castillo san Felipe de Barajas a través de la historia universal”.

3.2.LA NUEVA Y MONUMENTAL PUERTA DEL PUENTE SAN FRANCISCO.

3.2 .1. Cuando llega la dinastía de los reyes Borbones y Juan de Herrera y Sotomayor, el constructor de la Boca del Puente.

Desde sus comienzos la puerta del puente san Francisco, fue una construcción modesta y tal como escribe Pérgolis   tenía más valor simbólico que militar; sin embargo, el ataque del barón de Pointís la dejó convertida en una enorme brecha, que sólo años después pudo ser subsanada.

Entrado el siglo XVIII, con la llegada al poder de la dinastía de los Borbones, de ascendencia francesa, se implanta una nueva forma de administración de las colonias; Cartagena siente el impacto renovador, (aunque casi toda Nuestra América se resiente) cuando la corona autoriza la reparación de los daños causados por el ataque de 1697.

Desde esta perspectiva el ingeniero militar Juan de Herrera y Sotomayor realiza una serie de intervenciones exitosas en la plaza fuerte; Elles en su obra ya mencionada, citando a Lemaitre en su “Historia General de Cartagena”, explica lo siguiente:

“Herrera vino a Cartagena los primeros años del siglo XVIII, después de una lúcida actuación en Chile y Buenos Aires y aquí, en la ciudad permaneció 30 años, hasta su muerte en 1732.Además de ser fundador de una academia de ingenieros militares, a este insigne constructor, se le deben, en síntesis, las siguientes obras:

  1. “Mejoró y reforzó los castillos de san Luis de Bocachica y San Felipe de Barajas, gravemente dañados por Pointís.
  2. Construyó tres baterías en la costa exterior de Tierrabomba, para proteger el mismo castillo las cuales fueron llamadas Chamba, san Felipe y Santiago.
  3. Restauró los castillos santa Cruz y Manzanillo, destrozados, también por Pointís en 1697.
  4. De igual forma, reconstruyó la Marina, al interior del mar Caribe, bordeando la costa, desde el baluarte santo Domingo, hasta el santa Catalina, que había sido derribado por los furiosos vendavales de 1713 y 1714.
  5. Finalmente hay que reconocer a Herrera y Sotomayor de haber sido el reconstructor de la puerta principal de la ciudad o Boca del Puente, lugar en el que desde la invasión de Pointís había quedado una brecha abierta por la artillería de este”. (P.296). CONTINUARÁ…

Con los afectos de siempre:

UBALDO JOSÉ ELLES QUINTANA.


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