¡Más de tres años han transcurrido desde que se cerró la estación de servicio de gasolina “El limbo”, donde funcionaba el Tiger Market, ¡el primero que existió en la ciudad de Cartagena! ¿Quién no se comió una porción de pizza, un perro caliente, o se tomó un café en ese lugar?
La estación de gasolina prestaba un servicio a los propietarios de vehículos de Bocagrande, Castillo Grande, del Laguito y de muchos sectores de la ciudad. Tenían servicio de llantería y era un sitio de visita obligatoria, abierto las veinticuatro horas. Una orden judicial ordenó la terminación del contrato de arrendamiento que nunca se incumplió. La familia Acero, que ocupó el predio por varias décadas, fue obligada a restituirlo. La pregunta es, ¿cuál era la prisa, la necesidad?
Hoy en día se encuentra en estado deplorable y ruinoso, generando detrimento, ya que no produce los cánones de arrendamiento, el estado actual genera una mala imagen para la ciudad.
¡Es una lástima ver cómo el lugar que solía ser tan concurrido y emblemático ahora está abandonado y en ruinas! Parece que la decisión de cerrar la estación de servicio fue apresurada y no se pensó en las consecuencias a largo plazo. Sería ideal que las autoridades reconsideren su posición y busquen una solución que beneficie a la comunidad y restaure la imagen de la ciudad. ¡Esperemos que aprendan de este error y eviten tomar decisiones precipitadas en el futuro!
¡Ojalá las autoridades tomen decisiones acertadas y no cometan errores impulsados visceralmente a tomar acciones equivocadas! Cerrando negocios para dejar los inmuebles desocupados a la suerte del destino.
