“El Tuerto” López, su bisnieto y “Tito” de Zubiría


Por: Alejandro Salgado Baldovino

Foto: Luis Carlos López, bisnieto del poeta.

#TuertoLópez Día 7

Sobre mis primeros acercamientos a la obra del Tuerto López tendría que remontarme al colegio, en donde la máxima referencia era el poema a las Botas Viejas, "A mi ciudad nativa", pero además  de eso, no se ahondaba más. Realmente vine a conocer más a profundidad del Tuerto estando ya en la Universidad y al vincularme al Club de Lectura, en donde se encontraba nuestro querido amigo Sícalo Pinaud. Sícalo idolatraba al Tuerto, lo parafraseaba en cualquier situación cotidiana, y lo mejor, recitaba de memoria sus poemas, siempre mirando hacia arriba, como invocando a la diosa Mnemósine, quien nunca le fallaba. A Sícalo le gustaba mucho la anti poesía y escribió varios versos de ese estilo, evocando al Tuerto o al chileno, Nicanor Parra, siempre como un juego de ingenio y humor sobre alguna situación que había ocurrido en la realidad nacional o en nuestras tertulias presenciales o virtuales a través del e-mail. Gracias a él fui entendiendo y admirando más sobre este tipo de poesía. Y luego, en la biblioteca de una tía encontré el libro "Sus versos" de ediciones Bedout, que recopila los libros de poesía de López y disfrutaba siempre repasando sus páginas. Los tres poemas que he seleccionado los tenía resaltados, así como muchos más.

A continuación voy a compartir varias cosas en tres partes.
1. Intercambio de correos del CdL con Sícalo sobre tema del Tuerto y un poema de Sícalo.
2. Comentarios muy buenos de Ramón “Tito” de Zubiría sobre el poeta, que engloban su esencia.
3. Tres poemas seleccionados

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Correos:

Mensaje de Nacho (26 Enero 2016)
En el marco del Hay Festival, el miércoles 26 a las 6:30 pm. se va a hacer en Ábaco Libros, la presentación de una antología del Tuerto López que edita Frailejón Editores. El compilador es Rómulo Bustos. Habrá una conversación sobre el tema entre Rómulo, varios miembros del Club de Lectura conocedores de la obra de Luis C. López y Daniel Samper.
La capacidad de Ábaco es limitada, por lo tanto, hay que llegar temprano.

A partir de ese evento  surgieron varios correos. Primero de Ramiro Arteta (quien había olvidado es amante del Tuerto), quien visitó por primera vez al Club de Lectura y conoció caras que hasta ese momento conocía por correo. Ramiro comenta detalles y menciona sobre el poema "Fabulita", que genera otro intercambio sobre la posición política del Tuerto. Entre tantos correos Sícalo responde:

Comentario de Sícalo (29 Enero 2016)
"En el completo estudio que hizo G.A. (Guillermo Alberto) Arévalo sobre el tuerto, y en lo tocante a su biografía, se registra su permanencia en Munich, entre los años 20 y 30 del siglo XX. (Fue cónsul de Colombia en esa ciudad y en Baltimore.)
O sea, la posguerra de la WW1 y los prolegómenos   de la WW2.
A un espíritu  liberal y democrático como era el suyo, debieron haberle impactado todos los sucesos bélicos y pre-bélicos de la Europa de ese entonces, y que debió oír de "primera mano".
Si la memoria no me falla, Arévalo atribuye el sentido de ese poema (Fabulita, que ya se compartió días atrás), a esa preocupación que vivía la humanidad por esos días.
No creo que fuera enemigo de la paz; no tenía por qué serlo.

Si las FARC se van a devorar al pajarito, se tendrán que devorar también a la ONU, la Unión Europea, la OEA, Unasur, y similares, y hasta el Papa.
No creo que tengan estómago ( ni cojones) para tanto.
En todo caso, hay que leer de nuevo el gran trabajo de Arévalo, y debatirlo en el C. de L.
¡Viva la paz!"

