Sobre las elecciones atípicas y sus candidatos


Para comenzar, la abstención va ser significativa y muy diciente sobre la legitimidad del candidato o la candidata que salga elegido. Con Curi se tuvo esa experiencia, sólo alcanzó 55.000 votos de un potencial electoral de 549.000 sufragios y el voto en blanco logró 41.000 simpatizantes. Solo fueron a las urnas el 22.25%, arrojando en ese momento una votación total de 122.182 personas. Repartidas con un 44.67% para el liberal Curi y un 33.29% para el voto en blanco. Los demás candidatos quedaron muy lejos de estas cifras. La abstención alcanzó la histórica cifra del 78% aproximadamente.

Hoy existen otros ingredientes en estas elecciones atípicas. La gran prensa y emisoras nacionales, lo mismo que los dignatarios de partidos políticos, están interviniendo directamente en la elección del nuevo alcalde o alcaldesa. ¡Todo ha comenzado por los benditos avales! Si porque eso de los avales se ha convertido en un tira que jala. Que sí lo tiene que no lo tiene. Mejor dicho. No hay disciplina política, no importa de qué partido eres, no importa si antes eras de otro partido. Los avales marcan la pauta y direccionan a los electores.

Ningún candidato o candidata les puede pedir disciplina a sus votantes con estos ejemplos. No existe una correspondencia ideológica de partidos, no hay disciplina partidista. Los candidatos piden avales de cualquier color político. Si ellos tienen la voluntad del pueblo, y las encuestas muestran tendencias, los partidos políticos corren a dar el aval como garantía de poder en el gobierno y manejo de la administración. No importa si es conservador, liberal, progresista, verde, Cambio Radical, PIN, ASI, MIRA, Polo y otros. Eso no tiene importancia, lo importante es que gane las elecciones y viva DIOS. El negocio hay que asegurarlo y punto. Esa es la lectura que dan a entender. Y algunos se atreven a asegurar que la entrega de avales es sinónimo de dinero. De mucho dinero.

La evidencia reciente, la elección de Campo Elías. Lo trataron de sacar de la contienda a punta de aval, hasta que apareció ASI. Arrasó con 160.000 votos de un potencial de 640.000- Igual potencial para estas elecciones-Ese día salieron a votar 320.000 personas. Le quedaron dos concejales y es el mismo caso de la Mariamulata, claro, en circunstancias diferentes. Una terminó el periodo y el otro no. “Por una sola Cartagena”, se fusionan sus dos concejales, arrastra a un concejal del Polo y se volvieron conservadores con un nuevo concejal reencauchado y con la máxima votación. Muy seguramente pasará con los concejales de Campo Elías. Ninguno de estos concejales son depositarios de la afluencia de votos que aparecieron para Judith y Campo.

Esta elección no coincide con ninguna otra, por eso es atípica; situación que deja al descubierto la incertidumbre del endoso de votos de cualquier concejal. Sino pregúntenselo al profesor Bermúdez y a otros que sí saben que significaba endosar votos a un candidato. -Suceden acuerdos programáticos y debatir agenda de ciudad-.

Ahora no, todo el endoso se resume en apoyo personal y la respectiva foto para los medios de comunicación que le da fuerza al candidato. Es lo único. Y por supuesto la susodicha reunión con sus amigos. – No hay cabida para analizar programas o proyectos-

Estarán pensando muchos, entonces, ¿quién pone los votos? Los líderes. Es su época de rebusque. Los tienen clasificados en puya ojo y los que sí cumplen. El dinero corre y fluye. Y pasa de todo en las comunidades. De todo.

Pero,…. hay un pero. Está claro en Cartagena, candidato o candidata que no se faja y busca la voluntad del pueblo no llega, lo demás es pretender llegar a ser sin serlo. Como dijo el ilustre presidente colombiano Marco Fidel Suarez: “Es mejor llegar a SER que haber nacido SIENDO” Esta frase inmemorial recae en todos los candidatos y más sobre aquellos que creen que el poder les pertenece. Todos y todas están equivocados, la voz del pueblo siempre será la voz de dios. El dinero no lo es todo. Vuelvo a insistir, para ser alcalde se necesitan de otros matices.

Sólo hay tres candidatos con supuestos avales. -No se sabe todavía si Navas lo recibe de la dirección nacional- De los tres, comienzo diciendo que, la candidata Bustamante tiene un trabajo arduo con las comunidades, se ha metido en el barro y no ha parado su contacto con los ciudadanos y ciudadanas. Fue concejala y sabe el tejemaneje. Eso, a mi modo de ver las cosas, la mantiene con cierta ventaja electoral aparente. El candidato Vélez, con menos trabajo comunitario, respaldos políticos y una alta imagen de opinión entre los votantes, logra ventaja electoral al momento de decidir el alcalde de Cartagena. Eso puede ser real o irreal.

Y por último el candidato Borja, no todo el mundo lo conoce. Los grandes debates políticos en el parlamento no fueron suficientes para ganarse el favor popular. Aquí recuerdo, que si Vergara Navarro deja contar su candidatura, otro sería el panorama.

Bueno y Navas si resucita, también tiene su recorrido. Tiene bastante trabajo comunitario y algunos líderes dicen estar con él. Con aval se podría convertir en un fuerte competidor. -Carajo, y sus amigos conservadores cogieron vuelo burocrático, como siempre ha sido su talante- Ve, dije que eran tres candidatos y terminé hablando de cuatro.

De acuerdo a este modesto análisis, los candidatos fuertes son Vélez y Bustamante. Los invito a que dejen la guerra sucia por las redes sociales. Nunca había llegado la ciudad a tanta bajeza de valores y de chismografía. Sólo les digo a todos y todas y en especial a los candidatos que muy seguramente este próximo 14 de Julio lloverá en la ciudad. No se los coja desprevenidos. Estamos en tiempo de invierno, uno de los momentos más dolorosos que padecen muchas familias todos los años.

Y esto sí es lo último: ¿Sería ingenuo pensar que el alcalde Otero y el gobernador Gossaín tienen incidencias en estas elecciones? Claro que sí. Y son importantes.


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