Lograr que la "Comunicación Responsable" se convierta en el ODS 18, en la agenda promovida por las Naciones Unidas para la lucha por un mundo más sostenible, es todo un desafío. Quienes promueven esta iniciativa desde la Global Alliance for Public Relations and Communication Management son conscientes de ello. El camino es largo, pero están seguros de que vale la pena. Han iniciado esta cruzada a la que ya se han unido numerosas organizaciones y asociaciones. (Vinculación a la iniciativa por el ODS 18: https://www.globalalliancepr.org/open-call-new-goal-to-the-sustainable-development-goals)
Coincido plenamente con este propósito, ya que es imperativo generar conciencia sobre la importancia de la ética y el manejo responsable de la comunicación. Defender el derecho que tienen las personas de acceder a información transparente y veraz debería ser una consigna de la humanidad. No podemos hablar de un mundo globalizado en el que aún miles de personas no tienen las posibilidades de acceso a herramientas que los conecten con lo que sucede y les faciliten su integración en una sociedad que se enorgullece de llamarse "interconectada".
Asimismo, José Manuel Velasco, expresidente y miembro de la actual Junta Directiva de la Global Alliance for Public Relations and Communication Management, destaca que mentir y generar noticias falsas se ha vuelto "muy fácil y barato". Es por esto que insiste en la necesidad de trabajar de manera colectiva y sumar voces para hacer realidad el derecho de acceder a una comunicación responsable, pero también un aspecto fundamental en la gestión de empresas y organizaciones de todos los sectores, tanto públicas como privadas, sin distinción alguna. Velasco también resalta la necesidad de promover el diálogo abierto con los grupos de interés y de ser capaces de construir confianza en tiempos en los que la incertidumbre y la falta de credibilidad de los ciudadanos en las organizaciones están en aumento.
Es precisamente esta necesidad de abrir canales de diálogo lo que sitúa a la comunicación en otro nivel, ya no solo como una herramienta para "encender un altavoz" y "comunicar" a través de múltiples canales, sino que la coloca en un nuevo nivel de exigencia y relevancia, ya que es la vía por la cual las empresas construyen una reputación positiva y credibilidad en todos los niveles. Esto se traduce en una licencia social para operar y mantenerse en el tiempo. En este sentido, la comunicación desempeña un papel fundamental.
Celebro esta iniciativa que busca establecer estándares globales para el buen ejercicio de la comunicación y que le otorga su rol estratégico en la vida de las organizaciones. Esto debe traer consigo una revolución en la visión de los CEO, quienes no pueden perder de vista que la comunicación, además de dar soporte a la gestión, se convierte en una de sus funciones principales. Estamos hablando de que las organizaciones hoy en día no solo son rentables por los productos y servicios que ofrecen, sino por el valor que la comunicación aporta a sus grupos de interés.
Asimismo, la Comunicación Responsable no solo implica la verdad como faro y guía, sino también el uso de un lenguaje positivo e inclusivo que se adapte verdaderamente a los nuevos tiempos y a la necesidad de reconocernos desde nuestras diferencias. La libertad de prensa y de información también están incluidas en el alcance de este ODS, que resalta la importancia de la comunicación para el mundo, la evolución de la sociedad y el crecimiento del tejido empresarial.
Mi invitación hoy es a seguir trabajando por una comunicación responsable en todos los sentidos, que contemple lo que realmente es interesante para las audiencias (la materialidad de los mensajes) y que conecte a los seres humanos para avanzar en la consecución de grandes propósitos.
¡Gracias por leer y compartir!
*Comunicadora Social y periodista, Magíster en Administración, especialista en Comunicación estratégica.
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