Otro correo, en donde Sícalo enviaba un poema anónimo pero claramente posteriormente descubierto por los miembros: 

8 Septiembre 2014
​clubdelecturacartagena@yahoogroups.com

Pyodón  era un rey celta, famoso por la severidad de sus impuestos. El pueblo estaba desesperado por esta situación que los empobrecía cada vez más.
Hasta que apareció el joven, audaz y aguerrido Olacis, y le gritó al rey en su propia cara:
"¡No doy plata a tal Pyodón !!!"
El rey, al escuchar este bello palíndrome, decidió eliminar  los impuestos.
Desde entonces, el nombre de Olacis se considera un sinónimo de héroe.
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(Tomado de "Historias Imposibles".
  Samuel Smiles
   Editorial Osa Mayor,
   México, 1899)

Subject: [clubdelecturacartagena] De palíndromes (¿palíndromos?) y otras hierbas.

Nadie sabia que Osama bin Laden en realidad se llamaba Osama José.
Cuando ocurrió lo de las torres gemelas, su madre, alarmada, lo reprendió con esta frase:
"¡Eso jamás, Osama José!"
¡Y nunca supo que había dicho un palíndrome!!

Respuesta De Lucho Mogollón:
clubdelecturacartagena@yahoogroups.com

Haiku 23

Desde Olacis 
se asoma Social
Y casi ocaso

Respuesta De Roberto Pretelt:
Si no sospechara fuertemente que esta es una (mini) obra (maestra) de nuestro buen Don Sancho, diría que es una mezcla de Borges, por la historia en sí, y del Tuerto López, por la referencia (mentirosa).
RPE (Roberto Pretelt)

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2. Fragmento de "APROXIMACIÓN A LUIS CARLOS LÓPEZ" de Ramón de Zubiría:

"Numerosos han sido los críticos y estudiosos que han intentado desentrañar los impulsos germinales -el etymon espiritual - de aquella insólita escritura, en la que aparecen yuxtapuestos o fundidos los más antagónicos elementos: lo heroico y lo vulgar, lo sentimental y lo burlón, lo poético y lo prosaico, etc., todo aquello expresado en un lenguaje en el que parejamente se conjugan giros y léxico del más puro ascendiente literario con pronunciamientos y vocablos del habla cotidiana, tachonado, además, por los símiles y metáforas más sorprendentes y desconcertantes. Casi todas esas exploraciones han aportado - y es cosa de agradecer - esclarecimientos conque enriquecer la lectura poética de López. 
Pero han sido, con las excepciones de siempre, enfoques fragmentarios o desviados, como ha sucedido con los de quienes han pretendido interpretar la creación de López, desde un cerrado contexto de orden puramente estético o, lo que es peor, desde el plano abstracto de las teorías sociales o como expresión de determinadas ideologías políticas. No. Esto - como reza el dicho popular - es "andar buscándole tres pies al gato". Porque el asunto es en verdad menos complejo, como el propio López se empeñó en explicar. Lo sustentaba, en el fondo, una doble singularidad: la del entorno social y cultural en que le correspondió vivir, y la singularidad de su propio temperamento."
(...)
"Observaré, para terminar, que López fue un verdadero virtuoso en el uso de la ironía y el desplante humorístico y 
epigramático para diluir lo sentimental. Porque en el fondo fue eso: un sentimental, pero un sentimental
celoso de su intimidad, que no alardeaba de serlo. Por eso, muchas veces, después de iniciar un poema con el más limpio vuelo lírico, como si de pronto y a disgusto, se sorprendiera a sí mismo reflejado en aquel trance romántico, le clavaba entonces al poema el alfiler de su ironía o su humor para hacer que, finalmente, nos estallase en la cara, igual que un globo de colores.
Por las observaciones que hasta aquí he formulado acerca de los principales recursos expresivos de López, vemos cuánta razón lo asistía al declarar que sus innovaciones no fueron fruto de conato alguno revolucionario, sino de un talante y temperamento particular. Por eso su escritura no hizoescuela ni nos legó una retórica. Nos dejó una actitud. Y, ciertamente, sus innovaciones nunca implicaron una ruptura con la tradición; fueron más bien variaciones dentro de las normas establecidas por la poética tradicional, pero fueron de tanto efecto y resonancia que no faltaron quienes por ellas se llamaran a escándalo, sobre todo por las audaces variaciones métricas que introdujo al combinar caprichosamente versos de la más variada extensión, como lo hizo particularmente en los sonetos que provocaron la ira de la crítica ortodoxa, y la movieron a descargar sus centellas sobre la frente del poeta.
Atrás dije que López nos había dejado una actitud. Y es cierto. Y una actitud - hay que subrayarlo- que aún no le ha sido reconocida debidamente: la de haber sido uno de los primerísimos poetas latinoamericanos que centraron su atención sobre la propia circunstancia, para indagarla y confrontarla trascendiendo lo simplemente pintoresco, el folclorismo y los devaneos de color local, y ahondar, en cambio, en lo intransferible y esencial.
Sus exploraciones ambientales, sus disecciones en nuestra urdimbre social y en los meandros de nuestra idiosincracia, desde un principio marcaron pauta y se constituyeron en referencia ejemplar para el quehacer de los escritores que vinieron después. Secreta y cómplice, en la escritura y la actitud, a mi modo de sentir, existe una línea que pasando por Huidobro y Vallejo, va de Luis C. López a Nicanor Parra el poeta y Gabriel García Márquez, el fabulador.
El consenso de varias generaciones y los juicios de la más rigurosa y ponderada crítica han conferido a López la jerarquía de poeta mayor con que hoy figura en nuestro parnaso. Y poeta mayor, no porque en su poesía alentara, subyacente, una metafísica propia; menos aún por el volumen de su producción o por su hondura y riqueza sicológica, sino, definitiva e inapelablemente, por la autonomía y singularidad de sus creaciones, de mundo propio traducido a estilo propio, fantástico o real el primero, inconfundible e intransferible el segundo. Otros poetas habrá más grandilocuentes que él, con más engreída tramoya, y otros más dulces o musicales. Ninguno lo aventaja en la reciedumbre, riqueza y singularidad de su capacidad creadora, en su autenticidad de hombre y de poeta."
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3. Poemas:

