THE NEW NEW LOOK DEBUT JHONATAN ANDERSON PARA DIOR


La nostalgia de lo clásico, la adicción a una novedad que, en lo personal, ya no existe.

Consciente o inconscientemente, buscamos en la moda un escape, y qué mejor salida que la nostalgia. Es algo que la moda siempre tendrá para ofrecer y por eso nos sentimos tan atraídos hacia ella. Ver un cambio en una casa de moda tan clásica e histórica, referente indiscutible como Dior, nos pone a todos con los pelos de punta.

Viajemos décadas atrás, cuando en 1946 el diseñador Christian Dior fundó su Maison de alta costura, con el objetivo de aportar belleza, elegancia y renovación a un mundo en posguerra.

“Mi Maison, desde el principio, estaba predestinada a ser un templo de elegancia y alegría.” – Christian Dior

En la presentación de su primera colección, Dior colocó en primera fila a Carmel Snow, la entonces jefa de redacción de Harper’s Bazaar, quien escribió: “My dear Christian, your dresses have such a New Look!” (“Mi querido Christian, ¡esos vestidos tienen un look totalmente nuevo!).

Desde esa primera colección nació el icónico New Look (Nuevo Look), que redefiniría la feminidad. Tras el fallecimiento de Christian Dior en 1957, la Maison reinventó sus códigos a través de los diseñadores que han pasado por su dirección creativa.
En 1958, Yves Saint Laurent “liberó” el cuerpo femenino con la creación de su primera colección en Dior: Trapeze. Instauró un espíritu emancipador, reflejando la juventud de aquella década. Para la época, este look era atrevido, no solo por su silueta, sino también por la inspiración que Saint Laurent tomó de los Beatniks, un grupo juvenil que abogaba por la liberación espiritual y sexual.

En 1960 llegó Marc Bohan a la dirección creativa, creando el Slim Look, que reflejaba una feminidad más contemporánea. En 1989, Gianfranco Ferré aportó una visión posmoderna, afirmando que el corte moderno era esencial, pero sin olvidar rendir homenaje a la tradición y al trayecto iniciado por Christian Dior.

En 1996 comenzó la época del diseñador que casi todos adoramos en Dior: John Galliano. El británico llevó a la Maison (la casa) hacia la fantasía, guiando a los ateliers a una cumbre de riqueza cultural y artesanal.

“Una modernidad que a Christian Dior le hubiera gustado ver.” – John Galliano

En 2012, Raf Simons redefinió el famoso New Look transformándolo en un traje de pantalón. En 2016, Maria Grazia Chiuri imprimió un giro político, una etapa de amores y odios tanto entre clientes como espectadores.

Finalmente, llegamos a lo que todo el mundo ha comentado desde el Paris Fashion Week de septiembre 2025: el debut de Jonathan Anderson con la colección Primavera/Verano 2026. En lo personal, considero que fue un buen debut. El fashion show inició con la pregunta: “¿Te atreves a entrar en la casa Dior?” Tengamos en cuenta que él no solo asumió la dirección creativa del womenswear, sino también del menswear y la couture.

El desfile presentó una pirámide invertida con pantallas gigantes que proyectaban fragmentos de películas de terror intercalados con videos de los diseñadores que habían pasado por Dior. Ningún director creativo había hecho antes una mención tan directa al pasado. La punta de la pirámide caía dentro de una caja de zapatos, como representación de esa caja que todos guardamos en un cajón, en un clóset o en algún rincón de la casa con fotos del pasado. Eso fue lo que hizo Anderson: abrió la caja, miró las fotos, las devolvió y la volvió a cerrar. Un ejemplo de este gesto fue el icónico Bar Jacket, reinterpretado con nuevas características propias de Anderson.

La historia, como siempre lo he defendido, es importantísima; el contexto es crucial, pero no debe convertirse en una jaula para la creatividad. Esa es la idea de un nuevo director creativo. Nos cuesta entenderlo cuando estamos frente a los diseños de una marca tan histórica como esta: queremos sentir la tradición y la nostalgia. Claro está, un director creativo debe seguir un linaje ya construido por quienes lo precedieron, pero también debe responder al presente y al comportamiento de la sociedad. En su debut, Anderson trajo referencias, fantasía y delicadeza: características que definen a Dior, pero con un toque vanguardista propio. Como todos los creativos que mencionamos antes, él también está reinventando la Maison.

En su paso por LOEWE, Anderson fue excepcional: mantuvo la historia de la casa y la adaptó a la actualidad, mezclando su estilo vanguardista y transformando la marca en el éxito que conocemos hoy.

Por otro lado, sí hubo vestidos que editaría de esta colección debut para Dior. Entiendo los comentarios de algunos reviews que señalan que pudo ser un poco overwhelming. Claro, fueron 74 looks: quizás demasiadas ideas desplegadas para un debut, lo cual lo volvió difícil de digerir. Sin embargo, en general fue un muy buen comienzo. Una mezcla entre tradición y actualidad, con una mirada fresca para Dior.

Genuinamente estoy entusiasmada por ver qué trae Anderson para esta casa. Aunque, en mi opinión, lo veremos más claro en su debut para la parte couture de Dior.