Malangue Malanga… ¿una explosión, un sueño, posibilidades múltiples?


Malangue Malanga… ¿una explosión, un sueño, posibilidades múltiples?

Malangue Malanga

¿Qué más se puede decir sobre los poetas brasileños de hoy? ¿Qué se puede decir de un libro más de poesía de uno de los tantos autores del continental país suramericano? Y es que por más que muchos escritores sientan que son ignorados porque no han encontrado un editor para su libro, lo cierto es que cada año más y más libros son publicados, a tal punto que, mitad en broma y mitad en serio, se diga que hay más escritores que lectores.

Pues bien, en el contexto brasileño, pero vas más allá, dado el ambicioso proyecto de publicación de la multinacional cartonera que publicó Malangue Malanga (30 poemas para ler no exílio), de Wilson Alves-Bezerra, es que me atrevo a escribir esta pequeña reseña. Y lo primero que se me viene a la mente, dado que el libro ( en su primera edición) fue publicado simultáneamente por varias editoriales cartoneras de diferentes países de América Latina, pero también de España y Mozambique, es aquel sueño que más de un autor ha tenido sobre la posibilidad de crear un texto leíble e inteligible por todos sus lectores, sin necesidad de la traducción. Digo esto porque creo puede ser una forma como puede ser asumido por algunos Malangue Malanga; y no sería nada descabellado pensarlo, si consideramos que su creador es traductor, escritor, crítico y académico. Es decir, conoce las bambalinas para poder proponerse tal reto. Otra cosa es que muera en el intento; otra cosa es que divaguemos sobre intenciones y no sobre lo que podamos pescarle a los poemas.

Si bien Wilson es brasileño y si bien algunos de sus otros libros deambulan por temas políticos y culturales donde se exponen la desigualdad, los prejuicios y un cierto desasosiego en el gran país suramericano (situación acentuada en los últimos años por un control político de derecha), lo cierto es que Malangue Malanga es probablemente uno de sus proyectos más ambiciosos al tratar estos temas, al menos para mí, dado que puede abordarse de muchas formas, y esto lo hace una especie de poliedro donde cualquier lector que medianamente entienda algo de español, portugués, inglés o francés pueda tomar algo de la voz poética que le da vida a personajes que vagan en los textos; ciudadanos del mundo, seres escindidos y arrojados a otras latitudes, lejanas a las de su nacimiento. De ahí que los poemas sean como platos mixtos donde cada uno puede tomar lo que más le llama la atención, lo que le sensibiliza, lo que el feeling de un idioma puede llegarle al corazón. Un ejemplo de lo anterior es evidente en el trecho final del poema 1, cuando el narrador de una especie de caleidoscopio de una ciudad abigarrada, multiétnica y multilingüe expresa al final: “Dame uma choza para chamar de casa, um cauce para llamarlo vida. Dame tu boca para llamar lalíngua”. Juegos de palabras en español y portugués, pero no se queda en el simple portuñol; es más que esto, porque la dinámica es semántica y cultural, y está a lo largo del libro donde el poeta-narrador-testigo y personaje de los textos cuestiona, pero a la vez también integra las lenguas, sin pedirle permiso a los artículos o a los verbos, o a las conjunciones. Es como un jugar a que es posible comunicarnos en cualquier lengua. ¿Será que creemos en ese proyecto o es todo lo contrario?

Y es que ningún idioma es claro, y en ninguno de ellos, por más puristas que seamos, podemos tener una fluida comunicación, porque como se explicita en el poema 6:

Cada um fala a língua que pode, e não se entende mesmo assim. Com as mezcla das mistura, ai sempre algo que se diz, algo que se perde, algo que se gana, algo que se desenganará. Ou es que querei falar em inglês, esperanto e latim, guevón?

Y tomo este trecho del poema como gancho para la interpretación muy mía de la extracción del texto en inglés del poema 17. Un poema que salta de un idioma a otro, un poema que puede llamarse ojos; como si un ojo hablara. El poema empieza así: O olho del ojo de los eyes. O sea, en portugués, en español o en inglés, es como si se leyeran explosiones visuales. Lo digo porque el poema, como también sucede en tantos otros del libro, es un torrente de sensaciones, de dolores, sufrimientos, aquí y allá, distante y cercano al mismo tiempo, como un ojo mágico que a mil por hora ve a los coyotes y a los exiliados y a los afganos, a Venezuela y a las favelas, un ojo que al ritmo que leamos el poema también puede considerarse (ya que los idiomas se encuentran unos con otros, y haciendo honor a esto) en slow motion, captando barcos de refugiados en un país asesino que puede ser cualquier país de este mundo miserable donde nadie está libre de pecado como para lanzar la primera piedra. Pero esta es una lectura de muchas posibles, porque el ejercicio de extraer los trechos en inglés de este poema nos brinda otro poema, otro deseo, otra visión, como otra voz dentro de la voz del texto.

Bleeding days at nowhere of my final judgment. Nobody is, everybody is. Jesus is milles days and away. Jesus is all of us. Nightmares and we never give up. We never give up. Finally almost a human being. Finally a ghost.

No siendo más y con el humilde deseo de proponer una aproximación, Malangue Malanga es, como diría el mismo autor, a la pregunta sobre la creación de sus poemas, una explosión que se realiza en palabras y en esta explosión hay quejas, dramas, dolores, extranjería; hay explosiones de seres de carne y hueso que viven el cotidiano drama del exilio de lugares pero también el drama del exilio de las lenguas.

 


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