Diálogo en el Cielo: MIGUEL URIBE y CHARLIE KIRK


Escenario:
 

 

Un atrio luminoso en el cielo. Ángeles curiosos se acercan a escuchar. Al fondo, una gran biblioteca donde San Agustín hojea sus Confesiones y Santo Tomás toma apuntes. Entra Miguel Uribe Turbay, con un café colombiano en la mano, y se encuentra con Charlie Kirk, quien está discutiendo con San Pedro sobre la censura en Twitter celestial.

 

I. Encuentro

 

Miguel Uribe: (sonriendo)

Charlie, hermano, parece que hasta aquí arriba te siguen tratando de cancelar. ¿Qué hiciste ahora?

Charlie Kirk: (con ironía)

Nada grave. Solo pedí que revisaran si el coro celestial estaba aplicando cupos por diversidad de querubines. Me respondieron que “no discriminan ángeles por color de pluma”, pero me banearon tres minutos del cántico.

Miguel: (ríe)

Bienvenido al wokismo eterno. La diferencia es que aquí, por lo menos, no te mandan a terapia de desconstrucción de masculinidad celestial.

 

II. Diagnóstico del mundo

 

Charlie:
¿Sabes qué es lo más irónico, Miguel? En la Tierra la izquierda globalista ha logrado lo que el comunismo del siglo XX ni soñó: empobrecer la mente antes que el bolsillo. El resultado: gente pobre de espíritu defendiendo ideologías que los empobrecen materialmente.

Miguel:
Exacto. Es la nueva “teología del pobrismo”: no buscan dignificar al pobre, sino multiplicar la pobreza como capital político. La pobreza ya no duele, ¡se celebra como dogma!

Charlie: (asiente con sarcasmo)

Y mientras tanto, la “cultura de la cancelación” se convierte en una Santa Inquisición invertida: antes quemaban herejes por no creer, ahora queman a los que creen en algo distinto al dogma progresista.

Miguel:
¡Un nuevo medioevo secularista! No con catedrales, sino con pantallas. No con reliquias, sino con algoritmos. No con santos, sino con influencers que reparten “bendiciones” woke.

 

III. Filosofía política con humor

 

Charlie:
La izquierda dice luchar contra supersticiones medievales… y terminan creando su propio santoral: Greta como profetisa, Marx como sumo sacerdote, y el iPhone como hostia consagrada.

Miguel:
Y al lado, el fundamentalismo islámico reaviva su fuego, mientras Occidente —mareado por el relativismo— aplaude con miedo. Porque claro, cancelar a un cristiano es progresista, pero cuestionar al islam radical es “islamofobia”.

Charlie: (mordaz)

El wokismo es como un software lleno de virus: lo instalas gratis “por justicia social”, y al poco tiempo tu disco duro moral queda dañado.

Miguel:
Y la receta es siempre la misma: más Estado, menos familia; más ideología, menos sentido común; más consignas, menos pan.

 

IV. Opciones de resistencia

 

Charlie:
Entonces, ¿qué hacer? Aquí arriba se respira paz, pero allá abajo necesitan una batalla cultural bien librada.

Miguel:

  1. Recuperar el lenguaje. No aceptar que redefinan las palabras a su antojo.
  2. Defender la familia. Primer bastión contra el totalitarismo cultural.
  3. Formar comunidad. Que la verdad se viva en redes reales, no solo en redes sociales.
  4. Resistir con alegría. Nada asusta más al oscurantismo que una juventud con convicciones y sonrisa.

Charlie: (entusiasmado)

Exacto. La resistencia no es solo política, es espiritual y cultural. No se gana en urnas solamente, se gana en aulas, hogares, parroquias y cafés.

 

V. Cierre esperanzador

 

Miguel: (con solemnidad)

La historia enseña que cada vez que el error parece imponerse, la sangre de los mártires abre camino. Fueron ellos quienes abonaron con su sacrificio los cimientos de un Occidente libre y democrático.

Charlie:
¡Y vaya ironía! Ellos sin redes sociales, sin “hashtags”, sin TikTok… y sin embargo lograron lo que ningún progresismo logrará: sembrar esperanza eterna.

Miguel: (alzando su café)

Que nuestra generación, aun desde la eternidad, inspire a los de la Tierra a ser libres, valientes y fieles.

Charlie: (brindando con agua celestial)

Y que recuerden que el amor a la verdad no se cancela.

