Novela escrita en 2013 por Khaled Hosseini, un autor estadounidense de origen afgano. La trama gira en torno a la relación entre Abdullah, un niño de diez años, y su hermana Pari, de tres, quienes son huérfanos de madre y pertenecen a una familia campesina de escasos recursos. La historia se complica cuando su padre decide vender a Pari a una adinerada pareja sin hijos que reside en Kabul, la capital de Afganistán. A lo largo de la novela, se exploran las interacciones y conflictos de personajes complejos con dilemas morales.
Esta obra es la tercera de Hosseini y ha alcanzado un notable éxito de ventas, gracias a la profundidad emocional de su narración.
“La historia comienza en 1952, cuando Sabur, un agricultor empobrecido de la ficticia aldea de Shadbagh, opta por vender a su pequeña hija Pari a una pareja rica de Kabul. En ese tiempo, muchos niños morían por el intenso frío invernal. Esta decisión deja devastado a Abdullah, quien había cuidado de su hermana tras la muerte de su madre en el parto.
A medida que avanza la novela, se revela el trasfondo de esa decisión. En el segundo capítulo, se narra la vida de Parwana, la madrastra de los niños. Creció como la menos favorecida en su familia, en contraste con su hermosa hermana melliza, Masuma. Parwana era tímida y tenía una autoestima baja, mientras que Masuma destacaba por su belleza y carisma, atrayendo la atención de los jóvenes de la aldea. Ambas se enamoran de Sabur, un joven alegre conocido por su habilidad para contar historias, pero él se interesa por Masuma. En un arrebato de celos, Parwana provoca un accidente que deja a su hermana gravemente herida y en silla de ruedas. Más tarde, Sabur se casa con otra mujer, la madre de Abdullah y Pari. Parwana cuida de Masuma hasta que esta, cansada de su sufrimiento, le pide ayuda para suicidarse.
El hermano mayor, Nabi, se emplea con el rico Suleimán Wahdati en Kabul y se enamora de su esposa, Nila, una mujer hermosa y rebelde para su época. Nabi se convierte en amigo de Nila, quien desea conocer a su familia. Durante una visita, se encuentra con Parwana y su familia, y Nila queda cautivada por Pari. Sin embargo, Nila confiesa a Nabi su tristeza por no poder tener hijos, lo que lo lleva a proponer la venta de Pari. Tras muchas dudas, Sabur acepta la oferta, pensando en el bienestar de su familia ante el invierno que se aproxima. Sin embargo, tanto Sabur como Abdullah nunca logran sobrellevar esta pérdida.
Con el paso de los años, Abdullah se marcha de Afganistán. Suleimán sufre un derrame cerebral, lo que lleva a Nila a trasladarse a París con Pari. Nabi, mientras cuida de Suleimán, descubre unos cuadernos de bocetos que revelan la obsesión de su jefe por él. Aunque considera irse, decide quedarse para cuidar de Suleimán hasta su muerte. Al final, Suleimán deja su herencia a Nabi.
Los vecinos de Wahdati, entre ellos los Bashiri, emigran a Estados Unidos tras la invasión soviética. Idris y Timur Bashiri regresan a Afganistán en 2003 para reclamar la propiedad familiar. Timur hace un espectáculo al repartir dinero a los indigentes, mientras que Idris apadrina a Roshi, una niña afgana herida que ha perdido a su familia. Aunque inicialmente promete ayudarla, se distancia de ella al regresar a Estados Unidos. Años más tarde, Idris se reencuentra con Roshi, ahora una autora reconocida, y descubre que su vida ha cambiado gracias a su madre adoptiva.
Nila, ahora en París y convertida en una poetisa destacada, se siente infeliz y busca consuelo en múltiples amantes. A medida que Pari crece, Nila la ve como un "castigo" y se distancia emocionalmente de ella. Pari empieza a involucrarse con el amante de su madre, lo que termina de romper su relación. Nila se quita la vida en 1974 tras una reveladora entrevista sobre su vida.
Pari, con sospechas sobre su verdadera filiación, planea un viaje a Afganistán con su amiga Colette, pero lo pospone al casarse con Eric y quedar embarazada. Después de ser viuda y a los 48 años, recibe una carta de Nabi que explica su adopción.
Los capítulos finales siguen a Adel, un niño que descubre que su padre es un criminal de guerra, y a Markos, un médico griego en Afganistán. En el epílogo, Abdullah y Pari se reúnen en California, pero él, afectado por el Alzheimer, no la recuerda.”
“Y las montañas hablaron” es una novela conmovedora que recomiendo encarecidamente. Siempre he creído que: “un buen libro tiene el poder de transformarme de lector a testigo de la historia”, y esta obra logró precisamente eso.