La falta de interés, de ganas o de compromiso por los asuntos de ciudad, han convertido a nuestra Cartagena de Indias en una ciudad fuera control. De la amabilidad y acogedora ciudad de hace algunos años pasó a ser una ciudad abandonada, con sus lugares emblemáticos descuidados y muy insegura.
Los hechos de violencia que han ocurrido, como el asesinato del fiscal Marcelo Pecci, la muerte de dos turistas Holandeses por intoxicación, sumado a los escándalos por el exagerado cobro de alimentos y bebidas a los turistas, convierten a la ciudad en un destino con un vedo por motivos de seguridad.
Los atracos en el centro histórico y en la zona turística de Bocagrande, son tan comunes, como lo es la desidia de la administración, la falta de autoridad y de compromiso por recuperar la seguridad.
Dejar en manos del gobierno local la recuperación de la ciudad es un error. Cartagena necesita ser intervenida por el gobierno nacional, de lo contrario pagaremos un alto precio por el abandono, deterioro y la inseguridad que hoy enfrenta.