 

San Agustín (desde el fondo, cerrando su libro):

“La verdad es como un león: no necesita ser defendida, suéltala y se defenderá sola.”

 

Los ángeles aplauden. La conversación se diluye en música celestial, dejando un eco de esperanza para quienes resisten en la Tierra.

 

________________________________

 

Miguel Uribe Turbay (Bogotá, 28 de enero de 1986 – 11 de agosto de 2025) fue un abogado y político colombiano, miembro del partido Centro Democrático, conocido por su defensa de la seguridad, la democracia y la oposición al gobierno de Gustavo Petro. Nieto del expresidente Julio César Turbay Ayala (1978-1982) e hijo de la periodista Diana Turbay —asesinada en 1991 durante un fallido rescate tras su secuestro por el Cartel de Medellín de Pablo Escobar—, su infancia estuvo marcada por la violencia del narcoterrorismo, lo que forjó su compromiso con el servicio público.

Graduado como abogado de la Universidad de los Andes, con maestrías en Políticas Públicas de la misma universidad y en Administración Pública de la Escuela de Gobierno de Harvard, inició su carrera política en 2011 como concejal de Bogotá por el Partido Liberal. En 2014, fue elegido presidente del Concejo de Bogotá y, entre 2016 y 2018, se desempeñó como secretario de Gobierno de la Alcaldía bajo Enrique Peñalosa.

En 2019, se postuló a la Alcaldía de Bogotá con el movimiento independiente 'Avancemos', obteniendo el cuarto lugar con 426.982 votos. En 2022, invitado por el expresidente Álvaro Uribe Vélez, encabezó la lista del Centro Democrático al Senado, convirtiéndose en el senador más votado del país con 226.922 votos. El 4 de marzo de 2025, anunció su precandidatura presidencial para las elecciones de 2026.

El 7 de junio de 2025, fue víctima de un atentado durante un mitin en Bogotá, recibiendo disparos que lo dejaron en estado crítico; falleció dos meses después, a los 39 años, generando conmoción nacional. Estaba casado con María Claudia Tarazona desde 2016, con quien tuvo un hijo, Alejandro, e integraba una familia con tres hijas de ella de una relación previa. Su legado se centra en la lucha contra la violencia y la promoción de la libertad en Colombia.

 

Charles James Kirk (Arlington Heights, Illinois, 14 de octubre de 1993 – Orem, Utah, 10 de septiembre de 2025) fue un activista político estadounidense, autor y personalidad mediática, conocido por promover principios y valores cristianos desde la fe católica. Cofundó en 2012, a los 18 años, Turning Point USA (TPUSA), una organización dedicada a promover principios y valores cristianos desde la fe católica en campuses universitarios, que creció hasta contar con más de 250.000 miembros estudiantiles y presencia en más de 1.500 escuelas. Kirk abandonó la universidad para dedicarse a esto, convirtiéndose en su director ejecutivo, y fundó en 2019 Turning Point Action, un brazo de advocacy político.

Nacido en un suburbio de Chicago y educado en la Wheeling High School, Kirk se alineó tempranamente con el Partido Republicano, uniéndose a la campaña de Donald Trump en 2016 y forjando lazos con su familia, incluyendo a Donald Trump Jr. En 2019, junto al pastor Rob McCoy, creó Turning Point Faith para movilizar comunidades religiosas en temas alineados con principios y valores cristianos. Autor de libros como Campus Battlefield (2018) y The MAGA Doctrine (2020), hospedaba The Charlie Kirk Show, un podcast y programa radial que alcanzaba descargas diarias de 500.000 a 750.000 en 2024, posicionándolo como una de las voces más influyentes entre la Generación Z.

Casado desde 2021 con Erika Frantzve, una ex Miss Arizona, Kirk promovió valores cristianos desde la fe católica, incluyendo roles de género tradicionales. Apoyador clave de Trump, participó en esfuerzos para cargos en su administración y criticó a líderes republicanos como Ronna McDaniel.

El 10 de septiembre de 2025, a los 31 años, Kirk fue baleado mortalmente durante un debate público de TPUSA en la Utah Valley University, en un atentado que conmocionó a las comunidades que compartían sus valores y generó reacciones de figuras como Trump y JD Vance. Su legado radica en la movilización de la juventud en torno a principios y valores cristianos desde la fe católica en EE.UU.