¿Sabías que Halloween te puede hacer vibrar en la misma frecuencia de los seres de las tinieblas?
Por René Arrieta Pérez y José Vicente Arias Rincón
Siempre se ha hablado de la relación de la fiesta de Halloween con el satanismo y la brujería. Y de hecho, toda esta información es de fácil consulta en internet. Nos interesa en este artículo solamente remarcar el riesgo y, advertir de tan grave peligro, que se muestra dulce, pero que detrás de su disfraz esconde una terrible verdad.
Todo es energía, y celebrar Halloween es adherirse a la frecuencia vibratoria que emite la fiesta. Además, todo ese vértigo vibratorio abre el umbral de las tinieblas. Asimismo, vestir a los niños para la ocasión es ofrendarlos a las fuerzas tenebrosas. Los niños deben celebrar la luz de Dios, no la oscuridad del demonio y su séquito de brujas en aquelarre.
Una de las leyes del universo es la de afinidad, que consiste precisamente en alinear todo ser u objeto que vibra positivamente al polo de fuerza con el que se identifica, y contrariamente pasa con las vibraciones opuestas.
Lo bueno propicia lo bueno; lo malo, en efecto, lo malo.
¿Realmente las personas se preguntan cuáles son las razones por las que les va bien o mal en la vida? ¿Buscan de verdad una respuesta?
Consecuencias
Los niños y adultos pierden la energía positiva en la que vibracionaban y comienzan a hacerlo de manera negativa.
De otro lado, a Dios no le gusta el interés y la inmersión de la sociedad en esas festividades, pues se constituye en una invocación de las fuerzas de las tinieblas, que sí se regocijan por tal acontecimiento, entonces, Dios se aleja de dichas personas.
Crédito de imagen: El país.com
Nota de advertencia
Todos nuestros artículos en el que Dios Padre envíe mensajes a la humanidad a través de sus dos testigos, tendrán esta advertencia, y el costo personal y familiar por violarla puede ser muy alto.
Quien no esté en capacidad de ver en el mundo espiritual y de comprobar o no lo que decimos, mejor que permanezca en silencio, reflexione y le deje todo juicio al tiempo, que no haga ningún comentario en contra, no sea que por hacerle pulso al mensaje de Dios sea blanco de su ira.
Y tal como dice Borges, en un pasaje del Aleph, “Claro está que si no lo ves, tu incapacidad no invalida mi testimonio”.
Toda persona que ataque la palabra de Dios en boca de sus dos ungidos, de los dos testigos del apocalipsis, se vincula a que la severidad de la ley divina lo castigue con tragedia y muerte, y con juicio sumario lo hagan descender a las mazmorras del Infierno. De forma idéntica a como cuando la autoridad policial captura a un delincuente, a un infractor de la ley, que los lectores consideren la debida advertencia, que reza: “Todo lo que usted diga podrá ser usado en su contra”. La ley se cumplirá de forma implacable. Ya llegó el momento, en consideración de la jerarquía celestial, que no se puede dejar pasar ningún tipo de faltas, y mucho menos afrentas e insultos al ejercicio de la autoridad de Dios y de sus plenipotenciarios aquí en la Tierra, en este periodo del fin de los tiempos.
Una persona, por desatender la advertencia y por desatarse en improperios contra nosotros y el mensaje de Dios ya fue castigada.