EN UNA TARDE OTOÑAL

Desde mi cuarto miro la plazuela
donde corren los chicos
que salen de la escuela
municipal.

                    Con vuelo de pericos
 la estudiantil parvada
se aleja entre los rotos abanicos
de los árboles...
                            Nada
turba el largo silencio. Y solamente
repite el mismo tema
de la fuente
la oquedad del ambiente
solitario, mientras el sol, como una enorme yema
de huevo frito, atisba tristemente
sobre la cruz de un campanario...

Mi comentario: De este poema me llama la atención lo tranquilo y diáfano que inicia, en una muestra de la cotidianidad. En una evocación además muy cartagenera, de la plaza, la brisa, y en pocos versos ya te dibuja una escena muy clara y bella. Pero de repente llegamos a la descripción del sol, y como suele suceder en sus poemas hay una pausa, un quiebre y como algo que no cuadra con la belleza de la imagen/escena que venía dibujando en tu mente. Pero a la vez es divertida, disruptiva y te deja terminar con una emoción levemente distinta. Creo que es un buen poema para enamorar a jóvenes de su poesía, pues esos cambios abruptos e imágenes tan claras ayudan mucho a esa evocación del poema.

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VERSOS A LA LUNA

¡Oh, luna, que hoy te asomas al tejado
de la iglesia, en la calma tropical,
para que te salude un trasnochado
y te ladren los perros de arrabal!

¡Oh, luna!... En tu silencio te has burlado
de todo!... En tu silencio sideral,
viste anoche robar en despoblado
...y el ladrón era un Juez Municipal!...

Mas tú ofreces, viajera saturnina,
con qué elocuencia en los espacios mudos
consuelo al que la vida laceró,

mientras te cantan, en cualquier cantina,
neurasténicos bardos melenudos
y piojosos, que juegan dominó...

