DOSCIENTOS UN AÑO DESPUÉS DE LA INDEPENDENCIA... A ORILLAS DEL CARIBE...


DOSCIENTOS UN AÑO DESPUÉS DE LA INDEPENDENCIA…A ORILLAS DEL CARIBE…
Fueron los indígenas Caribe los precursores de la independencia ,hasta el punto que optaron por la extinción física, antes que someterse al imperio español Después, los africanos, traídos como esclavos forjaron los palenques , es decir, los primeros pueblos libres de América. En la segunda década del siglo XVIII.
Menos de 100 años después ,los criollos de Cartagena de Indias, aliados a la pardocracia emergente, guiados por los principios de las primeras revoluciones burguesas de occidente iniciaron en 1810 el Movimiento de las Juntas de Gobierno, leales al rey Deseado Fernando VII, radicalizando el movimiento insurgente , con el apoyo del pueblo cartagenero, declarando la independencia definitiva frente a España , y constituyeron asi, el primer Estado soberano, en lo que es hoy nuestra Colombia.
Las mentes más brillantes de la Provincia de Cartagena, hoy departamentos del Atlántico. Bolívar, Córdoba, y Sucre nos legaron la Constitución de 1812 , impregnada de los principios de la democracia capitalista ,naciente en esa época, que de manera paradójica, no eliminó la esclavitud de los afroamericanos.
En el año de 1815, el pueblo de Cartagena, de sus cercanías y lejanías, conoció la más terrible represión de nuestra historia, con el mal recordado sitio de la fecha, el cual
acabó con la vida de millares de luchadores populares y de la aristocracia criolla.
Sin embargo, seis años después el 10 de octubre de 1821,el ejército popular libertador del joven Estado de Colombia consiguió la primera independencia frente al colonialismo español.
Muchos años después ,el pensador del Cabrero ,Rafael Núñez Moledo, para inmortalizar la gesta libertaria escribió en la IV estrofa de nuestro himno nacional:
A ORILLAS DEL CARIBE , HAMBRIENTO UN PUEBLO LUCHA,
HORRORES PREFIRIENDO A PÉRFIDA SALUD.
OH SI! DE CARTAGENA LA ABNEGACIÓN ES MUCHA Y ESCOMBROS DE LA MUERTE DESPRECIA SU VIRTUD
Hoy 201 años después de nuestra independencia, cuando las injusticias y toda clase de males sociales debieron desaparecer, las palabras de Nuñez tienen una amarga y terrible vigencia cuando el Plan de Desarrollo de la actual administración reconoce la existencia de casi 700.000 cartageneros pertenecientes a los estratos 1 y 2, es decir , es decir, varios centenares de miles de personas con las necesidades básicas insatisfechas… UN PUEBLO HAMBRIENTO LUCHANDO POR SU SUPERVIVENCIA A ORILLAS DEL CARIBE, un pueblo cuyo 2.34% de sus niños menores de cinco años muere por desnutrición
Más esta realidad, es sólo una visión muy parcial, a la cual se suma 58.993 cartageneros más, que sobreviven en la línea de la indigencia, otros 455 seres adultos más que viven en la calle , en compañía de 107 niños que deambulan por cualquier lugar.
Todo lo anterior sin mencionar los miles de conciudadanos desempleados, es decir condenados a una muerte casi segura, en una sociedad, en la cual quien no trabaja, tiene generalmente ese destino asegurado, acompañados de las 71.361 víctimas desplazadas por la violencia regional y nacional.
Es esta amigos y amigas, el tamaño de nuestra realidad después de 201 años de la lucha libertaria de aquel glorioso 11 de noviembre de 1811, después del mes de junio de 1812 ,cuando se expidió nuestra primera Constitución Política, después del 10 de octubre de 1821, cuando se marchó de nuestro suelo el último chapetón invasor, cuya reconquista se da en nuestros días a través del control del sector financiero y bancario y de los recursos estratégicos del agua y la energía.
Es esta nuestra verdad amarga, acompasada de una de las crisis políticas más serias del siglo XXI, por mucho que los planes de desarrollo de las administraciones locales anteriores y de la presente , institucionalicen en el papel- que todo lo aguanta- la sociedad sostenible, esta que establece la equidad y el bienestar para todos.
Por ello, hoy cuando rendimos un homenaje sincero a quienes ofrendaron su vida por nuestra libertad, sólo queda la opción de mantener en alto la bandera de una CARTAGENA SOSTENIBLE , vale decir, más humana , más amigable con la vida en todas sus manifestaciones, más comprometida con el presente y el futuro de nuestros niños y niñas, más solidaria y pacífica , menos corrupta y con menores niveles de egoísmo social que nos mantienen luciendo el triste título de ser una de las ciudades más inequitativas del país que es el tercero en el mundo con esta afrenta a la dignidad humana, contraviniendo las propias leyes de la democracia de papel que vivimos y los más elementales principios de la ley divina que prescribe la felicidad de nosotros los mortales.


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