Calixto Ochoa y su legado musical


Por sugerencia de un lector de este blog le haré un homenaje a uno de los artistas colombianos más excepcionales y queridos en la historia de la música colombiana: Calixto Ochoa.
El pasado 14 de agosto este maestro de la música folclórica de Colombia cumplió 76 años. Estos últimos años han sido difíciles para este autor de centenares de éxitos, debido a sus problemas de salud.
Sus canciones con estilo pintoresco han marcado un hito en la música nuestra. Sin temor a equivocarme, creo que es uno de los compositores más completos que ha dado la cultura del Caribe colombiano.
Calixto Ochoa nació en la población de Valencia de Jesús, en el departamento del Cesar. Su talento fue innato. Sus inicios musicales se remontan a su niñez cuando se escapaba de la casa y se iba a las parrandas que se hacían en las fincas del Cesar, donde sus hermanos mayores, tocaban hasta el amanecer. Según sus propias palabras, él tocaba el acordeón a escondidas de sus hermanos, Juan y Rafael Ochoa; y así aprendió el manejo de ese instrumento.
A los 19 años salió de su pueblo natal en busca de un mejor porvenir; y, después de recorrer varias poblaciones de la Costa Caribe, llegó a Sincelejo en 1956. Allí realizó su primera grabación, la cual tuvo muy buena acogida y le abrió las puertas a las grandes disqueras del país. Tenía 21 años cuando grabó su primer disco titulado “El lirio rojo”, para el desaparecido sello Eco.
En ese tiempo, el artista de música tropical que marcaba la parada era el barranquillero Aníbal Velásquez, con sus picantes guarachas. Antonio Fuentes, dueño de Discos Fuentes, al ver el enorme éxito de Velásquez, con el sello “Carrizal”, conversó con Calixto Ochoa para crear una agrupación que compitiera de tú a tú con el llamado “Mago del acordeón” y representara ganan-cias económicas a la compañía. La historia comenzó en 1961.
Calixto se dio a la tarea de reclutar a los mejores músicos de la época para armar lo que llamarían los salseros una “Fania” colombiana. Así nacieron “los Corraleros de Majagual”.
La clave de esta nueva agrupación musical fue la combinación de las llamadas “bandas papayeras” con los conjuntos de acordeón, de lo que resultó un sonido original, que gustó mucho tanto en Colombia como en el exterior.
Calixto Ochoa trajo a un joven acordeonero nacido en Palo Quemao (Sucre) llamado Alfredo Gutiérrez. De Gutiérrez, Calixto le dijo a Toño Fuentes: “ese pelaíto va a ser el mejor acordeonista en poco tiempo”.
También llegaron a los Corraleros Eliseo Herrera, un cantante cartagenero que había grabado con la Sonora Cordobesa el éxito “La matica de mafafa” y que con sus trabalenguas se volvería muy famoso; los hermanos Benítez; Rosendo Martínez (q.e.p.d.), Carmelo Barraza (q.e.p.d.), César Castro, Ju-lio Herazo, Ignacio “Nacho” Paredes, Lucho Pérez, Chico Cervantes y Antonio Cavas, entre otros.

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Los Corraleros de Majagual lograron su objetivo: fueron los amos de la música tropical costeña colombiana y su éxito traspasó las fronteras. Los temas más famosos de Calixto Ochoa con ellos fueron: “Remanga”, “La ombligona”, “Los sabanales”, “El calabacito”, “El compa’e Chan”, “Charanga campesina”, “El dentista”, “La charanga internacional”, “Playas marinas”, entre otros.
El talento supremo de Calixto Ochoa como acor-deonero y cantante se evidencia en éxitos como “El pirulino”, “Todo es para ti”, “La india motilona”, “La reina del espacio” y “El africano”, “Manantial del alma”, “Las flores”, “La Charanga internacional”, “Marilí”, “La compañerita”, y más.
En 1970 se convirtió en el tercer Rey Vallenato de la historias después de Alejo Durán y Nicolás Elías “Colacho” Mendoza, luego de vencer a Emiliano Zuleta y a Nafer Durán. Las canciones con las que ganó el III Festivas de la leyenda Vallenata fueron: “El gavilán castigador” y “Puya regional”.
Con su propio conjunto, Calixto logró mantenerse en la cima con éxitos como “El africano”, “Listo Calixto”, “Muriendo lentamente” (cantado por el desaparecido Luis Cuadro) y “Las flores”, este último interpretado por el cantante de salsa colombiano Saulo Sánchez, vocalista de la orquesta Los Titanes, de Barranquilla.
La salsa se nutrió de varias obras de Calixto Ochoa; y cito, por ejemplo, al tema “Manantial del alma”, que fue grabada por la orquesta de Roberto Roena y su Apollo Sound, cantado por Sammy González, y que le fue cambiado el nombre por “Cui cui”.
Fruko y sus Tesos hizo una versión de la “Charanga campesina”, que fue muy exitosa al comienzo de los ochenta, la cual fue interpretada por el cantante cartagenero Joseíto Martínez.
Ojalá Dios le siga dando vida y salud al maestro Calixto Ochoa. Es un deseo sincero que le doy como gran admirador de su música y sus composiciones, las cuales nunca pasarán de moda.
Hasta luego.


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