La Cámara de Comercio de Cartagena se destacó durante muchos años por ser una entidad dinámica, al servicio de los comerciantes y emprendedores de la ciudad y la región. La credibilidad, seriedad y compromiso de la entidad no habían sido cuestionados, siendo quizás una de las pocas en la ciudad que había escapado de la política de la corrupción y los escándalos.
Para suplir el cargo de director ejecutivo se realizó una convocatoria, y de manera rápida y exprés fue elegida por la junta existente en ese momento la doctora Andrea Piña Gómez, quien ya se desempeñaba en el cargo tras la salida del anterior director. Los miembros de junta no estaban completos los designados por el presidente no habían tomado posesión del cargo.
Razón por la cual, a los pocos días de la elección, uno de los miembros de la junta en representación del gobierno nacional, el doctor Germán Viana, al darse cuenta de algunas irregularidades en el proceso, se dio a la tarea de presentar quejas e iniciar acciones contra dicha designación, argumentando y sustentando las presuntas irregularidades ante la Dirección de Supervisión de Cámaras de Comercio y sus Registros Públicos. Dicho proceso fue objeto de recursos de reposición y, en subsidio, apelación por parte de algunos directivos, así como por la presidente ejecutiva de la cámara.
La doctora Andrea Piña Gómez lleva varios años al servicio de la Cámara de Comercio; algunos miembros de la junta insisten en imponer su permanencia en la dirección ejecutiva de la cámara. El proceso de transformación y de traslado de la sede principal, y el destino de la casa en la esquina de la calle Baloco, donde funcionó por muchos años la entidad, no ha sido claro. Para muchos afiliados a la cámara, incluyendo a quien escribe esta columna, no existe una justificación razonable.
De todas maneras, lo que nunca había ocurrido en la sagrada institución de los comerciantes se está presentando: ¿llegó la corrupción a la Cámara de Comercio? ¿Será elegida nuevamente, contra viento y marea, la doctora Andrea Piña, rompiendo y transgrediendo los criterios de selección objetiva, igualdad, publicidad y debido proceso de una amplia convocatoria? ¿Seguirá el doctor Germán Viana luchando contra las irregularidades que se han venido presentando y que fueron señaladas por la Dirección de Supervisión de Cámara de Comercio de la Superintendencia de Sociedades?
Qué vergüenza que una entidad como la Cámara de Comercio sea objeto de cuestionamientos y de procesos que demuestren que los miembros de la junta cometieron errores o irregularidades al momento de nombrar apresuradamente a quien dirige ejecutivamente la entidad. ¿Qué interés tienen? ¿Quién se beneficia? ¡Algo no está bien, errores o corrupción!