Comentario A.S.B.: Como se habrán dado cuento la selección de mis poemas también en su título llevan la referencia a alguna estación del año (otoño, verano) o simplemente a la Luna (el bello astro que ilumina nuestras noches y que también admiro con suma pasión. Si antes comparaba al sol con la yema de un huevo, acá la luna sigue siendo la luna, y es una simple y silenciosa espectadora. Siguen elementos repetitivos, porque lo son de la misma ciudad (la iglesia, los perros, etc.), y la luna espectadora de todo también es observadora silenciosa de la corrupción, quizás haciendo alusión también a cierto tipo de personas que callan frente a actos similares, pero a la vez apunta a que la luna brinda consuelo a aquellos que la vida laceró, a quienes sobreviven en la ciudad, quizás trabajando de sol a sol. Y por supuesto, sus apuntes hacia la degradación de la ciudad y sus habitantes, quienes conviven en una fauna tropical, en donde incluso en esas noches cartageneras cantan, beben y juegan dominó. Podría verse como un bello y nostálgico canto a las noches cartageneras.

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TARDE DE VERANO

“El rico es un bandido” (San Juan de Crisóstomo)

La sombra que hace un remanso
Sobre la plaza rural,
Convida para el descanso
Sedante, dominical...

Canijo, cuello de ganso,
Cruza leyendo un misal,
Dueño absoluto del manso
Pueblo intonso, pueblo asnal.

Ciñendo rica sotana
De paño, le importa un higo
La miseria del redil.

Y yo, desde mi ventana,
Limpiando un fusil, me digo:
—¿Qué hago con este fusil?

Comentario de Ramón de Zubiría:
"Otra imagen muy difundida y de las más desafortunadas de López es la de su anticlericalismo, una imagen extraída exclusivamente, al parecer, de un poema, Tarde de verano, mal leído casi siempre y peor interpretado,
con su cura del pueblo, blanco para el fusil del poeta.
Pues bien, partiendo de una superficial lectura de este poema, como anotaba, se ha pretendido instaurar la imagen del López 'comecuras', tan desajustada con la realidad, sin reparar en que muchas de las otras
referencias clericales que aparecen en su poesía poco o nada tienen de agresivas. Refresquemos la memoria. En Campesina, no dejes..., por ejemplo, aparece otro cura, pero al que López reconoce y exalta como un
"alma sencilla". Así mismo, en su soneto A un conductor de almas, lo que encontramos es una conmovida evocación de un virtuoso pastor. No hay que fiarse demasiado. Había mucho de retozo para espantar la beatería
local en esa presunta actitud anticlerical. Mas si, volviendo al precitado poema de marras, lo leemos bien, observaremos fácilmente que lo que en él predispone para que al cura protagonista le disparen un fusil, no es su
condición de cura, sino la forma como inclumple su misión, su condición de "dueño absoluto del pueblo" y ese su andar "ciñendo rica sotana de paño", mientras "le importa un higo la miseria del redil".
Finalmente, hay que recordar que López, antes de morir, recibió los sacramentos. Y como no perdió el humor ni siquiera en aquel trance, dirigiéndose a algunas personas de dudosa ortografía que por allí estaban,
les decía: "¡Se los recomiendo, se los recomiendo!". Ahora bien, al llegar a este punto, es lógico suponer que estén ustedes preguntándose: pero, en final de cuentas, ¿cómo fue Luis Carlos López?
Para responder, a más de lo ya anotado, afirmaría, con intención de síntesis y sin azoros de ninguna clase, que en su perfil humano y en los signos característicos de su escritura, quedaron reflejados los rasgos diferenciales
del alma de su ciudad, con cuyas esencias se impregnó e identificó plenamente el alma del poeta. El propio López definió alguna vez ésta, su identificación con la ciudad. Aquí están sus palabras: "Yo soy eminentemente anfiscio y Cartagena lo es en grado sumo. Aquí hay que prosternarse, conmovido por dentro y burlón por fuera". Y así, por
anfiscio, como ella y por ella, se desdobló en la ambigüedad que a los dos - ciudad y poeta - distingue, para ser, al tiempo, respetuoso e irreverente, sentimental y burlón, tierno y mordaz, generoso y zumbón."
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