Violencia por prejuicio


En la historia de nuestro país los hechos de violencia han marcado eras, la crueldad, la tortura y la muerte, han estado presente y han sido los protagonistas de los titulares. Los ataques de la guerrilla, los falsos positivos, la desaparición de lideres sociales, los secuestros, los campos minados, han dejado miles de familias en luto, en dolor, con un sentir en común, que los muertos y la sangre derramada, siempre provienen de los más necesitados, de aquellos que no son actores protagónicos del conflicto armado, que ha permanecido en nuestra historia por mas de sesenta años y que parece nunca acabar, a pesar de las amnistías y los acuerdos de paz firmados, la violencia pareciera no tener fin, el paso del tiempo confirma que los hechos violentos nunca terminaran.

La violencia transmutó del bipartidismo de los liberales y conservadores a guerrilleros, militares, paramilitares, bandas criminales, narcotráfico y una nueva generación de hechos violentos se desencadena a partir de la ideología de género.

Razón suficiente para que la fiscalía general de la nación, a través de la directiva 006 del 09 de octubre de 2023, “establezca lineamientos para la investigación y judicialización de violencias fundadas en la orientación sexual y/o identidad de género, real o percibida”.

A pesar que la constitución política colombiana en su articulo 13 eleva a derecho humano fundamental la igualdad “Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica”.

Las personas de genero diverso no contaban con una protección especifica contra los hechos de violencia cuyo origen fuera su condición sexual o de género, violencia originada a partir de la intolerancia, la ignorancia, pensamientos homofóbicos, transfóbicos, perjuicios morales, culturales y sociales, basados en estereotipos, inconcebibles e inaceptables en una sociedad moderna y en un estado social de derecho.

Las personas que, en ejercicio de su libre desarrollo de la personalidad, definen su vida, bajo un genero diferente a su sexo biológico o una orientación sexual dieferente, son seres humanos iguales ante la ley y no puede ser discriminados, torturados o sometidos a vejámenes y bulling, por el hecho de ser considerados diferentes y algunas veces catalogados como “anormales”.

Por ningún motivo podemos aceptar algún tipo de discriminación en contra de otro ser humano, la dignidad es inquebrantable, debemos erradicar de nuestras vidas y de la sociedad, la violencia de cualquier tipo incluyendo la violencia por prejuicios.


TAMBIEN TE PUEDE GUSTAR